"Todo el Mundo está harto de Amazon" ha dicho Aurelie Filippetti, ministra francesa de cultura

En Francia se están poniendo las cosas difíciles para Amazon, la ministra de cultura, Aurelie Filippetti, ha declarado en una entrevista en la radio que “Todo el mundo está harto de Amazon” para continuar diciendo que ese sentimiento existe en Estados Unidos donde nació, donde se han perdido 10.000 empleos en las librerías.

Asimismo, anunció duras medidas contra la compañía estadounidense acusándola de Dumping  y de competencia desleal.

Estas manifestaciones de la ministra fueron hechas en el segundo encuentro de bibliotecarios del país galo. También manifestó que se pondría en marcha un plan de ayuda a los libreros, con ayudas de 9.000.000 de euros.

El Sindicato Nacional de Libreros franceses ha anunciado también un plan de ayuda de siete millones de euros. A los que habrá que añadir 2 millones más de euros para la modernización de las bibliotecas y la venta en línea de las librerías francesas.

Por si esto fuera poco la Ministra ha prometido que el IVA de los libros bajará del 5,5% al 5% algo que no acabamos de entender, en vista de la política europea al respecto.

La ministra dijo que “había que respetar el precio único del libro” y que Amazon no hacía al ofrecer a los clientes que reservan por internet una rebaja del 5% y gratuidad en el envío de los libros.

La Ley del precio único se implantó en Francia en 1981 y posteriormente pasó a España que también dicto una ley similar, para proteger a los pequeños libreros contra las grandes empresas de venta de productos culturales.

No son las primeras reacciones contra Amazon en Europa el país vecino, pretende defender su red de pequeñas librerías contra los ataques del coloso americano, el librero es la parte más débil de la cadena y si se implanta el modelo de venta por internet y el libro digital, terminará por desaparecer si no sabe adaptarse a la nueva época en España ha habido reacciones como la de Iberlibro que asocia a miles de librerías, pero no ha habido ningún tipo de ayuda estatal que sepamos. Pienso que por muchas subvenciones que dé el Estado, como no haya una renovación con ideas originales, las librerías no tendrán mucho futuro, salvo que se transformen totalmente convirtiéndose en centros culturales y ofreciendo otros servicios en sus locales, en los que tendrá que haber verdaderos preceptores que ayuden a los vecinos del barrio a elegir un buen libro, entre toda la marabunta de ediciones nuevas y autoediciones que van a inundar el mercado.

En todo caso, seguimos diciendo que lo que es bueno para el usuario, es bueno para la industria editorial, esperemos que toda esta competencia redunde en bajar los precios de los ebooks y de los libros de papel.