Es la novela perfecta para quedar como un demente en los aeropuertos. Y lo sé por esperiencia, que me he quedado sin riñones por los codazos que me daba mi mujer por tanta risa tonta que echaba. A ver, no es "Cien años de soledad" y la mitad de lo escrito más bien parece un refrito. Pero es como la paella frita el día siguiente a cocinarla. Buenísima.
Opiniones
Es la novela perfecta para quedar como un demente en los aeropuertos. Y lo sé por esperiencia, que me he quedado sin riñones por los codazos que me daba mi mujer por tanta risa tonta que echaba. A ver, no es "Cien años de soledad" y la mitad de lo escrito más bien parece un refrito. Pero es como la paella frita el día siguiente a cocinarla. Buenísima.