RELATO 8, LO OÍ, LO VIVÍ Y ES LA PURA VERDAD, I CONCURSO DE LITERATURA Y MEDIO AMBIENTE
Supongo que es inevitable, visto mi apodo, que este relato me haya evocado Fagorn, el bosque de los ents en el “Señor de los anillos”, aunque en este caso, como se verá, la foresta carezca de pastores.
Como imagináis, nos encontramos ante una fábula en la que la sensibilidad del autor nos permite cambiar el punto de vista y sentir nuestras acciones, como humanos, desde la piel (¿corteza?) del objeto de ellas.
Es un cuento breve, se lee como se come un bombón y quizá nos de pie para discutir sobre la diferencia, cuando la hay, entre nosotros primates y los castores.