Apple da primero en el sector del libro educativo en formato digital
Si algo caracteriza a Apple es desarrollar ideas que a muchos se le han ocurrido, pero que no han sabido, o no se han puesto a plasmar de forma real. Esto que os cuento acaba de pasar en el sector del libro digital educativo.
Muchos llevamos tiempo pensando (y algunos haciendo nuestros pinitos) que sería una gran idea introducir los libros en formato digital en las escuelas e institutos. Es más, sé que este es un anhelo de muchos padres y madres, conocedores de estas tecnologías, agobiados por la cantidad de kilos que sus hijos se ven obligados a llevar a sus espaldas desde la más tierna edad.
En Estados Unidos hay experiencias de introducción de los ereaders en el aula, incluso hay una página Web donde se agrupan educadores que ponen en práctica estas experiencias y hacen intercambio de opiniones, ideas, etc... para conseguir apuestas educativas enriquecedoras mediante el uso de lectores electrónicos.
En nuestro país, que yo conozca, no son muchas las experiencias en este sentido. A nivel aislado, algunos educadores se han liado la manta a la cabeza y con mayor o menor fortuna han podido sacar adelante iniciativas con el apoyo de instituciones privadas o empresas del sector, como la que hemos desarrollado en mi Colegio con la colaboración imprescindible de esta página y de Grammata.
A nivel institucional, en la Comunidad andaluza, que es la que conozco, se lleva desarrollando desde hace dos años, con muy buenos resultados, experiencias pilotos (en unos 100 Colegios e Institutos) de introducción de los libros en formato digital para ser usados en las Pizarras Digitales y en los miniportátiles de los que cada alumno de Tercer Ciclo de Primaria (5º y 6º) y de ESO, están dotados gracias al programa Escuela TIC 2.0. Mi Colegio está dentro de este plan piloto y tengo que señalar que los libros están evolucionando a mejor y que son herramientas verdaderamente útiles y muy válidas. Son libros con actividades interactivas y que permiten la atención a la Diversidad y el seguimiento individualizado del trabajo de los alumnos.
Pero Apple ha dado un paso más. En una convención, celebrada esta misma semana, ha presentado una nueva versión del lector de libros ibooks 2, que incorpora de forma gratuita sus iPad y una herramienta de autor (ibooks Author) para desarrollar libros interactivos al estilo de Apple: de forma fácil y rápida.
He instalado ambos programas en mi iPad y Macbook y la verdad, ibook Author tiene una pinta estupenda. Su interfaz es simple, clara y similar a la de otras aplicaciones de Apple, como las que vienen en el paquete iWorks. La creación de un libro es muy, muy fácil, permite incorporarle material multimedia con el que interaccionar y todo el proceso es rápido y sencillo.
¿La pega? De momento, los libros sólo (por lo que he probado) se ven realmente bien en el iPad. Es decir, nos enfrentamos a un entorno cerrado (es la primera impresión que me produce un uso inicial de esta herramienta). Si se quiere, se pueden colocar los libros en la iBookStore de Apple desde nuestro propio ordenador.
La otra gran pega, es que todos sabemos que el iPad no es la herramienta más adecuada para largos ratos de lectura. Pero tratándose de libros interactivos, con animaciones y vídeos en color y destinados al sector educativo, el iPad es una herramienta ideal para ello (a falta de ereaders con tecnología Mirasol o Pixel-Qi que lo permitan).
Quizás no estemos ante la herramienta definitiva a nivel educacional, pero ya sabemos como se las gasta Apple y el dicho de “Quien da primero, da dos veces...”
Espero que el sector editorial de los libros de texto y las autoridades educativas dediquen más esfuerzos en esta línea y se empapen de lo que se está cociendo en el incipiente terreno del Libro electrónico educativo. Estoy seguro que sería un gran paso para dotar de material de una gran calidad a nuestro alumnado y de herramientas prácticas y útiles al profesorado (amén del beneficio para el medio ambiente que supone dejar de imprimir toneladas y toneladas de libros de texto que se desechan, como mucho, cada cuatro años)
Juan