Ovejas Negras
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Es una excelente noticia la que recogía ayer nuestro compañero Isidro sobre las ventas de libros electrónicos en español en Estados Unidos. Precisamente en estos días, la AAP (la asociación de editoriales de aquel país) ha revelado que la venta de libros electrónicos supone ya un 22,5% del total de los ingresos de sus asociados, lo que supone un notable incremento con respecto al 17% que acumulaban en 2011. Este registro, que dio comienzo en 2002, constata que en aquel entonces la venta de e-books representaba apenas un 0,05% de los ingresos de las editoriales. Está claro que los libros electrónicos se están imponiendo de forma contundente y sin duda, representan el futuro para las editoriales.
Apoyando estos datos, ayer se celebraban los “Oscar” de los libros electrónicos, los premios Digital Book Awards, patrocinados por Kobo e Inkling, que concedían premios a los mejores y más vendidos libros electrónicos del año. La gala se celebraba al final del segundo día de la Conferencia para el Libro Digital (Digital Book World Conference and Expo), todo un éxito de asistencia y atención mediática. Podéis ver la lista de ganadores en Goodreader.com.
Sin embargo, cuesta creer que entre tantos libros de calidad se cuelen las “ovejas negras” de libros que (perdóneme, señor Bradbury) deberían haberse quemado hasta desaparecer. Me refiero a la “literatura” fascista, tendenciosa o discriminatoria que encabeza, igual que las listas de descargas en Amazon o i-tunes, el Mein Kampf de Adolf Hitler. No es que yo sea devoto de las Sombras de Grey (en segunda posición), pero le daría a las 50 Sombras el Digital Book Award con tal de que no fuese verdad la noticia que daba la zona digital de Excite.es.
Algunos medios especializados justifican este dato argumentando que cuando se lee un libro electrónico en un espacio público, las personas de alrededor no pueden saber lo que se está leyendo por la portada, por lo que este "anonimato" permite a los interesados leer el polémico libro con total libertad. El libro escrito por Hitler en 1923 mientras estaba en la cárcel y considerado como la base de su ideario, se lee por curiosidad, por lo que, según explican desde Estados Unidos, esta posición privilegiada no se debe a un auge de la extrema derecha.
Cuando visité el “Museo del Horror” en Berlín las navidades pasadas, me prometí a mi mismo olvidar a tan abominable personaje y su obra para centrarme en cualquiera de las emocionantes y ejemplares historias de los que salieron de aquel horror sin odio hacia sus torturadores, sino con una inconmensurable ansia de libertad y solidaridad. Vean, si no, la reciente película “La ladrona de Libros” como botón de muestra. O léanla. Que la disfruten.
(Fuentes: zonadigital de excite.es, engadget.com, goodreader.com y zonaereader)
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