En China ya se lee más en digital que en papel.
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Hace poco decíamos que las ventas de libros digitales siguen incrementándose en EE.UU. Siguiendo su buena marcha hasta el 2017, fecha en la que se prevé que las ventas de libros digitales superará a la de papel.
Ahora le toca el turno a China que empieza a destacarse ya no, como una potencia de productos de baja calidad sino como un país que va a marcar tendencias en muchos sentidos. Tal vez no en el diseño, la cultura y el arte —para eso haría falta una liberalización política— pero si desde luego en el terreno de la técnica. Más de mil trescientos millones de consumidores es inevitable que marquen el camino de muchos hábitos de consumo. También en el terreno del arte empiezan a verse muestras de una producción nueva con elementos culturales frescos. Ya ha ocurrido en otros tiempos de la historia y en otras latitudes. Parece que se da una concomitancia entre la expresión artística y los cambios sociales. Por ejemplo en latinoamérica con Salvador Allende y la explosión de cantautores y también en España desde un poco antes de la transición. Ni que decir tiene la revolución hippie y el salto musical que se dio en los sesenta. Es como si la cultura y el arte estuvieran encerrados, limitados y al romper sus cadenas se desbordan en una cascada de formas nuevas que sintetizan las inquietudes reprimidas del grupo social. Lo que viene después no tiene que ver con lo anterior, es como si una generación rompiera con sus antecesoras y sentara unas nuevas reglas sociales.
Pero no nos vayamos del tema que nos ocupa: La Academia China de Prensa y Publicaciones ha dado a conocer una encuesta en la que se descubre que un 58,1% de los chinos en el 2014, leyeron libros o diarios digitales, ocho puntos más que en el pasado año. Por contra el porcentaje de lectores en papel fue del 58% solamente 0,2% más.
Sin embargo, está claro que los ereaders constituyen un segmento reducido del mercado, a pesar de que China es la mayor productora de estos aparatos. Solamente un 5,3% utiliza los lectores de libros digitales, por un 51,8% que usan el teléfono móvil para leer y un 49% que utiliza el ordenador y por último un 9,9% que se decanta por las tablets. Este último dato, es bastante interesante, parece que las tablets al final, no están pudiendo con los móviles.
Los aficionados que leyeron libros digitales, pasó del 19,2% en 2013 al 22,3% en el 2014. La media por usuario es de 3,22 libros, frente a los 2,48 de 2013.
El tramo de edad que más leyó, es el comprendido entre los 18 y 39 años. El 67,7% de los sondeados dijo que leía en pantalla.
De nuevo se ve la tendencia a la desaparición del papel, y al estancamiento de los ereaders en favor de otros dispositivos del mercado, aunque se siga manteniendo un sector de aficionados a la lectura que conservan las curvas de ventas de lectores de libros digitales.
Fuente: ABC.es
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