Algunas señales de tráfico en el futuro, serán de tinta electrónica.

Nos hemos resistido a incluir la noticia, por no seguir insistiendo machaconamente con las distintas aplicaciones de la tinta electrónica, pero es que en este caso los austalianos han combinado algo que llevamos diciendo mucho tiempo y que pocas veces se ha hecho. Nos referimos a combinar la energía fotovoltaica con las pantallas de tinta electrónica.

 

 

En la ciudad de Sidney han instalado alrededor de 100 señales de tráfico en el centro de negocios de la ciudad. Estos paneles podrán ser cambiados via 3G desde un ordenador central que controlará toda la red de señales inteligentes.

 

 

Pero no se queda ahí el asunto, lo más interesante es que todos los paneles serán autosuficientes desde un punto de vista energético gracias a unas placas fotovoltaicas que llevan incorporadas que las permite independizarse de la red eléctrica.

 

De momento las señales indican los lugares en los que dependiendo de la densidad del tráfico, estará prohibido aparcar. Esta versatilidad mejorará considerablemente el tráfico rodado, ya que en los picos de tráfico, se prohibirá el aparcamiento en zonas congestionadas de la ciudad. Y todo esto desde un servidor 3G en tiempo real, sin necesidad de andar desplazando operarios que cambien las señales manualmente.

 

Al igual que con los ereaders, se ha incorporado una iluminación a los aparatos que los hará visibles por la noche. También se han tomado medidas informáticas para impedir que los hacker hagan algunas de sus travesuras con el tráfico, al colarse en la red 3G. Y esto, no es por paranoia el pasado mes de junio, las señales de tráfico públicas fueron cambiadas misteriosamente para animar a los Golden State Warriors equipo de baloncesto de San Francisco.

 

Estas señales tienen una ventaja también en el ahorro del trabajo necesario para implantar señales provisionales en la ciudad. Por ejemplo en Los Ángeles cuna del cine, cada año se ponen más de 500.000 señales de tráfico provisionales para restringir el tráfico, debido a las numerosas películas que se ruedan en esa ciudad. Esto supone un gasto de 9,5 millones de dólares anuales en sueldos de funcionarios e inversión en señales de tráfico. Evidentemente si se hiciera todo de forma centralizada a través de una red de señales de tráfico de tinta electrónica, el coste se reduciría drásticamente. Curiosa ligazón de la tinta electrónica con la energía solar y la filmación de películas. ¿Para cuando los ereaders con paneles fotovoltaicos? Pues esperemos que pronto. De momento la empresa eslovena que ha fabricado esta tecnología la ha aplicado a otro campo.

 

Fuente imagen y noticia: VISIONECT


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