La Universidad Autónoma de Barcelona recurre la Sentencia en
CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) ha ganado la demanda que interpuso en el Juzgado Mercantil 2 de Barcelona a la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) el 25 de marzo de 2012 por no respetar los derechos de autor en su campus virtual.
La sentencia obliga a “retirar en el plazo de 15 días y mediante el borrado correspondiente, todos los ficheros y contenidos digitales existentes que contengan obras, en forma total o parcial, de libros protegidos por la asociación de gestión de derechos de autor Cedro”.
Los archivos conteniendo manuales o libros académicos, están a disposición de los estudiantes en el espacio virtual que abre cada profesor con los materiales relacionados con su asignatura, lo que incluye apuntes de clase, presentaciones o fragmentos de obras protegidas.
“La demandada ha llevado a cabo una actuación merecedora de ser calificada como de reproducción y comunicación pública ilícitas de obras protegidas por los derechos de autor, vulneradora de derechos de propiedad intelectual”, se dice en el fallo del tribunal.
La Universidad deberá pedir permiso para reproducir esos contenidos e indemnizar a la asociación por daños y perjuicios por la cantidad de 15.091 euros. Pero lo más importante es que también debería abonar cinco euros por alumno matriculado desde el curso 2010/2011 y siguientes hasta que la sentencia sea firme, esa cantidad podría ascender a 238.575 euros por cada año.
Según CEDRO, “esta demanda se presentó tras varias invitaciones a la UAB para que regularizara la reproducción y comunicación pública de las obras de nuestro repertorio”. Asimismo considera que esta sentencia es importante porque se reafirma la necesidad de respetar los derechos de autor en el ámbito universitario y asegura que no beneficia a nadie que “los rectores sitúen a la Universidad española en el marco de la ilegalidad, algo que no ocurre en ningún país desarrollado”.
En opinión del juez, la actuación de la UAB no puede quedar amparada por la libertad de cátedra, porque “los derechos tienen sus límites y esos no son otros, en este caso, que los derechos de los autores y los editores”.
CEDRO ha emitido un comunicado en el que lamenta el rechazo a las repetidas invitaciones que hizo a la UAB para que regularizara la reproducción de las obras de su repertorio y manifiesta que ha presentado demandas similares contra la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Barcelona (UB)
Esta sentencia supone un duro varapalo a las universidades que a partir de ahora mirarán con lupa los contenidos que alojan en sus servidores, y es de suponer que se generará un borrado masivo de posibles contenidos con derecho de autor.
Respetamos la propiedad intelectual y el derecho a obtener un beneficio de su trabajo por los autores de los libros de texto, pero nos encontramos con una extraña paradoja con esta sentencia: ¿Por qué un estudiante podrá utilizar un libro impreso de una biblioteca de la Universidad sin pagar ni un euro por ello, y sin embargo no podrá usar el mismo libro en versión digital? Es como si los tribunales y las empresas de gestión de derechos de autor se empecinaran en detener el desarrollo tecnológico y el acceso a la cultura, precisamente en el ámbito donde más implementación debería de tener.
Actualmente hay suficiente tecnología para que una biblioteca digital, funcione prácticamente con los mismo atributos que una de libros impresos, se puede prestar un libro digital por un periodo de por ejemplo 15 días y que luego se autoborre de nuestro PC, Tablet o eReader, se pueden comprar los derechos de propiedad intelectual de 10 ebooks por ejemplo y conseguir que cuando se preste uno, se bloquee en el servidor hasta que se devuelva por el estudiante y así siguiendo, las posibilidades técnicas son infinitas, pero la voluntad de las administraciones universitarias no creo que esté tan clara ni dirigida hacia una total implementación de estas facilidades en las facultades.
Por otra parte, apuntes ha habido siempre circulando por todas las facultades de la Universidad, nos encontramos con el mismo problema ¿No hay forma de llegar a un acuerdo para que se abandone de una vez el papel impreso? Los avances tecnológicos están sólo hacen falta voluntades para que se apliquen.
Solo en EE.UU. se emplean al año 1.5 millones de toneladas métricas de madera por la industria papelera, a parte de la contaminación producida por los vertidos a los ríos y las emisiones producidas en el proceso de fabricación del papel. ¿Hasta cuando seguiremos esquilmando los bosques?.
Los profesores tendrían que tener en cuenta que un libro digital, cuesta aproximadamente un 50 o 60% menos que un libro en papel, por lo que al eliminar el coste de producción del árbol, su tala, transporte, almacenaje, transformación en pasta de papel, transporte, almacenaje, impresión, nuevamente transporte y almacenamiento y de nuevo transporte para distribuirlo, se abaratan los costes, por lo que los márgenes que quedan para el autor de la obra, pasan del 10 o 15% actuales a un tramo del 50 al 70%, por supuesto de un precio menor pero que sería superior al beneficio que obtienen actualmente. Con lo que los estudiantes verían que los libros caros que tienen que comprar ahora, verían reducido su precio a la mitad y a pesar de ello, los profesores seguirían ganando incluso más dinero.
En Universidades como la UNED esto sería un gran avance posiblemente sea una de las que tiene más alumnos matriculados en España, pero con la dificultad de obligaciones familiares y laborales que les impide una asistencia presencial, la implantación completa de un sistema virtual y la digitalización de todos sus contenidos, facilitaría enormemente la docencia. ¿Conseguiremos ver esto algún día? Con el permiso de CEDRO y las administraciones públicas puede ser, pero tendrán que hablar entre sí y llegar a soluciones imaginativas si no, serán los tribunales los que decidan aplicando la ley como en el caso que nos ocupa.
Es muy penoso que la falta de diálogo y de imaginación de los que tienen el poder en este país obligue al final a los jueces a aportar soluciones dentro del marco de la Ley, que por otra parte en ocasiones como esta, está obsoleta ante los avances de la técnica.
La Universidad Autónoma de Barcelona como era de esperar, ha anunciado el martes pasado que recurrirá ante la Audiencia Provincial, la sentencia en la que es condenada.
La UAB ha calificado el fallo de "desproporcionado" y ha asegurado que la universidad ha mantenido un respeto firme hacia los titulares de los derechos de propiedad intelectual en la explotación de las obras protegidas por estos derechos, también asegura que ha acreditado el "correcto desarrollo de la actividad docente" que imparte su campus virtual, y ha alegado que respeta la legalidad.
Por ello, entiende que "hay elementos suficientes para revocar la sentencia de instancia"
Fuente: El Economista