Holanda elimina el precio fijo de los ebooks
Arantxa Mellado ha publicado en el blog de Actualidad Editorial una noticia que ha pasado bastante desapercibida en los grandes medios pero que no deja de tener su importancia.
El gobierno de Holanda acaba de liberalizar los precios de los ebooks en su país, aunque seguirá manteniendo los precios fijos en los libros de papel. ¿Qué significa esto exactamente?
Holanda tenía hasta ahora una ley de precio fijo para los libros tanto electrónicos como en papel, a partir de este momento cualquier librería podrá vender el libro electrónico al precio al que lo desee.
A principios de este año se publicó un estudio (documento en holandés) sobre el impacto del libro digital en el mercado del libro del que se obtenían algunos resultados bastante interesantes:
- La cuota de libros digitales en Holanda es muy pequeña (como en España).
La situación de las librerías va a peor (como en España).
Incluso con precio fijo las librerías no podrán responder ante lo que viene de fuera, léase Amazon y similares (como en España).
Para los investigadores la ley del precio fijo no sirve para inventir estas tendencias, más bien lo contrario y además consideran que obstaculiza el avance de la digitalización de los libros (como en España), así que a partir de este estudio el gobierno holandés ha decidido legislar y no fijar un precio fijo para los ebooks.
¿Y cuál es la situación aquí, en España?
En España también existe esta ley del precio fijo, precio que es fijado por los editores y trasladado a los lectores sin descuentos ni bonificaciones de ningún tipo. En la actualidad por ley el máximo descuento que un comercio en el que se venden libros puede ofrecer es del 5%, excepto en el Día del Libro (23 de abril) y en las Ferias del Libro que se celebran en las distintas localidades, en las que el descuento llega hasta el 10% del precio fijado por el editor.
El tema del precio fijo es bastante controvertido y se oyen voces a favor y en contra con igual fuerza.
Paula Mara Moreno Gil publicaba un artículo hace ya algún tiempo en el que defendía las bondades de esta ley y daba razones por las que era necesario mantenerla.
La editora y escritora Julieta Lionetti publicaba recientemente en el número 15 de la revista Tramas y Texturas un artículo titulado De eso no se habla en el que analizaba, con bastante rigor a mi modesto entender, los pros y los contras de la política del precio fijo para el libro tanto en España como en países de Hispanoamérica al hilo de un proyecto de ley que impondría en Francia el precio fijo sobre los eBooks y que, además, contemplaba su extraterritorialidad.
Desde mi punto de vista soy un convencido de que, al menos en el mundo del libro electrónico, la ley de precio fijo no tiene sentido alguno por anacrónica y porque por mucho que se pretenda con ella no se defiende a los libreros que era, y sigue siendo, uno de los argumentos a favor de la ley.
¿Vosotros que opináis? ¿Es bueno que haya una ley de precio fijo? ¿Sirve para los propósitos para los que fue concebida?...