Un libro imprescindible. El autor domina magistralmente el discurso desgarrador, cargado de una poesía infausta que describe las situaciones más terribles a la que puede enfrentarse un ser humano. La capacidad de recrear escenas turbadoras que arrastran al lector hasta compartir la propia agonía del personaje para rescatarte inmediatamente después con la ternura más apabullante dejándote de piedra sentado a los pies del camino más alentador de todos. La belleza de la angustia. Un deleite para el lector que no deja de ser atacado durante todo el libro por dos flancos enfrentados y que convergen en uno solo impredecible, turbador, tremendamente bello... Un libro que nadie debería dejar de leer.
Me parece que daré una versión distinta, aunque concuerdo en que es un libro muy bien escrito (mi impresión es menos arrebatadora). Decir que sí, es un diario, algo que ya se dice en el título. Una historia, autobiográfica, de un hombre que está enfermo (y, por lo tanto, pálido) pero no solo: ama a su hija, vive una historia de amor difícil, escribe (este es un punto doloroso para mí), goza de encuentros y sufre desencuentros. Todo ello narrado muy naturalmente, mostrando la preocupación o la alegría del día, pero recreándolo con una gran elegancia.
Punto insatisfactorio, para mí, pero inevitable e un escrito de este tipo: odio las novelas en las que los escritores refunfuñan de los vicios de su mundillo. Inevitable, claro, en un diario de un autor.
Curiosidad: o mal he entendido, o fue publicado inicialmente como blog.
Opiniones
Un libro imprescindible. El autor domina magistralmente el discurso desgarrador, cargado de una poesía infausta que describe las situaciones más terribles a la que puede enfrentarse un ser humano. La capacidad de recrear escenas turbadoras que arrastran al lector hasta compartir la propia agonía del personaje para rescatarte inmediatamente después con la ternura más apabullante dejándote de piedra sentado a los pies del camino más alentador de todos. La belleza de la angustia. Un deleite para el lector que no deja de ser atacado durante todo el libro por dos flancos enfrentados y que convergen en uno solo impredecible, turbador, tremendamente bello... Un libro que nadie debería dejar de leer.
Me parece que daré una versión distinta, aunque concuerdo en que es un libro muy bien escrito (mi impresión es menos arrebatadora). Decir que sí, es un diario, algo que ya se dice en el título. Una historia, autobiográfica, de un hombre que está enfermo (y, por lo tanto, pálido) pero no solo: ama a su hija, vive una historia de amor difícil, escribe (este es un punto doloroso para mí), goza de encuentros y sufre desencuentros. Todo ello narrado muy naturalmente, mostrando la preocupación o la alegría del día, pero recreándolo con una gran elegancia.
Punto insatisfactorio, para mí, pero inevitable e un escrito de este tipo: odio las novelas en las que los escritores refunfuñan de los vicios de su mundillo. Inevitable, claro, en un diario de un autor.
Curiosidad: o mal he entendido, o fue publicado inicialmente como blog.