Relato 40 – El aviso de la muerte

El título de nuestro cuadragésimo relato es muy acertado. No lo digo por la relación con el contenido del cuento, algo que juzgaréis vosotros mismos, sino por la relación con el miedo, el terror. Probablemente coincidiréis conmigo en que, muchas veces, no es tanto el hecho en sí lo que provoca el ansia sino la espera, la anticipación, la prefiguración del acontecimiento.

Supongo que hablo del mismo mecanismo mental que nos hace temblar, llorar de alegría o sentir asco ante lo leído en un párrafo, cómodamente sentados en nuestro sillón favorito, en momentos en los que no podemos sentirnos más alejados de cualquier estímulo que pueda provocar estas sensaciones.

Se dice que la belleza está en los ojos del que mira. Creo que con este relato concordaréis que el miedo habita en la imaginación del que lee. Y seremos nosotros los lectores los que nos acongojaremos.

Relato 40 – El aviso de la muerte

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