A pesar de la fama que tiene este libro, no lo había leído hasta ahora. Y me ha gustado, sí. Tiene momentos crudos, estresantes, paranóicos; deseas que la resolución de la historia tenga un final feliz, pero sabes que no es posible, porque el Gran Hermano te vigila y sus tentáculos llegan a taladrar hasta los pensamientos.
Quien más quien menos puede hacerse una idea de la clase de vida que se puede respirar en un régimen totalitario (o quizás no, habría que vivirlo). Tenemos ejemplos en la antigua URSS de Stalin y la más reciente (o no tan reciente) Corea del Norte, por nombrar solo los más sonados, pero creo que la historia de Orwell va un paso más allá. Ya lo dice en boca de sus personajes: el poder no es un medio, sino un fin en sí mismo, y las personas no importan, sólo el sistema importa. Hasta aquí, nada nuevo. Lo realmente terrible es no poder aspirar ni a un solo momento de intimidad, que vigilen todos tus movimientos, todos tus sonidos, e incluso tus pensamientos; hacerte sentir que no eres nada, que siempre estás expuesto a los caprichos del poder, el cual dispone de tu vida a voluntad.
La sociedad que nos pinta Orwell en esta obra no es quizás tan disparatada, o al menos no en muchos de sus aspectos. De hecho, estamos vigilados en los bancos, en las tiendas, en la calle, en nuestros trabajos... La excusa perfecta son los motivos de seguridad, pero prácticamente en ningún sitio estás libre de una cámara que registre todos tus movimientos, salvo en tu casa (de momento).
El otro aspecto que nos describe Orwell es la anulación de las personas como tales; el adoctrinamiento de la generalidad de la sociedad por parte de una pequeña pero poderosa élite, utilizando para ello los más variados subterfugios, entre ellos mantener en la ignorancia a la población. No sé por qué, esto me suena de algo...
Muy recomendable.
La verdad es que está bien pero esperaba otra cosa. Está dividido en 3 partes: la primera bastante interesante, la segunda es bastante aburrida, o más bien pesada (me daba la sensación de que no avanzaba nada la historia) y la tercera también es bastante interesante (sobre todo después de las ganas de que se acabe la segunda). Buen libro para hacer muchas reflexiones que, hoy en día, nos van a venir de perlas.
Poco io nada que añadir a lo ya dicho por cyclope. Lo leí hace muchos, muchos años y en esos momentos me impresionó la angustia de vivir constantemente vigilado. Era imposible que un estado democrático hiciera eso.
Pues bien, eso es lo que tenemos hoy, más o menos disimulado.
Distópía brillante de Orwell que como mínimo nos enseña de Gran Hermano no es una bazofia de televisión.
"Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Dicha"
Pocas novelas se han anticipado tanto al futuro como 1984 que resulta un retrato cruel de nuestro mundo moderno, es la distopía por excelencia.
Una sociedad en extremo totalitaria, que todas las líneas ideológicas coinciden con su antagonista, es decir la gente de derecha afirma que es una crítica al socialismo y la gente de Izquierda dice que ataca al capitalismo voraz convertido en su versión más facista.
El Gran Hermano encarna en Stalin, en Hitler, en el Tío Sam, en Mao, Pinochet, Franco, Fidel o Putin según se quiera ver.
El ministerio de la verdad sería la versión más aterradora de los propios miedos de Orwel cuando vio la manipulación de las noticias en España y escribió en su ensayo sobre la guerra civil española.
"Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente.
(...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido».
(...)
Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia.
¿Cómo se escribirá la historia de la guerra civil española?
(...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad.
(...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no solo el futuro sino también el pasado.
Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco.
Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas.
Nadie puede ser indifetente a 1984, golpea profundamente y nos pone a pensar en un tiempo que ya nos alcanzó.
Opiniones
A pesar de la fama que tiene este libro, no lo había leído hasta ahora. Y me ha gustado, sí. Tiene momentos crudos, estresantes, paranóicos; deseas que la resolución de la historia tenga un final feliz, pero sabes que no es posible, porque el Gran Hermano te vigila y sus tentáculos llegan a taladrar hasta los pensamientos.
Quien más quien menos puede hacerse una idea de la clase de vida que se puede respirar en un régimen totalitario (o quizás no, habría que vivirlo). Tenemos ejemplos en la antigua URSS de Stalin y la más reciente (o no tan reciente) Corea del Norte, por nombrar solo los más sonados, pero creo que la historia de Orwell va un paso más allá. Ya lo dice en boca de sus personajes: el poder no es un medio, sino un fin en sí mismo, y las personas no importan, sólo el sistema importa. Hasta aquí, nada nuevo. Lo realmente terrible es no poder aspirar ni a un solo momento de intimidad, que vigilen todos tus movimientos, todos tus sonidos, e incluso tus pensamientos; hacerte sentir que no eres nada, que siempre estás expuesto a los caprichos del poder, el cual dispone de tu vida a voluntad.
La sociedad que nos pinta Orwell en esta obra no es quizás tan disparatada, o al menos no en muchos de sus aspectos. De hecho, estamos vigilados en los bancos, en las tiendas, en la calle, en nuestros trabajos... La excusa perfecta son los motivos de seguridad, pero prácticamente en ningún sitio estás libre de una cámara que registre todos tus movimientos, salvo en tu casa (de momento).
El otro aspecto que nos describe Orwell es la anulación de las personas como tales; el adoctrinamiento de la generalidad de la sociedad por parte de una pequeña pero poderosa élite, utilizando para ello los más variados subterfugios, entre ellos mantener en la ignorancia a la población. No sé por qué, esto me suena de algo...
Muy recomendable.
La verdad es que está bien pero esperaba otra cosa. Está dividido en 3 partes: la primera bastante interesante, la segunda es bastante aburrida, o más bien pesada (me daba la sensación de que no avanzaba nada la historia) y la tercera también es bastante interesante (sobre todo después de las ganas de que se acabe la segunda). Buen libro para hacer muchas reflexiones que, hoy en día, nos van a venir de perlas.
En mi blog :)
Poco io nada que añadir a lo ya dicho por cyclope. Lo leí hace muchos, muchos años y en esos momentos me impresionó la angustia de vivir constantemente vigilado. Era imposible que un estado democrático hiciera eso.
Pues bien, eso es lo que tenemos hoy, más o menos disimulado.
Distópía brillante de Orwell que como mínimo nos enseña de Gran Hermano no es una bazofia de televisión.
Me gustó cuando lo leí, fue hace muchos años. Me pareció diferente y muy original, hace reflexionar.
"Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Dicha"
Pocas novelas se han anticipado tanto al futuro como 1984 que resulta un retrato cruel de nuestro mundo moderno, es la distopía por excelencia.
Una sociedad en extremo totalitaria, que todas las líneas ideológicas coinciden con su antagonista, es decir la gente de derecha afirma que es una crítica al socialismo y la gente de Izquierda dice que ataca al capitalismo voraz convertido en su versión más facista.
El Gran Hermano encarna en Stalin, en Hitler, en el Tío Sam, en Mao, Pinochet, Franco, Fidel o Putin según se quiera ver.
El ministerio de la verdad sería la versión más aterradora de los propios miedos de Orwel cuando vio la manipulación de las noticias en España y escribió en su ensayo sobre la guerra civil española.
"Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente.
(...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido».
(...)
Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia.
¿Cómo se escribirá la historia de la guerra civil española?
(...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad.
(...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no solo el futuro sino también el pasado.
Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco.
Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas.
Nadie puede ser indifetente a 1984, golpea profundamente y nos pone a pensar en un tiempo que ya nos alcanzó.