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Empiezo el relato, y al poco, en una frase, aun sin estar leyendo en voz alta,noto que me falta el aire:
Voces que clamaban el perdón eterno desde su desesperación ante el Juicio Final y desesperados diálogos absurdos sobre los que apenas reparé lo suficiente como para que los considerase, siquiera, dignos de llenar una de esas estériles conversaciones con las que, nada más llegar a casa, tratamos de resolver con desgana algún comprometido silencio y así evitar que nuestros viejos se sientan presa de ese abandono al que los sometemos minuto a minuto.

-Arf, arf, arf-Casi me ahogo sin haberme enterado de nada. Pero sigo.Hay que seguir leyendo. De repente, otra vez el ahogo. ¿Acaso soy un ciclista subiendo el Tourmalet?. No, se trata de otra frase del relato:
Rutinas de las que estaba excluida la de hacerse cargo de ese viejo que diez o quince años atrás lo llevaba los miércoles por la tarde al cine o a la hamburguesería del centro comercial, a escondidas de sus padres, a comer el menú completo que incluía uno de esos helados elaborados con sucedáneos de vainilla o chocolate, pero que no por ello dejaban de ser especiales cuando se tienen diez años.

Persisto en el intento, consigo acabar el texto y robo la última frase del protagonista del cuento para acabar mi crítica:
Habían pasado veinte minutos desde que había subido a aquel RELATO y únicamente me apetecía que se detuviese, bajar y tomarme una cerveza y también, cómo no, pensar en cosas más concretas, más tangibles.

Puntuación: 1

Más que un relato, yo lo veo como un ejercicio propio de escritor. Pararse a observar e intentar captar qué historias hay detrás de cualquier persona que ves. Coincido con el comentario anterior en que las frases son demasiado largas. Efectivamente, si pruebas a leerlas en voz alta, te darás cuenta que no hay comas y puntos para poder respirar, lo cual me hace pensar que estás empezando en esto de la escritura. De todo se aprende.

También es recomendable utilizar menos adjetivos y adverbios.

En todo caso, gracias por compartirlo.

Hace poco que aprendí la palabreja para designar a los escritos que tratan sobre el mismo tema de la escritura y los escritores: metaliteratura.


mi puntuación: 4

No sé muy bien como calificar este relato, quizás desconcertante sea la palabra. Ha habido momentos en los que me he perdido y no tenía claro de que iba la cosa, he tenido que volver atrás y releer varias veces. Al final he conseguido cogerle el hilo y me ha parecido en cierto modo interesante: la idea es buena como punto de partida de algo más grande, lo que pasa es que se queda en eso, en un buen punto de partida.

Relato extraño, sí, desconcertante como ya ha anotado algún compañero. Relato que transcurre en la mente del que trata de escribirlo. Pensamientos que a veces nos llevan hacía un galimatías del que sentimos no podremos salir por mucho que avancemos.
Debo ser extaña también yo... me ha gustado.

Mi puntuación: 7

Extraño relato en el que música y literatura son los auténticos protagonistas. Y una búsqueda, la búsqueda de la inspiración en un viaje físico y mental. Por su singularidad sorprende, aunque creo que muestra sus cartas demasiado pronto, y hace que el elemento sorpresa desaparezca de inicio; algo que hubiera enriquecido mucho la narración.

¡Suerte al autor!

Hay un aspecto de la trama, muy indirecta, que te da la pista de porqué el protagonista se cuestiona u observa todo lo que sucede a su alrededor, además de los personajes que no interactúan con él pero que reconoce que están presentes, cerca de él.
Me gusta la perspectiva con la que está enfocada la voz narrativa del personaje: yo y solo yo, los demás no importan.

¡Saludos y mucha suerte!

Relato sencillo con el que me he sentido identificado, como todo escritor, con esos momentos en los que miras a la gente de tu alrededor en busca de nuevos personajes sobre los que escribir. Buen trabajo, aunque quizá faltó algo más de historia.

Buenas.

Tenemos aquí un relato que muestra, como el título bien indica, la búsqueda que cualquiera que junta palabras debe emprender de vez en cuando para llenar una página en blanco. No se aprecian errores en el texto, salvo un "queme" en el inicio que más bien debiera ser "que me", pero es un error nimio de los que se escapan a cualquier revisión. En cuanto al fondo, curiosa la forma que el protagonista del relato tiene para inspirarse.

Puntuación: 5

Saludos.

El autor/a se expresa de maravilla, aunque el ritmo adolezca en algún tramo de frases demasiado largas. Pero no son muy significativas y todo se entiende a la perfección. Lo que menos me gusta es la trama, que es inexistente y acaba resultando un cúmulo de divagaciones que no llevan a ningún lado. Y es una lástima, pues el relato estaba enfocado para haber dado, con un poco de ingenio, coherencia a ese viaje en autobús. Una parada sorprendente (el matadero, un campo de concentración, el cielo o el infierno...), la subida al vehículo de un personaje literario en el que inspirarse o cualquier giro que diera sentido o dotara de interés a ese circunloquio anterior. Ya sé que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero son precisamente esas particularidades las que consiguen que un escrito sea memorable.

PUNTUACION: 6

¡Qué tal!

Ante todo agradecer al autor su participación en el concurso. Aprovecho también para disculparme por las molestias ocasionadas por el ciberataque y que han ocasionado la pérdida de algunos comentarios que se hicieron a varios relatos. Entre ellos el mío a este cuento.

En el anterior comentario comparaba este relato con las obras del colectivo cinematográfico Dogma 95. O, mejor, mis impresiones sobre ambos.

Dogma 95 se autoaplicó una serie de reglas para hacer cine: rodar cámara en mano, sonido en directo, ninguna luz artificial o efectos visuales (entre otras). El resultado eran obras que, por su subjetividad (elogiable, evidentemente), tenían un efecto secundario: tanto temblor en la imagen y tanto plano subjetivo, al igual que la narración de este cuento, me provocaban (me ha provocado) una suerte de desamparo al no poder anclarme a un realidad interna, más o menos lineal, en el relato (en la película).

Desde un punto de vista formal, también comentaba que, aunque correctamente escrito, la longitud de algunas frases rompía, en mi opinión, el ritmo. Me parece comprensible que, en una narración desde un punto de vista subjetivo, los pensamientos y sensaciones del protagonista sean descritas como un continuo que une ideas muy dispares. Pero su lectura no es ágil.

Saludos y gracias de nuevo al autor de este relato.

La idea no es mala, pero no me he sentido atraida con la forma de desarrollarla. Todo parecen divagaciones sin sentido, no es una lectura fácil ni atractiva. He leído todo el relato sin ver que me quería contar, encuentro a faltar algo más de trama.

Subió al autobús para robar las voces de las almas, de los cuerpos, de los… Entiendo que el protagonista navega en la fantasía de la realidad para encontrar los cantos y crear la historia que va entretejiendo en su mente. Para mí tiene matices intelectuales y de búsqueda ¿de qué? Quién sabe; por eso buscamos. Gracias Autor.

Puntuación: 7

Formalmente, debería corregir la extensión de los enunciados que hace densa la lectura, con el peligro de caer en la incomprensión de la idea que se quiere transmitir.
En cuanto al relato, me parece más una reflexión de un escritor que un relato en sí mismo.

Puntuación: 4