Sarkozy se posiciona con respecto al plan de digitalización de libros de Google.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha declarado que "No permitiremos que se nos prive de nuestra herencia para beneficio de una gran empresa, no importa lo amistosa, grande o americana que sea", manifestó Sarkozy en clara referencia a Google, pero sin nombrar a esta empresa.
En una mesa redonda celebrada en Geispolsheim al este de Francia, el presidente indicó que la digitalización de libros será uno de los proyectos que financiará un préstamo nacional previsto de miles de millones de euros en el 2010.
"No se nos va a privar de lo que generaciones y generaciones han producido en la lengua francesa simplemente porque no fuimos capaces de financiar nuestro propio proyecto de digitalización", agregó.
El primer ministro francés, Fran‡ois Fillon, ordenó el mes pasado la creación de una comisión para estudiar cómo preparar al sector editorial para una reforma, ya que dijo que es necesario evitar el tipo de daños que las descargas ilegales han causado en el mundo del cine y de la música.
En una carta abierta, hizo una lista de posibles estrategias, entre las que estaría escanear el contenido de las bibliotecas europeas. También hacía referencia a aplicar las leyes contra la 'piratería' en Internet en el mundo editorial, pedir a las editoriales que propongan modos de controlar las descargas y desarrollar el mercado de los libros digitales legales.
El Parlamento Francés aprobó en septiembre la conflictiva "Ley Sarkozy" que permite a las autoridades desconectar el servicio a los usuarios de internet que realicen descargas ilegales.
No es la primera vez que los gobiernos europeos han tratado de unirse en torno a las nuevas tecnologías digitales, en abril de 2005 el Presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, y el Canciller alemán, Gerhard Schröder tomaron la decisión de crear Quaero (yo, busco en latín) un motor de búsqueda que pretendía indexar 8 millones de páginas web europeas, en el proyecto iban a cooperar Thomson, Deutsche Telekom, France Telecom, y el buscador francésexaleadal final todo se quedó en agua de borrajas, porque faltó el dinero necesario para llevar adelante la iniciativa.
En nuestro país el mismísimo presidente Zapatero tuvo que salir al paso en los medios de comunicación, negando que el gobierno fuera a cerrar nunca una página web o un blog, ante la masiva protesta de los usuarios de internet en la red, y más allá en el mundo no virtual, convocando una manifestación no autorizada ante las puertas del Ministerio de Cultura el tema lo tratábamos el 4-12.Por otra parte, aquí si que se está digitalizando el fondo editorial de la Biblioteca Nacional, aunque con fondos privados gracias a la labor de mecenazgo de Telefónica de España, que está asumiendo los gastos del proyecto. lo anunciábamos el24-11
Se hace dificil entender estas reacciones desde mi punto de vista poco meditadas y basadas en cierto sentimiento nacionalista con respecto al poder de una empresa multinacional. Según hemos percibido en Luis Collado director de Google Books de España, la actitud de esta compañía es bastante abierta y dialogante, según se evidenció en la entrevista que publicamos el 22-11y que tuvo cierta difusión en los medios. Los estados europeos tienen sus propias leyes, y ninguna compañía foranea va a poder vulnerarlas por mucho que se empeñe. De eso Google es consciente y por eso ha manifestado que está dispuesta a dialogar con cuantas instituciones y organismos oficiales lo deseen.
¿Entonces por qué tanta crispación?. Los políticos deberían de mirar más por los intereses de los usuarios, de los lectores, que por hacer declaraciones efectistas que quedan muy bien de cara a la galería, pero que no solucionan nada, si no van respaldadas posteriormente por medidas concretas. Que todo el saber que ha desarrollado el hombre a lo largo de la historia esté al alcance de cualquier habitante del planeta, no es malo, que todo ese patrimonio esté en manos de una sola empresa privada, no es bueno, pero precisamente para eso elegimos a los políticos, para que regulen la sociedad, para que dicten normas para que el mercado no se pueda monopolizar por una compañía, y también para que apoyen a la industria de los paises, en este caso concreto a la editorial. Pero poca innovación se ve por parte de la administración, y salvo la iniciativa privada, que afortunadamente cuenta con directivos con mucho empuje, no vemos que se ponga solución al tema. En EE.UU. por lo menos tienen el tercer poder, la Justicia que corrige las deficiencias de los otros dos, y estamos a la espera del dictamen de sus tribunales, en Europa, ni los políticos parecen ponerse de acuerdo, ni los Tribunales tienen una denuncia sobre la que pronunciarse, con lo que finalmente la marcha inexorable de la historia solucionará el problema por la via de los hechos consumados.
Pienso que si que habría que hablar con Google, y con los empresarios y profesionales del libro de España, y del resto de países, fijar las reglas del juego, aclarar los límites hasta donde puede llegar el gran buscador americano, impedir mediante una legislación clara que el mercado se pueda monopolizar por ninguna empresa, y hacer todo esto pensando en el interés de los usuarios de internet, que finalmente son los interesados, para eso están los políticos para proponer leyes que equilibren las desigualdades y eviten los abusos, y también para que permitan el desarrollo del libre comercio dentro de la competencia del mercado, lo demás son brindis al sol, mientras esperamos lo que hagan en Estados Unidos, tiene razón Luis Francisco Rodríguez director de Publidisa.