Las librerías se diversifican ofreciendo otros productos
Hace unos días, dábamos cuenta de los intentos de conservar el negocio librero en Estados Unidos, en una ciudad de más de 600.000 personas que se quedó sin ninguna librería por la competencia de los libros electrónicos y las grandes superficies.
Imagen editada por Ric_S del equipo de coordinación de Zonaereader
Vivimos en una aldea global, y la prueba es que un artículo de la información.com publicado hoy 2-1-2012 se comenta como algunas librerías del centro de Madrid, están adaptándose a los nuevos tiempos y junto a las estanterías llenas de libros, están vendiendo otros productos.
Así según se comenta en el artículo no es extraño encontrar junto a los libros, camisetas, vasos, tazas, utensilios de cocina, mapas, posters, botellas de vino, posavasos, cajetillas de tabaco, marcos digitales, DVDS de películas, CDs de música, pantuflas, incluso iconografía religiosa, en el caso de librerías dedicadas a esta temática, incluso amuletos y toda una colección de iconos, piedras y gemas, en las librerías especializadas en santería y esoterismo.
No sólo es que las librerías se especialicen, es que además diversifican su negocio, se adentran en campos inexplorados anteriormente, y es que poderoso caballero es Don Dinero, el margen que proporcionan estos productos, es mucho mayor que el de los libros, que a pesar de la crisis, están resistiendo medianamente bien el envite del decrecimiento, en el año 2010 se produjeron ventas por 590.951 euros, mientras que en el 2009, lo fueron por 630.181 euros, un porcentaje un 6,2 por ciento menor, que con los tiempos que corren, tampoco está tan mal.
En los últimos años se ha visto una tendencia a aumentar el número de títulos editados, aunque con una tirada menor, buscando el surgimiento de algún autor que dé el salto en el mundo editorial, pero esta avalancha de novedades, produce que un libro dure en los anaqueles de la librería apenas un mes, y que se esté renovando continuamente las existencias disminuyendo los fondos especializados.
En Madrid, hay varios ejemplos de esta diversificación, por ejemplo en la librería “Tipos Infames” donde se entregó el premio al autor ganador del primer concurso de Relato Corto de Ciencia Ficción de Zonaereader, se puede tomar una copa o un refresco acompañado de una consumición, a la vez que se oye alguna actuación musical, o bien se asiste a un acto cultural, también está Ecocentro, que es a la vez, un supermercado de productos ecológicos, un restaurante, un centro cultural orientado a la espiritualidad, y una librería bastante extensa sobre literatura especializada en estos temas.
Por supuesto que no todas las librerías han tomado este camino, La Casa del Libro ubicada en pleno centro de Madrid, en la Gran Vía, sigue abarrotada de público a cualquier hora del día, y es un centro de referencia para los madrileños aficionados a la lectura, pero ya han sacado su propio ereader y cada día venden más a través de su página web.
Y no sólo se venden libros en las librerías, también en los kioskos, se venden los últimos bestsellers, curioso proceso el que estamos observando en el mercado editorial, la especialización, se manifiesta con la mixtura de otros elementos que sirven para diversificar la oferta, pero que de alguna manera, hacen perder la identidad de lo que eran los viejos libreros de barrio, todo sea por la pervivencia de la cultura y la difusión del conocimiento.