Uno de los más afamados libros de la Ciencia ficción española, escrito en el 1981 cuando el autor tenía poco más de 20 años. Eso es lo que encontraréis en cualquier reseña de la novela. Pero, ¿y que tal está para el lector de a pie (yo mismo)?.
El autor nos endosa, uno tras otro, discursos reflexivos sobre filosofía, ética, costumbres sociales y sobre todo “antimilitarismo militante”, y todo ello con un lenguaje cuidado y frases semi-poéticas. El propio título, “lágrimas de luz”, ya nos da una idea.
El protagonista, aprendiz de poeta en sus comienzos, es el hilo conductor de un relato divido en tres parte : aprendiz de poeta (o qué bello es el lenguaje), poeta en el ejército ( o qué malas son las guerras preventivas y los ejércitos) y ¡viva el circo! ( o qué noble la vida ambulante y que malos son los regímenes totalitarios).
El estilo narrativo me ha gustado bastante. A pesar de los soliloquios reflexivos del protagonista el texto se lee fácil, agradablemente para mi gusto. Curioso el enfoque poético de una obra de CF, curiosa la narración poetizada de algunos párrafos del libro. El mensaje, antimilitarismo y antitotalitarismo, puede gustar más o menos pero está claro que es lo que pretendía el autor.
Los personajes .... uff ..... digamos que Hamlet, el protagonista, está definido mal que bien. El resto son esbozos sin mucho cuerpo que los sustente, nombres que van aparciendo en la novela y que no acabas de ver en ningún momento.
Añadir que sazona la novela con fragmentos de sexo más o menos explícito que en la época debió de chocar bastante. Hoy no tanto, o no tanto para lectores de cierta edad.
Menos rollo, ¿me ha gustado?. Le leí en mis comienzos de aficionado a la CF y le puse un 9. Hoy me temo que, más crítico, se me queda en un 7 y eso gracias a que me gusta el estilo.
Opiniones
Uno de los más afamados libros de la Ciencia ficción española, escrito en el 1981 cuando el autor tenía poco más de 20 años. Eso es lo que encontraréis en cualquier reseña de la novela. Pero, ¿y que tal está para el lector de a pie (yo mismo)?.
El autor nos endosa, uno tras otro, discursos reflexivos sobre filosofía, ética, costumbres sociales y sobre todo “antimilitarismo militante”, y todo ello con un lenguaje cuidado y frases semi-poéticas. El propio título, “lágrimas de luz”, ya nos da una idea.
El protagonista, aprendiz de poeta en sus comienzos, es el hilo conductor de un relato divido en tres parte : aprendiz de poeta (o qué bello es el lenguaje), poeta en el ejército ( o qué malas son las guerras preventivas y los ejércitos) y ¡viva el circo! ( o qué noble la vida ambulante y que malos son los regímenes totalitarios).
El estilo narrativo me ha gustado bastante. A pesar de los soliloquios reflexivos del protagonista el texto se lee fácil, agradablemente para mi gusto. Curioso el enfoque poético de una obra de CF, curiosa la narración poetizada de algunos párrafos del libro. El mensaje, antimilitarismo y antitotalitarismo, puede gustar más o menos pero está claro que es lo que pretendía el autor.
Los personajes .... uff ..... digamos que Hamlet, el protagonista, está definido mal que bien. El resto son esbozos sin mucho cuerpo que los sustente, nombres que van aparciendo en la novela y que no acabas de ver en ningún momento.
Añadir que sazona la novela con fragmentos de sexo más o menos explícito que en la época debió de chocar bastante. Hoy no tanto, o no tanto para lectores de cierta edad.
Menos rollo, ¿me ha gustado?. Le leí en mis comienzos de aficionado a la CF y le puse un 9. Hoy me temo que, más crítico, se me queda en un 7 y eso gracias a que me gusta el estilo.
Saludos poéticos.