¿Hay vías de salida para Julián Assange, fundador de Wikileaks?

Continua sin resolverse el asunto de Wikileaks, que permanece recluido en la embajada de Ecuador en Londres, desde la que ha hecho unas declaraciones desde el balcón de esa sede diplomática, franqueada por una fuerte dotación policial.

Julián Assange, agradeció el apoyo de ese valiente país latinoamericano y el coraje de su presidente, Rafael Correa “por haber dado la cara por la justicia” continuó diciendo "EEUU debe disolver la investigación del FBI. EEUU debe jurar que no procesará a nuestros empleados ni a nuestros simpatizantes. EEUU deben comprometerse ante el mundo a que no perseguirán a los periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos”.

Julián Assange afirmó que el pasado miércoles agentes de Scotland Yard entraron en la embajada ecuatoriana por la entrada de incendios y, según él, tan solo el hecho de que hubiera testigos al lado de la embajada evitó que lo detuvieran, algo que la policía británica ha negado.

El exjuez Baltasar Garzón, ahora abogado del hacker australiano, ha declarado que su cliente no ha rehuido a la justicia sueca sino que ha solicitado garantías mínimas para responder ante las autoridades pertinentes.

Por su parte, el Gobierno de Ecuador se ha mostrado hoy abierto al diálogo con Londres si éste retira primero la "amenaza" de irrumpir en su embajada.

El asilo diplomático, es una figura jurídica reconocida solamente el ámbito latinoamericano, que deriva de la Convención de Caracas de 1954  el Gobierno Británico interpreta la petición de asilo, como una maniobra del fundador de Wikileaks, para eludir a la justicia británica, por eso se niega a emitir un salvoconducto diplomático que le permitiría salir de la embajada, como contempla la Convención de Caracas.

La cuestión además, se complica, porque cuando pidió el asilo diplomático en la embajada de Ecuador, violó las condiciones de su libertad bajo fianza, por lo que también podría ser perseguido por la justicia británica, con lo que aún en el caso de que fuera extraditado a Suecia, podría ser a su vez reclamado por la justicia británica y tendría que volver a Inglaterra.

No cabe duda de que el australiano ha sido hábil y ha generado una expectación en torno a su caso, fuera de todo parangón. Aunque el precio que está pagando es bastante caro, empezando por un desarraigo evidente, situación a la que parece estar acostumbrado. De los 11 a los 16 años, Julian Assange vivió en una huida permanente con su madre, perseguidos por un novio que resultó pertenecer a una secta “roba niños” . En 2008 y 2009 vivió en la casa de su socio y amigo Daniel Dornscheit-Berg, que después renegó del proyecto de Wikileaks, desde el año 2010 vivió en arresto domiciliario en la mansión inglesa de Vaughan Smith, después de sus problemas con la justicia británica. Ahora vive en los sótanos de la embajada ecuatoriana.

El 29-7  analizábamos los posibles delitos sexuales del fundador de Wikileaks en Suecia, delitos bastante cuestionables, por la forma en que se produjeron. En todo caso, hay que indicar que el proceso se haya en fase de investigación por el Fiscal Sueco, todavía no se ha decidido si se remite al Juez para abrir una causa o no.  Las autoridades suecas, ya han declarado que en caso de que hubiera indicios de que Assange pudiera ser condenado a la pena de muerte en EE.UU., no sería extraditado, algo que  contempla igualmente la Ley de Asilo de España, pero tampoco ha dado garantías el gobierno sueco de que no va a ser entregado a EE.UU. e igualmente se ha negado a interrogar a Julian Assange en suelo británico.

La solución parece bastante complicada, y dudamos que el fundador de Wikileaks, pueda abandonar la embajada británica escondido en una saca diplomática, nos parece un tanto estrambótico, según parece, en 1984 ya se intentó sacar del Reino Unido a un ciudadano nigeriano metido en una bolsa con sello diplomático, pero los agentes de aduanas lo impidieron en el aeropuerto.

Otra solución podría ser conseguir la inmunidad diplomática, por la vía de conseguir la nacionalidad ecuatoriana y a continuación ser nombrado agregado de ese país en la embajada, o bien que fuera nombrado embajador de Ecuador ante la ONU o Inglaterra. Pero estas soluciones dudamos que supongan una garantía de que el australiano pudiera abandonar la embajada ya que tendría que desplazarse al aeropuerto para salir del país, y en ese trayecto, podría ser detenido por las autoridades británicas.

Ya ha habido otros casos de personas que han vivido muchos años retenidas en sedes diplomáticas, sin poder abandonar el edificio. El disidente chino Fang Lizhi pasó un año en la embajada de EE.UU. en Pekín en 1989, un cardenal húngaro pasó 15 años en la legación estadounidense de Budapest tras la revolución anticomunista de 1956, y dos miembros de la etnia Derg en Etiopía que viven desde 1991 en la embajada italiana de Adis Abeba.  Lo que es diferente en este caso, es que con internet, ya no se puede aislar a nadie, se puede comunicar con el mundo entero, algo que estamos viendo por ejemplo con el fundador de Megaupload, que a pesar de estar bajo arresto domiciliario, no cesa de hacer declaraciones a través de twitter que son seguidas con avidez, por los medios y los simpatizantes de Kim Dotcom.

Jurídicamente el caso es bastante enrevesado, porque Julián Assange, es australiano y su país no le persigue, por lo que la concesión de Asilo Político, por esa vía no creo que prosperara, por otra parte Suecia, no es un país que se caracterice precisamente por perseguir por sus ideas políticas a nadie,  y su justicia es lo suficientemente garantista como para conceder el estatuto de refugiado a alguien reclamado por sus tribunales, solamente  tendría fundamento la concesión de l asilo político (no es lo mismo que el diplomático) en el caso de que Julián Assange, fuera entregado a EE.UU., porque en ese país existe la pena de muerte y el fundador de Wikileaks, podría ser condenado a la pena máxima, por espionaje, esta forma de proceder, ya se contempla en la legislación española, que no concede la extradición, en caso de que el afectado pudiera ser condenado a muerte en el país que reclama.

Con todo este despliegue de medios alrededor de la figura de Julián Assange, se nos ha olvidado que todavía hay miles de documentos sin desvelar por los medios periodísticos, y algunos de ellos prometían ser muy interesantes, como por ejemplo los documentos clasificados sobre los ovnis, que en algún momento se llegaron a anunciar,  pero de los que luego, no hemos tenido noticia.

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