Diada de Sant Jordi, libros y rosas.

Hoy es un día muy especial en muchas partes del mundo, pero en Catalunya es un día que se vive como un gran día festivo, aún sin serlo, y que rinde homenaje a la lectura, ya que es tradición que se regalen rosas rojas, acompañadas de una espiga de trigo -, símbolo de fertilidad-,  y un lacito con la senyera (bandera catalana) a las mujeres, y un libro a los hombres.
 
Este día se conmemora la muerte del santo, el 23 de abril de 303. El hecho de regalar un rosa roja como la sangre se remonta al siglo XV y equivaldría al día de los enamorados. Habiéndose añadido durante el primer tercio del siglo XX la costumbre de regalar un libro a los hombres.
 
Parece ser que fue en 1929, durante la Exposición Internacional de Barcelona, que los libreros decidieron organizarse y salir a la calle a montar puestos para presentar novedades y fomentar la lectura.  La iniciativa tuvo tanto éxito que se decidió cambiar la fecha y establecer como Día del Libro el 23 de abril, por la coincidencia de las muertes de Cervantes y Shakespeare, aunque ninguno de los dos muriera realmente en esa fecha.
 
Desde entonces en Catalunya se montan tenderetes en plazas y calles dónde los libreros exponen para su venta los libros, así como también puestos con rosas rojas.
 
En Barcelona se vive especialmente este día en las Ramblas, lugar de gran aglomeración normalmente y que se convierte en esta ocasión en un gran hervidero a veces intransitable.
 
Atendiendo a esta masificación y dispersión de las librerías,  este año  se ha dispuesto que haya también actos en zonas diferentes a las Ramblas y Rambla de de Catalunya, como son el Eixample,  Gràcia y Ciutat Vella.
 
Cómo ya he dicho antes es tradición que los libreros saquen a la calle una muestra de sus libros, y esto en muchas ocasiones ocurre delante de su propia librería, debido a que  últimamente se han cerrado y en otros casos traslado las librerarías (debido a la subida de los alquileres) a otras zonas no tan céntricas de la ciudad provoca que se desplacen los compradores al Eixample derecho y a la Vila de Gràcia.
 
Así mismo debido a la reciente concentración de librerías entre el Passeig de Gràcia y el mercado de la Concepción captará parte del público que tradicionalmente recorría la Rambla de Catalunya.
 
 
Pero hagamos un poco de historia respecto de la leyenda de Sant Jordi y la tradición de regalar rosas rojas.
 
 
Cuenta una de las leyendas que un dragón estuvo atacando Silca durante un periodo de tiempo. El dragón se llevaba niños, jóvenes y mujeres que, evidentemente, acaban muertos. Un buen día el dragón exigió que le entregaran a  la bella hija del Rey de Silene.  El rey ofreció riquezas a cambio de la vida de su hija, pero el pueblo se indignó porque ellos  había perdido a seres queridos durante los ataques del dragón. Para apaciguar al pueblo el monarca entregó a su hija.
 
San Jorge, que en ese momento llegó a la ciudad se encontró con la princesa  a la que preguntó que ocurría, le ofreció su ayuda  y protección, enfrentándose al dragón montado en su caballo blanco, símbolo de pureza y nobleza, y encomendándose a Dios.  De la sangre del dragón brotaron rosas rojas, una de las cuales fue ofrecida por San Jorge a la princesa. De ahí la tradición de regalar rosas rojas.
 
 
Feliz Sant Jordi, día del libro, a todos y todas.
 
 
 
 
Fuentes:
 
La Vanguardia
 
Página de Historia