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  Prendes la radio para no sentirte tan sola. El camino es inhóspito y oscuro. De pronto, un rostro blanco es iluminado por los faroles del auto a un lado, encapuchado, te mira, te mira fijo, y lo pasas. Pero te recuerda algo más, algo anterior y terrorífico. Descubre a dónde conduce esta extraña obsesión, en el relato 49 del II Concurso de Relato Corto de Terror. 
Relato 49 - Obsesión 

Este relato ha sido descalificado por incumplir la norma 7 del concurso, que especifica, entre otros aspectos:

Un concursante no podrá comentarse a sí mismo, ni votar su relato; tampoco podrá revelar su condición de participante en el concurso en los comentarios y en las valoraciones que haga al resto de los relatos presentados por otros autores.

Asimismo, hasta el cierre del concurso los participantes tampoco revelarán su condición de concursantes en el resto de los foros de Zonaereader.

Un buen relato que engancha desde el primer momento, buena prosa y ágil lectura. La historia desconcertante, se esbozan situaciones de terror, pero la espectativa se disuelve, para dejar al lector/a sorprendido con un final inesperado.

Un relato inquietante que he leído con interés hasta el final. Sin embargo, no he captado la intención del autor(a). Sin duda en sus líneas se esconde la clave del relato, pero yo (lo siento) no he podido desvelar el significado de esa presencia fantasmagórica que persigue a la protagonista. Pero es un relato bien desarrollado y bien escrito (más allá de que el uso de localismos argentinos me resulte poco familiar) que engancha por la atmósfera de misterio que lo envuelve. Hay algunos pequeños errores formales (uso de guiones y alguna otra cosilla) que en una revisión simple se resolverían con facilidad.
Buen relato con un final incierto. Gracias al autor(a)

Comienza con un relato muy atractivo y luego se va derivando por diversas situaciones que lo hacen decaer un poco porque no se comprende bien hacia donde se dirige. Aunque, admito, el título es harto significativo del fondo de la cuestión. Llegado al remate ─que no es todo lo contundente que podría ser─ se desplaza la idea del terror por la de la obsesión y el consiguiente abandono en un desarrollo demasiado breve. La idea es muy buena y me gustó, pero creo que amerita una revisión para que sea más impactante al lector; sobre todo porque puede verse que el autor no carece de una buena técnica en la manera de narrar. Prestar atención en pequeñas fallas de tipeo y acentuación.

Buenas:

Gracias al autor por participar.

Este relato me ha dejado un poco anonadada. Parecía muy interesante pero, al final, ha terminado así, sin más. No ha cerrado la historia principal (o la que me parecía la principal, la de la cara) y, además, parece que es lo que menos le importa a la protagonista después de todo

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(porque termina con lo de que la novia la deja y parece que eso es la cuestión principal Por cierto, esto me ha parecido precipitado y sin ningún motivo que lo sustente (en ningún momento anterior se muestra que Mónica esté sufriendo nada por lo de la cara blanca. Solo lo hablan una vez)

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La narración parece enrevesada en algunas partes y no sé si me he enterado bien de lo que quería decir el autor.

Spoiler

Las veces en las que Sonia ve la cara y se asusta, Mónica no parece reaccionar de ningún modo. Es como si no viera a Sonia o no se fijara en ella y es muy raro que ni siquiera le pregunte o se preocupe.

Creo que al relato le falta un poco más de desarrollo para acabar de cuadrarlo todo y, sobre todo, que cierre la historia de miedo y no que la deje ahí, a medias.

Está bastante bien escrito, con algunos fallos de tildes pero nada grave.

Un saludo.

Que alguien me lo explique, por favor. Me choca mucho la correcta forma de expresarse que tiene el autor/a, con el sin sentido acumulado en este relato. La primera parte con el viaje hasta el pueblo de noche, bien. ¿Pero después? Ya no viven en el pueblo entiendo. Vuelve del trabajo en autobus, deduzco. ¿Y a que viene lo de pensar en un paciente mientras hacen el amor? ¿Que relación tiene con todo lo demás? ¿Y lo de ver un tio con mascara y los brazos en cruz, pero después se le aparecen personas aleatorias en grupo? Lo del final ya si que no le encuentro ningún sentido. Quizás, esté ante un relato tan profundo, que mi mente no está preparada para comprenderlo.

La narración esta bastante bien en mi opinión, desde el principio de la obra te engancha con todas las descripciones y detalles que la hacen bastante genial, luego cambia a una perspectiva más terrorífica en el primer momento en el que aparece la cara y a partir de ahí te causa una intriga a cada momento y más y más ganas de seguir leyendo hasta el final, ahora hablando del final, pues no me pareció tan bueno, o sea, si fue bastante aceptable por el giro verdaderamente inesperado que tiene, y estuvo bien, pero no me agrada del todo porque deja de lado, y no concluye por completo la historia del ente maligno que habían planteado, aun así estuvo muy bien y fue una lectura muy entretenida, gracias al autor.

