Parnassus, una librería independiente que se abre en Nashville con un modelo de negocio diferente
De EE.UU. no sólo nos llega Amazon, Apple, Microsoft, etc. también empiezan a surgir ejemplos de otras formas de hacer negocio en el mundo editorial.
No podía ser de otro modo, debido a que la capacidad de innovación y de apoyar a los emprendedores, ha sido una constante en este país, que se formó básicamente con gente que dejó atrás todo, para ir a un nuevo continente y construir una vida nueva.
Allí realmente la presión de las ventas de internet, con el consiguiente decaimiento de las grandes superficies de venta, como Barnes & Noble están provocando situaciones tales como que en Nashville ciudad famosa por su cultura musical, donde nacieron Johnny Cash, y varios cantantes de country, se quedaron sin una librería abierta, y estamos hablando de una ciudad de más de 600.000 habitantes, la más cercana estaba a 80 kilómetros, y era un centro de Barnes & Noble.
Esto ha llevado a Ann Patchett y Karen Hayes la primera una escritora con éxito que tiene varios bestsellers en su haber y la segunda directiva prejubilada de una importante editorial americana, se embarquen en una aventura empresarial, tratando de reivindicar la librería tradicional de barrio, aquella que está cercana a la gente, que permita participar a la comunidad en su gestión.
En un artículo de Margaret Renklpara Chapter 16 se desarrolla la historia de esta iniciativa, todo empezó cuando cerró la última librería que quedaba abierta en la ciudad, contra lo que se reveló la escritora Ann Parchett natural de Nashville, lo cual, le hizo idear una forma de negocio nueva, en la que se diera participación a la comunidad, creando un punto de encuentro para aquellos que aman la cultura y los libros.
Este es el futuro del negocio de los libros:. Una librería de barrio, algo que forma parte de la comunidad y que se adapta a servir a la comunidad" dijo Karen Hayes
Para empezar, desecharon el modelo de grandes superficies de venta, (más de 10.000 metros cuadrados) para ir a un modelo de local más pequeño, así Patchett declaró:” Acabo de llegar de Libros Greenlight, en Brooklyn, y es una tienda preciosa, y es de 2.000 pies cuadrados.(unos 600 m2) Y pensé, "Wow, 2.000 pies cuadrados, bien diseñados, es un montón de espacio." No se puede tener todos los libros, y creo que ahí es donde hay librerías a las que les salió mal, ya sabes, con estas grandes superficies, pensando que podrían tener todos los libros . Y después Amazon nos mostró lo que significaba tener todos los libros. Se trata de reflejar el gusto del consumidor, y tal vez con eso se convierta en algo en lo que va a participar el consumidor : "Estos son los libros que amamos. Estos son los libros que queremos recomendar y poner en tus manos, eso es lo que queremos decirle los libreros al vecino del barrio”
Hayesmanifestó: He visto las librerías independientes a través de una gran área de Cleveland a Kansas City a Austin para la costa este y que son las tiendas simplemente increíbles. Son todas diferentes, pero todas encajan en sus comunidades, y por eso han durado. Por lo que he visto hay un montón de diferentes maneras de que esto pueda funcionar, aprendí un montón que me permitirá ser capaz de hacer esto.”
Cuando le preguntaron como quería que fuera la librería Hayes dijo: “Bueno, será dictado en parte por el espacio, pero sé desea que tenga un gran aspecto, en realidad exhibe los libros. Y yo quiero que sea un lugar para familias, así como para los amantes de la literatura, los libros para niños son tan vitales para una librería, porque esa es una forma de llegar a la comunidad y ser parte de la comunidad. Quiero un espacio para que la gente pueda sentarse, quiero sillas y bancos, para que la gente se sienta cómodo. Espero que pueda haber una oportunidad para un café, también, porque eso le ayuda a hacer que la gente se sienta cómodo.
Y continua explicando las dificultades que conlleva la apertura de un negocio, si vamos a la página de la librería Parnassus, nos encontramos con que se da la oportunidad de ser socio fundador de la misma con distinta opciones de descuentos, libros autografiados, invitaciones preferentes a charlas y lecturas de autores conocidos, etc.
Es una forma distinta de enfocar el negocio de las librerías, de alguna manera es un retorno a algo anterior, a una forma de ejercer el oficio de librero de otra forma, siendo un preceptor, un orientador, algo que ya decían hace dos años en el FICOD 2009 los profesionales del sector, como Juan González de Grammata y Luis Francisco Rodríguez de Todoebook, pero no vemos que las librerías se hayan hecho mucho eco de estas propuestas. En Estados Unidos, las autoras como Ann Patchett se suben a sillas para defender la librería tradicional según podemos ver en este video.
Esperemos que aquí se tome ejemplo de iniciativas como esta, y las librerías se vayan convirtiendo poco a poco, en centros culturales en los barrios, un sitio donde ir a tomar un café, en donde sentarse con los niños para que vean los libros, donde se pueda escuchar a los autores e intercambiar impresiones con ellos, ese creemos que es un buen camino.