Siempre da gusto leer textos escritos por mujeres a las que la historia de la literatura ha tratado igual de mal que el resto de las artes, solapando sus obras e infravalorándolas. Pero por fortuna cada vez más las editoriales recuperan sus textos del olvido soberbio que suelen articular los hombres.
Dorothy Parker fue una escritora bastante prolífica. Sus relatos, sobre todo, escritos con una ironía punzante dan la vuelta a la sociedad de principios del XX en EEUU. Su trabajo como periodista -cronista de sociedad- le regaló un material precioso que supo explotar a la hora de incluir en sus relatos a una infinidad de personajes a los que ya había descrito en sus artículos usando el registro propio de las crónicas.
Pero no llevó a sus relatos sólo a la alta sociedad (a la que ridiculiza elegantemente) sino también a las personas de a pie y a las que vivían lejos de ese complejo entramado que era la ciudad de Nueva York.
Pero no todo es irónico y socarrón en sus relatos, también son turbadores. Recrea situaciones de la vida cotidiana, que en apariencia, podrían resultar inocentes, pero que esconden un sustrato de miseria, de mucha mierda, hablando en plata... Parker fue una escritora comprometida con su tiempo, defensora a ultranza de los derechos de la mujer y de los más desfavorecidos, y por esta causa, víctima de la Caza de Brujas.
Una gran escritora de la que queda mucho por decir.
Opiniones
Siempre da gusto leer textos escritos por mujeres a las que la historia de la literatura ha tratado igual de mal que el resto de las artes, solapando sus obras e infravalorándolas. Pero por fortuna cada vez más las editoriales recuperan sus textos del olvido soberbio que suelen articular los hombres.
Dorothy Parker fue una escritora bastante prolífica. Sus relatos, sobre todo, escritos con una ironía punzante dan la vuelta a la sociedad de principios del XX en EEUU. Su trabajo como periodista -cronista de sociedad- le regaló un material precioso que supo explotar a la hora de incluir en sus relatos a una infinidad de personajes a los que ya había descrito en sus artículos usando el registro propio de las crónicas.
Pero no llevó a sus relatos sólo a la alta sociedad (a la que ridiculiza elegantemente) sino también a las personas de a pie y a las que vivían lejos de ese complejo entramado que era la ciudad de Nueva York.
Pero no todo es irónico y socarrón en sus relatos, también son turbadores. Recrea situaciones de la vida cotidiana, que en apariencia, podrían resultar inocentes, pero que esconden un sustrato de miseria, de mucha mierda, hablando en plata... Parker fue una escritora comprometida con su tiempo, defensora a ultranza de los derechos de la mujer y de los más desfavorecidos, y por esta causa, víctima de la Caza de Brujas.
Una gran escritora de la que queda mucho por decir.