Neuroimplates
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La ciencia ficción no existe. Todo es posible. Y si no, lo será. Dicen que para el 2020, pero yo creo que será antes ¿Creen ustedes que ver en la oscuridad, grabar imágenes con sus ojos, oír a distancia -incluso conversaciones de una línea telefónica intervenida-, disponer de una memoria adicional o una conexión satelital o móvil en el cerebro, etc. es cosa de películas como Matrix? Pues no. Las tecnologías médicas, quirúrgicas y electrónicas que lo permitirán, ya existen. Tengo alumnos sordos con implantes cloqueares con los que pueden “oír” en su cerebro, familiares con un marcapasos, y los implantes de retina ya son el pan -sintético- de cada día.
Todas estas tecnologías se basan el mismo principio: un dispositivo externo o interno, ya sea un micrófono, una cámara de vídeo o un microchip, que captura sonidos o imágenes y los procesa, o que controla procesos vitales, utilizando los resultados para crear los impulsos eléctricos que estimulan uno u otro sentido, acercándose prodigiosamente a la realidad.
De ahí a navegar por Internet, sin necesidad de gafas especiales, hacer llamadas telefónicas, leer un libro o descargar contenidos directamente al cerebro y almacenarlo(¿quién quiere ser Johnny Nemonic?) será lo cotidiano mañana mismo. Ríanse ustedes de Ender Wiggin subvocalizando a Jane en su implante auditivo órdenes o cuestiones (hay que leerse la saga de Ender, de Orson Scott Card): pronto será prehistoria. Igual que llegarán a serlo los implantes de los personajes de Ciudad Abismo.
Sin embargo, todos estos “Milagros” de la ciencia no están exentos de debate moral y de posibles problemas o efectos secundarios. Está el obvio peligro del ansia de poder: ¿se imaginan poder controlar a la humanidad a través de los implantes que todos poseerían? ¿Qué gobierno no mataría por controlar ese poder? ¡Y nos preocupamos de que Estados Unidos haga escuchas telefónicas!
Por el momento, los científicos no están preocupados por el dilema moral, solo por los beneficios terapéuticos. Con esa bandera se están adentrando en campos inimaginables hace apenas una década, excepto por los escritores más visionarios. Según el diario “The Boston Globe”, Washington planea gastarse más de 70 millones de dólares para avanzar en el terreno de los implantes cerebrales. El futuro ha comenzado.
Fuentes: The Wall Street Journal, Infowars.com
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Opiniones
Dudo muchísimo que veamos eso... y menos en 2020.