Las descargas ilegales de libros electrónicos crecen en España
José Manuel Tourné director general de la Fundación para la Protección de la Propiedad Intelectual, ha presentado el informe Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales realizado por encargo de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos.
El informe especifica que el volumen de negocio legal ascendió a 1.560,7 millones de euros en el primer semestre de 2010 con un crecimiento del 2,6% respecto al primer semestre de 2009 (no todo van a ser malos datos).
Sin embargo la piratería sigue constituyendo un volumen casi cuatro veces mayor que el valor del consumo legal ascendió a 5.212,4 millones de euros.
Lo que nos llama la atención del informe es que las descargas ilegales de Internet de libros electrónicos sufrieron un incremento que casi duplica el del semestre anterior llegando al 35,1% Un 24% de los encuestados han manifestado que se han descargado ebooks por Internet.
Lamentablemente seguimos presenciando como la piratería de libros digitales sigue su ascenso, y que las medidas represivas adoptadas, no parecen tener mucha efectividad sobre las descargas ilegales.
Hemos tratado este tema muchas veces, y nos hemos cansado de repetir que el camino para acabar con la piratería no es otro que abaratar los costes, que al usuario de Internet no le sea rentable complicarse la vida buscando determinadas páginas que le van a generar más complicaciones que soluciones, porque no sean seguras o el formato de los libros que se baja, o las versiones a las que le dan acceso estas páginas, no estén maquetadas de forma correcta.
El modelo de Amazon, ya explicado recientemente en esta página, empieza a configurarse como un paradigma, de por donde deben de ir las cosas, y empiezan a surgir nuevas ideas sobre el negocio de los contenidos digitales, creo que cada vez está integrándose con más fuerza, la idea de que las editoriales sean una especie de repositorio, de Biblioteca a la que se puede acceder a través de internet para alquilar un libro, lo mismo que se puede hacer en una Biblioteca Pública, quedándose la impresión bajo demanda para aquellos libros que los lectores quieran tener en papel impreso, por un interés especial en ellos. Fenómenos como Spotify y Netflix estan en franco desarrollo y es previsible su implantación futura.