Autor/a, la verdad no entendí muy bien el relato, narra cosas que a mi modo de ver no tienen nada que ver con la idea central: lo del hospital, la grúa y el gordo. Quizás el argumento pueda ser bueno, pero no me llegó, más bien me confundió.
Algunos arreglitos que hacer, sangría de 0,5 que exige el concurso. Igual con los guiones de diálogos. Quizás la forma de hablar argentina de Sonia me chirría, pero está bien, esa forma de acentuaciones son aceptadas, la otra chica y el gordo de la grúa quizás sean latinos o españoles, porque hablan de dos formas diferentes, la idea es buena. Falta de acentos en palabras agudas de ese estilo, quizás la voz argentina no es real y por eso la ausencia de acentos. Y otros en exceso.
…ese asenso (ascenso?) …gordo forro (?) de la grúa… ya empiyamada (empijamada).
¡Suerte autor/a!

De movida, me resulta interesante el recurso de hablarle al lector, de incluirlo en la historia. El tono y el lunfardo rioplatense me hacen sentir locatario, lo cual condiciona mi interés en el texto.
La prosa es clara y directa, pero veo algunas faltas ortográficas, de las que marca el corrector como el tilde de difícil, el de ahí, y algunos otros que se corrigen fácil. En el principio se confunde el sexo del protagonista. Comienza siendo un hombre (dice dos veces “uno”), pero cambia a una mujer (prendes la radio para no sentirte tan sola).
La historia fluye. Al llegar a la mitad del relato, uno se da cuenta de que el ritmo viene muy bien, pero lento. En el sentido de que, el desenlace, sea como sea, parecerá precipitado en comparación a todo lo que se le ha dedicado para la introducción. Toda esta primera mitad parece el principio de una novela.
Poco a poco, la historia se diluye. Termino sabiendo demasiados detalles banales, como qué le pone al pollo. Entre tanto detalle, pasa muy poco.
El final se precipita. Y no me queda claro nada. Termino confundido. Y quiero explicarme: vengo casi todo el cuento en un tono superficial, en el que no pasa nada importante, y en la última parte ocurre de todo. El electricista, las tres sombras, la reacción inesperada y sorpresiva de la pareja, la vieja. ¿Quién la quiere muerta? ¿Cuál es la obsesión? Si el autor lograra relacionar todo esto y explicar mejor el final, el texto mejoraría.
No me queda claro nada. Al final alguien se sienta a su lado. El narrador dice “no LO mira”. Pero luego era una mujer. Como sea, no se entiende.

Hay un marcado estilo de automatísmo del autor. A veces parece traducción y otras que lo escribió un robot. Tal vez es para remarcar sensaciones. Por la centuación creo que el autor es argentino o un país vecino. El personaje en sí es muuy confuso, incluso creo que con errores de explicación.

Vale la pena toda la garla lieraria para llegar al final, aunque confuso, ya que me hago bastantes preguntas, cosas sin resolver (ya estoy escribiendo como el autor : D). Puede ser que Sonia oye pasos en la azotea, que sufre algún trastorno, que alucina y que es una psicópata. Creo faltó trabajar más el final, el autor tiene en su cabeza como acabar la historia, pero hizo falta plasmarla de una manera que el lector pueda armar el rompezabezas.

Gracias autor.

Perdón; me parece que comentarios como "el tono y lunfardo rioplatense me hacen sentir locatario (¿locatario o localista? Eso está bien para la tribuna, no en un momento en que uno hace de juez) y condiciona mi interés en el relato" son sumamente desafortunados. La verdad en cuanto a "lunfardo", lo que hay es muy poco, y casi todo el léxico es usual; si me dijeras que no se entiende por los términos usados, perfecto. El dialecto es argentino, que más que nada cambia los acentos, pero es la manera en que lo escribí, sin saber que lo iba a mandar a su concurso, y no veo por qué tendría que cambiar la forma en que se habla para que les agrade. Creo que es un comentario que no deja un buen mensaje, cuando el concurso está abierto a personas de cualquier nacionalidad y en las bases hay referencias contra este tipo de cosas.

Kadiz: el autor es argentino, no sé a qué viene, pero vemos que sos muy inteligente en darte cuenta. Y puedo escribir mal, bien, horrible, pero hay algo de lo que los dos nos podemos sentir afortunados: vos no escribís como yo.