Amazon se convierte en prestamista financiero para las empresas que venden a través de su portal.
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No sólo se dedica a vender libros y ereaders Amazon, vende cualquier cosa por internet, y también nos llegan noticias de que se ha internado en el campo de la intermediación financiera.
Una empresaria americana, necesitaba con urgencia financiación para comprar mercancía para la temporada navideña y Halloween. Acudió a un banco pero este rechazó su petición de préstamo.
Sin embargo se encontró con la agradable sorpresa de que tenía preconcedido un préstamo de Amazon Services Inc. Que en base a las ventas realizadas a través del vendedor minorista, de su empresa le había estudiado la posibilidad de concederle un crédito.
Utilizó esta opción, pidiendo prestados 38.000 $ (29.188€) en julio y otros 13.000$ (9.985€) el mes pasado.
Amazon no deja de sorprendernos, porque está claro que quiere abarcar muchos más segmentos de la cadena productiva de lo que nos imaginamos.
Esta iniciativa que comenzó a finales de 2011, está sirviendo para que muchos empresarios americanos, obtengan financiación del vendedor gigante de internet, pero ya han declarado sus directivos, que los préstamos a terceros vendedores con sede fuera de EE.UU. es algo que sin duda van a estudiar.
Como no podía ser de otra manera, Amazon ofrece los préstamos más baratos que la banca, las tasas van desde un interés menor del 1% hasta el 13%, mientras que ahora mismo, en los Estados Unidos, se están pagando intereses que se sitúan entre el 13 y el 19%.
La tremenda ventaja que tiene la compañía americana, sobre los bancos, es que sabe perfectamente lo que vende la empresa prestataria a través de su página, y concede el préstamo con unos indicios claros de que el comerciante va a poder devolver el dinero que ha calculado en su scoring que se le puede prestar.
De esta forma, realiza campañas publicitarias, enviando correos electrónicos a las empresas que venden a través de Amazon, informándolas de que tienen preconcedido un préstamo por la cantidad que ha calculado que puede pagar, en base a las ventas que realiza a través de su portal.
Es un negocio redondo, basado en unos datos ciertos, que ya quisieran tener las entidades financieras a la hora de conceder sus préstamos.
Pero no todo es tan fácil para la multinacional americana, ya que algunos empresarios son reticentes a recibir dinero prestado de Amazon, porque interpretan que de alguna manera se le está cediendo con ello, parte del control que tienen sobre su negocio. Un empresario americano que vendió 125.000$ (96.000€ aprox.) a través de internet, la mitad de ellos aproximadamente por Amazon, y el resto a través de su web y eBay, manifestó: "Una vez que te encierras en un préstamo con Amazon, entonces puede que sea más difícil que usted pueda vender en otros lugares."
Sin embargo, con los tiempos que corren, es muy posible que la compañía de Seattle, esté obteniendo importantes ingresos por este modelo de negocio, porque las necesidades de financiación de las empresas son perentorias en estos momentos.
Amazon cobra una comisión por vender a través de su página web de entre un 6 a un 15%, con está política de apoyos financieros a sus clientes, les ayuda a ampliar sus ventas a través de internet, y con ello gana no sólo con ese aumento de ventas, también con el interés de los préstamos que ha concedido, para la obtención de la mercancía vendida, con lo que al final, el margen que le puede quedar podría oscilar entre el 7 y el 28%, un negocio redondo.
Si a esto le sumamos que Amazon también da el servicio de almacenar, empaquetar y enviar las mercancías de los empresarios que venden a través de su página web, nos encontramos con que se incrementa todavía más el margen de beneficios, y además en caso de concesión de un préstamo, las mercancías depositadas, sirven como garantía del crédito concedido, ya que en caso de impago, el prestamista, se podría apropiar de la mercancía adquirida por el comerciante, depositada en los almacenes de Amazon.
Estos préstamos por otra parte, se limitarían solamente a la mercancía que se va a vender a través de su página web, con lo que se refuerza la fidelización del cliente.
La mecánica consiste en que el vendedor recibe el dinero en su cuenta de Amazon, y posteriormente se le van descontando los pagos del préstamo de los ingresos periódicos por ventas que realiza mensualmente la compañía americana.
Como Amazon tiene datos exactos de lo que vende la empresa a través de su página, el préstamo tiene unos riesgos mínimos, y no hace falta pedirle muchas garantías patrimoniales al prestamista, que no verá comprometidos sus bienes personales, en la concesión del crédito.
Amazon no deja de sorprendernos, el uso que hace de internet, es totalmente eficaz y va muy por delante en muchos aspectos de sus competidores.
Veremos que ocurre en España, si finalmente se decide a lanzar esta política de financiación en un mercado financiero, donde los empresarios no obtienen préstamos de la banca.
Fuente: The Wall Street Journal
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