¿Se acerca el fin de las pantallas tal como las conocemos?

Hace casi un año y medio, hablábamos en esta página de una investigación que estaba haciendo la Universidad de Oxford, mediante la cual se conseguían resoluciones imposibles hasta ese momento. Se estaban planteando resoluciones de 198.000 X 120000 píxeles, lo cual significa una imagen hiperrealista en el que la nitidez supera la percepción del ojo humano. Esta tecnología representa un problema en cuanto al software necesario para poder manejar esa cantidad de bites. Con los medios actuales no creo que se pueda conseguir un hardware de tamaño adecuado al uso doméstico con capacidad para manejar tanta información por imagen.

 

Pero no nos vayamos tan lejos, no hace falta una resolución tan potente para representar imágenes con una nitidez más que aceptable. Sobre todo porque imaginamos que a partir de cierta densidad, el ojo humano no es capaz de percibir la diferencia. El límite seguramente está muy por debajo de esas resoluciones tan enormes. Ahora mismo, la resolución 4K se manifiesta como suficiente para una visualización más que aceptable, superando en densidad incluso a la película analógica, —los carretes revelados de toda la vida— Lejos quedan aquellos tiempos en los que los fotógrafos decían que las pantallas digitales nunca iban a superar el grano del revelado, hoy lo han superado con creces y cada día vemos cámaras de fotografía y vídeo con más densidad de píxeles.

 

Lo que han hecho los científicos de Oxford, es romper el límite técnicamente se podría llegar a tamaños de píxeles de nanómetros. Pero evidentemente no hace falta llegar hasta ahí en un aparato doméstico, ni siquiera en un proyector de cine.

 

Bodletechnologies empresa participada por la Universidad de Oxford y que ha nacido como una spin-off de la misma —a ver si las de España toman nota— está empezando a promocionar su descubrimiento. El doctor Peiman Hosseini, inventor del material ha declarado al Sunday Telegraph:”Usted tiene que cargar smartwatches cada noche. Pero si tuviera vidrio inteligente, podría recargar sólo una vez a la semana su reloj”. Bueno eso en realidad ya existe, yo tengo un reloj Pebble de tinta electrónica y cargo la batería una vez por semana e incluso cada diez días según el uso, pero evidentemente no puedo visualizar vídeos ni imágenes a color.

 

El tema de las pantallas de visualización no es baladí. Veamos por qué.

 

Cada vez hay más pantallas en todas partes, han saltado de los salones de nuestras casas a los lugares de trabajo, a las calles, a los transportes, los coches, a las estaciones de metro, aeropuertos etc. Igualmente se están incorporando a los relojes de pulsera, a las gafas, a los teléfonos móviles y por último se han convertido en “wearables” se están incorporando a nuestra ropa.

 

Esto plantea tres problemas por lo menos:

 

1.- El consumo energético de estas pantallas que nos es poco y que hablando en términos de eficiencia energética hay que mejorar muchísimo. Eso en cuanto a las grandes, en cuanto a las pequeñas pantallas de tablets, relojes y móviles limitan bastante su usabilidad por la molestia de tener que hacer prácticamente cargas diarias. No es aceptable que tengamos que cargar a diario nuestros móviles y nuestros relojes. Si queremos contribuir a frenar el cambio climático, tendremos que mejorar notablemente la eficiencia energética de las pantallas.

 

2.- La visualización de las pantallas tipo LCD o TFT, produce fatiga visual y es muy deficiente a la luz del sol. Al emitir luz para poder visualizarse, cansan los ojos sobre todo si se usa mucho el brillo, es como si estuviéramos mirando todo el rato una bombilla encendida. No hace falta más que tratar de marcar un número, o buscar un contacto en nuestro móvil a plena luz del sol para saber de que estamos hablando.

