Llegué a la Materia Oscura por recomendación de mi hermano, quien me regaló el primer libro, “Luces del Norte” de Philip Pullman, además vi la malograda (en la taquilla) película “La brújula dorada” que es bastante fiel a libro, muy buena, pero que lamentablemente resultó un fracaso de taquilla, en buena parte un muy bien orquestado boicot religioso.
Enmarcada, quizá erróneamente, en el género Fantasía Juvenil, la novela está muy bien lograda, mantiene un ritmo constante y tras momentos de suspenso o acción, se toma el tiempo necesario para explicar el universo en el que se desarrolla.
Un tema constante es la acusación a veces velada y a veces explicita a la iglesia como órgano opresor de la libertad humana, incluso, aunque en esta primera novela no deja entrever mucho, en las siguientes, impulsa ciertas teorías malteistas o “Dios como el diablo”, sobre la naturaleza maligna del dios bíblico. De ahí la polémica y el escándalo que desató entre los sectores religiosos más ortodoxos.
Pero la novela como artículo de entretenimiento es muy buena, no es gran literatura y la historia a veces no se sustenta, no resulta del todo coherente, pero cumple su cometido si se trata de entretenernos, pues en ningún momento nos aburre, pese al lento y difuso comienzo.
Haciendo a un lado la polémica, creo que es una novela muy buena para abstraerse en un mundo fantástico y con giros muy interesantes, lo bueno es que Pullman no trató nunca de recrearnos la tierra media de Tolkien como han hecho otros autores de fantasía, partiendo del universo creado por el autor del Señor de los anillos, casi podríamos enmarcar la novela en una derivación del género Steampunk por las retro tecnologías narradas en el mondo de Lyra.
Muy recomendada para pasar un buen rato disfrutando del inicio de una gran saga.
Opiniones
Llegué a la Materia Oscura por recomendación de mi hermano, quien me regaló el primer libro, “Luces del Norte” de Philip Pullman, además vi la malograda (en la taquilla) película “La brújula dorada” que es bastante fiel a libro, muy buena, pero que lamentablemente resultó un fracaso de taquilla, en buena parte un muy bien orquestado boicot religioso.
Enmarcada, quizá erróneamente, en el género Fantasía Juvenil, la novela está muy bien lograda, mantiene un ritmo constante y tras momentos de suspenso o acción, se toma el tiempo necesario para explicar el universo en el que se desarrolla.
Un tema constante es la acusación a veces velada y a veces explicita a la iglesia como órgano opresor de la libertad humana, incluso, aunque en esta primera novela no deja entrever mucho, en las siguientes, impulsa ciertas teorías malteistas o “Dios como el diablo”, sobre la naturaleza maligna del dios bíblico. De ahí la polémica y el escándalo que desató entre los sectores religiosos más ortodoxos.
Pero la novela como artículo de entretenimiento es muy buena, no es gran literatura y la historia a veces no se sustenta, no resulta del todo coherente, pero cumple su cometido si se trata de entretenernos, pues en ningún momento nos aburre, pese al lento y difuso comienzo.
Haciendo a un lado la polémica, creo que es una novela muy buena para abstraerse en un mundo fantástico y con giros muy interesantes, lo bueno es que Pullman no trató nunca de recrearnos la tierra media de Tolkien como han hecho otros autores de fantasía, partiendo del universo creado por el autor del Señor de los anillos, casi podríamos enmarcar la novela en una derivación del género Steampunk por las retro tecnologías narradas en el mondo de Lyra.
Muy recomendada para pasar un buen rato disfrutando del inicio de una gran saga.