el libro nos cuenta en primera persona lo que le pasa por la cabeza a un chaval de 17 años (un poco especial) a mitad del siglo pasado en Nueva York.
Le pasa lo que a (casi) todos, pero en este libro nos lo cuenta él, sin intermediarios ni filtros sociales ni interpretaciones ajenas.
Se lee bien, porque está bien escrito, y además entretiene.
Qué coincidencia que XMGZ haya comentado esta novela, ayer mismo hablaba de ella con unos amigos... Todos la leímos cuando teníamos veinte años, y recordábamos cómo se había convertido en el paradigma de las "dudas existenciales" que todos hemos padecido de un modo u otro en la adolescencia. Es una lectura obligada, sin duda. Y no sólo por lo que representa como icono generacional, sino por la capacidad que tuvo Salinger de recrear la turbación de una mente inexperta que decide transgredir a toda costa las normas impuestas en su entorno para reafirmarse a sí mismo. "El guardián entre el centeno" es una lección de literatura ejerciendo el retrato psicológico, magníficamente narrada y con un ritmo trepidante que atrapa al lector desde la primera página.
Es una lástima que mucha gente se lanzase a leerla después de darse a conocer que era el libro que leía el asesino de John Lennon mientras lo esperaba a las puertas de su casa para dispararle. Pero estas cosas pasan, por desgracia... Menos mal que el libro ya se hacía valer por sí mismo, y no necesitaba ningún tipo de publicidad extra, menos aún de este tipo. No es el primer libro que lleva este estigma ni tampoco será el último, me temo.
Coincido con lo expuesto anteriormente. Cuando leí La senda del perdedor de Bukowski no hacía más que recordar esta obra, que está entre mis preferidas y la suelo releer cada cierto tiempo. Te hace sentir que estás acompañando al protagonista en cada momento. Hasta puedo vislumbrar un poco el vagón del tren mientras escribo estas líneas.
Me encantan este tipo de personajes, que pese a no saber cómo funciona el mundo y preguntárselo, nadan contracorriente a fin de descubrirlo y descubrirse.
Opiniones
el libro nos cuenta en primera persona lo que le pasa por la cabeza a un chaval de 17 años (un poco especial) a mitad del siglo pasado en Nueva York.
Le pasa lo que a (casi) todos, pero en este libro nos lo cuenta él, sin intermediarios ni filtros sociales ni interpretaciones ajenas.
Se lee bien, porque está bien escrito, y además entretiene.
Qué coincidencia que XMGZ haya comentado esta novela, ayer mismo hablaba de ella con unos amigos... Todos la leímos cuando teníamos veinte años, y recordábamos cómo se había convertido en el paradigma de las "dudas existenciales" que todos hemos padecido de un modo u otro en la adolescencia. Es una lectura obligada, sin duda. Y no sólo por lo que representa como icono generacional, sino por la capacidad que tuvo Salinger de recrear la turbación de una mente inexperta que decide transgredir a toda costa las normas impuestas en su entorno para reafirmarse a sí mismo. "El guardián entre el centeno" es una lección de literatura ejerciendo el retrato psicológico, magníficamente narrada y con un ritmo trepidante que atrapa al lector desde la primera página.
Es una lástima que mucha gente se lanzase a leerla después de darse a conocer que era el libro que leía el asesino de John Lennon mientras lo esperaba a las puertas de su casa para dispararle. Pero estas cosas pasan, por desgracia... Menos mal que el libro ya se hacía valer por sí mismo, y no necesitaba ningún tipo de publicidad extra, menos aún de este tipo. No es el primer libro que lleva este estigma ni tampoco será el último, me temo.
Coincido con lo expuesto anteriormente. Cuando leí La senda del perdedor de Bukowski no hacía más que recordar esta obra, que está entre mis preferidas y la suelo releer cada cierto tiempo. Te hace sentir que estás acompañando al protagonista en cada momento. Hasta puedo vislumbrar un poco el vagón del tren mientras escribo estas líneas.
Me encantan este tipo de personajes, que pese a no saber cómo funciona el mundo y preguntárselo, nadan contracorriente a fin de descubrirlo y descubrirse.