El próximo 16 de noviembre se inaugura FICOD
La edición de este año, en principio supone un retroceso con respecto al año anterior, ya que no hay dentro del foro, una sección especial dedicada a los lectores electrónicos, hemos repasado los talleres, los ponentes, y las diversas conferencias, y realmente merece la pena asistir por la cantidad de información que se va a transmitir sobre el mundo de los contenidos digitales y de internet, pero echamos en falta ponentes como Juan González de Grammata, Luis Francisco Rodríguez de Publidisa, Luis Collado de Google España, y otros que el año pasado arrasaron en cuanto a la capacidad de convocatoria, llenando las salas de conferencia, y obligando a la numerosa audiencia a seguir la ponencia fuera de la sala en pantallas habilitadas para ello.
Para nuestro asombro, tampoco se habla del libro electrónico salvo de pasada en algunas ponencias en las que se mencionan algunas tendencias nuevas, pero en principio, insistimos que nada que ver con la feria anterior, en el que la edición electrónica en su aspecto de hardware, (lectores electrónicos) como de software, (libros electrónicos) fue la estrella de la feria.
¿Que ha ocurrido? Pues no lo sabemos, podemos lanzar hipótesis tales como que las tablets han anulado la expectativa sobre los lectores de tinta electrónica, o bien la desilusión sobre la tardanza en llegar del tan cacareado y anunciado boom del lector electrónico que no llega nunca, no lo sabemos, en todo caso, esa es la realidad, no hay tanta expectativa como hace un año, cuando todos los editores estaban preocupados por su futuro, y los libreros circulaban por los pasillos de la Feria, tratando de encontrar un poco de luz que alejara los negros nubarrones que se cernían en el horizonte.
Al final el lector electrónico se ha convertido en un tigre de papel, ya no asusta a nadie, Google no puede hacer la competencia a las grandes editoriales porque no tiene los derechos de propiedad intelectual de las obras de moda, experiencias como la de Libranda han traido la calma a todos los eslabones de la cadena productiva editorial, pero la realidad, es que no parece que haya triunfado esa iniciativa que al poco de lanzarse al mercado, obligó a su máxima responsable a reconocer las deficiencias de la misma, como el ridículo número de libros puestos a la venta, y el excesivo precio de los mismos. En cuanto a la vertiente de dispositivos electrónicos, hoy ya nadie habla de lectores electrónicos, todo el mundo habla de las tablets.
Si resulta que el tsunami de los lectores electrónicos, finalmente se ha convertido en una marejadilla del Cantábrico, no es menos cierto que cada vez se ven más ereaders en manos de los pasajeros del transporte público, y que el que empieza a usar la tinta electrónica, ya no la abandona nunca, prefiriéndola a las pantallas retroiluminadas, manifiestamente ineficaces para leer textos extensos, por muy divertidas que resulten para jugar con ellas o para ver videos.
Esta humilde página, ha pasado de 300 usuarios en el mes de agosto a más de 7.200 en al actualidad y la mayoría no han comprado todavía un lector acuden a esta web para informarse sobre cual es mejor, la tinta electrónica crece a un ritmo más lento del esperado, pero de forma inexorable si los contenidos digitales no siguen el mismo patrón, la industria editorial repetirá ínevitablemente el mismo fenómeno que la música y veremos proliferar las páginas de libros electrónicos "gratis" ¿como competirán los editores contra ese precio? ideas empiezan a surgir, como la publicidad en los libros digitales, pero no estamos seguros de que eso sea la panacea, o se baja el precio de los libros siguiendo la política de Amazon, sin que superen los 7 euros o la industria editorial estará condenada al fracaso.