Si tengo que puntuar el libro, le daría un siete. El final le ha bajado un poco la “nota”, las últimas cien líneas me han dejado un regusto amargo: ¿qué necesidad había de ser tan explícito?
Aún así, el libro es recomendable con alguna advertencia que no es necesariamente negativa. El libro trata sobre un indio (y, visto el “cacao” religioso del protagonista, es imposible llamarlo hindú) y sobre sus vivencias, sobre cómo vive sus experiencias. Y eso nos lleva a la religión y a la comida. Hace mucho leí “Política de la No-Violencia” de Gandhi. Como me pareció muy interesante seguí con “Reflexiones sobre la verdad”... y, por lo que recuerdo, me encontré un híbrido entre un catecismo y un libro de dietética. Algo así nos encontramos en La vida de Pi. Hay una aventura, en la parte central del libro pero, apenas bajo la superficie, aparece esa forma de pensar que, a un españolito, se le hace extraña.
Opiniones
Si tengo que puntuar el libro, le daría un siete. El final le ha bajado un poco la “nota”, las últimas cien líneas me han dejado un regusto amargo: ¿qué necesidad había de ser tan explícito?
Aún así, el libro es recomendable con alguna advertencia que no es necesariamente negativa. El libro trata sobre un indio (y, visto el “cacao” religioso del protagonista, es imposible llamarlo hindú) y sobre sus vivencias, sobre cómo vive sus experiencias. Y eso nos lleva a la religión y a la comida. Hace mucho leí “Política de la No-Violencia” de Gandhi. Como me pareció muy interesante seguí con “Reflexiones sobre la verdad”... y, por lo que recuerdo, me encontré un híbrido entre un catecismo y un libro de dietética. Algo así nos encontramos en La vida de Pi. Hay una aventura, en la parte central del libro pero, apenas bajo la superficie, aparece esa forma de pensar que, a un españolito, se le hace extraña.
Lo dicho, recomendable con advertencia.
Ha sido un argumento sorprendente, y aunque el final no me ha encantado, si que me parece curioso y entretenido.