El legado de Snowden

      Leo en El País que “los servicios de inteligencia españoles tienen la fundada sospecha (sic) de que la NSA ha rastreado millones de conversaciones telefónicas, SMS o correos electrónicos con origen o destino en España, igual que en Francia o Alemania”. Qué mal van a quedar nuestros servicios de inteligencia cuando otros países, como Francia o México, que ya han expresado su protesta formal y han pedido explicaciones, tienen la certeza de que esto ha sido así. Snowden ya había proporcionado abundante evidencia de datos de llamadas que la NSA había intervenido y grabado, así como del acceso a los datos asociados a las mismas (identidades, direcciones, etc.).
      ¿Cómo es posible que una legislación tan celosa de la protección a la intimidad como la española se haya dejado espiar de una forma tan impune e indetectable? Y ahora que se sabe, gracias al bueno de Edward, que el gobierno de Estados Unidos ha permitido dichos “rastreos” ilegales -puesto que sólo bajo control judicial pueden permitirse-, ¿va a emprender acciones legales nuestro país contra los “dueños del mundo” o sólo les va a tirar de las orejas por haber sido chicos malos, como hizo Gonzalo de Benito ante Wendy Sherman el pasado julio? ¿Se van a limitar a reprochar a la NSA su torpeza por no ser capaces de evitar filtraciones, como cuando el caso Snowden estropeó la reunión de Servicios de Inteligencia en West point en agosto, o van a coger al toro del espionaje ilegal por los cuernos (con perdón)?
      A estas alturas, todavía estamos esperando una respuesta, aunque es fácil de deducir: Snowden está desterrado en la fría Rusia, Manning está en la carcel, y Assange está entre la espada y la pared, atrapado en la embajada de Ecuador en Londres (por mucho que reciba visitas como la de Lady Gaga). Todo el que levanta la mano desaparece de la foto.
      Dice la BBC que el próximo periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tratará los casos de espionaje de EE.UU. sobre diferentes gobiernos de la región. Veremos si llegán a alguna conclusión. Aquí en españa ya se han olvidado de los “traidores”, y lo peor es que ya se han olvidado de que el Gran hermano estadounidense sigue vigilándonos.
(Fuentes: El Pais, BBC.co.uk)