Sólo para milenarios. Un refrito como todos como los que acostumbra a fabricar Jiménez, dándole una vuelta al caso de las Caras de Bélmez de la Moraleda el autor encuentra en estas caras los perdidos parientes de María Gómez Cámara, fallecidos en la guerra civil española.
Tremendo, inenarrable e indescriptible. Puede tomarse como una novela de humor... negro y de mal gusto (muy necrológico).
Opiniones
Sólo para milenarios. Un refrito como todos como los que acostumbra a fabricar Jiménez, dándole una vuelta al caso de las Caras de Bélmez de la Moraleda el autor encuentra en estas caras los perdidos parientes de María Gómez Cámara, fallecidos en la guerra civil española.
Tremendo, inenarrable e indescriptible. Puede tomarse como una novela de humor... negro y de mal gusto (muy necrológico).