 

3.- La portabilidad de las pantallas pequeñas y su solidez se podría mejorar considerablemente. Un ipad no se puede llevar en el bolsillo de una americana, tal vez sí en un bolso de señora grande, pero pesa mucho para sostenerlo con una mano, por otra parte las pantallas se suelen romper con mucha facilidad.

 

 

Sobre el tema del consumo se ha recurrido a lograr una mayor eficiencia técnica de las baterías. Cada año se mejoran estas, pero los avances no han sido espectaculares, el problema sigue siendo el alto consumo de las pantallas. Esto ha beneficiado a los automóviles eléctricos que han visto incrementada su autonomía con el avance de las baterías. Ahora mismo se está investigando en baterías de aluminio que permitirían autonomías de hasta 2.000 kilómetros a los coches, pero evidentemente dudamos mucho que se pueda aplicar esta tecnología a un reloj de pulsera.

 

La tinta electrónica ha resuelto bastante bien este problema, pero claro tiene la deficiencia de no poder reproducir vídeo ni color.

 

Hay quien piensa que el problema se resolverá por la vía de disminuir el consumo de las pantallas, en vez de aumentar el rendimiento de las baterías. Todas las lineas de desarrollo de la tinta electrónica en color van en esta dirección, pero todavía no han conseguido resultados aceptables.

 

Nosotros seguimos pensando que la solución debería ser simultanea, aumentar la eficiencia de las baterías y por supuesto de las pantallas, pero añadiendo al dispositivo una placa fotovoltaica que haga al aparato autónomo respecto a la red eléctrica.

 

Sobre el tema de la visualización bajo el sol la única solución es una pantalla reflectiva que refleje la luz recibida para poder visualizarse. Esto es fácil de comprobar con cualquier ereader que a plena luz del sol se ver perfectamente, igual pasa con un reloj de tinta electrónica. No cabe duda de que una pantalla que quiera satisfacer las exigencias de los usuarios tiene que tener el modo reflectivo si no siempre, por lo menos accesible a voluntad. Algo que parece que consigue Pixel Qi, aunque no tiene el mismo resultado en la eficiencia energética.

 

Sobre el tema de la portabilidad y la dureza de las pantallas, está claro que el problema se soluciona con las pantallas flexibles que no se quiebran cuando se doblan y que por otra parte se han revelado mucho más duras que las de cristal. Veamos un ejemplo de lo que decimos con este vídeo de una pantalla flexible de tinta electrónica de Plastic Logic.

 

 

 

Como vemos la tinta electrónica da respuesta a los tres problemas planteados respecto a las pantallas, pero lamentablemente no reproduce vídeo, ni el color y hasta que no se solucione esto no podrá imponerse como producto generalista entre todos los consumidores, estará condenada a un nicho de mercado muy determinado para los aficionados a la lectura.

 

Pues bien, esta nueva tecnología basada en el mismo sistema se usa para reescribir DVDs promete solucionar los tres problemas que tienen las pantallas y además superar en cuanto a definición a todas las pantallas actuales. Es reflectiva, sólo usa energía cuando refresca la pantalla y se puede fabricar sobre una base flexible. Algo que puede revolucionar totalmente nuestros hábitos sociales y nuestro entorno cotidiano y por ende nuestra vida.

 

La base flexible permitiría un uso más allá de las pantallas para visualizar imágenes, y Bodletechnologies ya está pensando en poner paneles de pantallas con esta tecnología en nuestras ventanas, regulando de esa manera a voluntad la transparencia de las mismas, con lo que también se ahorraría bastante dinero en calefacción y refrigeración, porque parece que además de controlar el espectro visible, también permitiría filtrar los rayos infrarrojos y los ultravioleta, aquellos que quedan fuera del espectro visible para el ojo humano. Las aplicaciones son infinitas, también están hablando de incluir esta técnica en los billetes y en los wearables, veremos que pasa.

 

El señor Hosseini ha dicho que para dentro de un año, tendrán fabricado el primer prototipo con esta pantalla. Habrá que estar atentos.

 

 

Fuente: Bodletechnologies


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