RE:GENERACIÓN. LIBRO I: El malogrado
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Oh, oh... mal asunto...
Soy una persona tremendamente maniática del orden y he desarrollado la habilidad de que con sólo girar la cabeza desde el sofá distingo instantáneamente mis libros sólo por el lomo (como librero que fui). Pero aquí queda manifiesta mi especial antipatía por el señor Houllebecq y en particular por esta novela bastarda, misógina, pornográficamente barata, caprichosa y deficientemente traducida al español... que he tardado un buen rato en localizar. Estaba escondida en lo más profundo de la estantería. Sólo a ojos de mi gato, o sea, prácticamente en el suelo... Allí suelo enterrar "a los que no quiero ni ver".
Puede quedar "pedorro" pero le pondré la guinda a mi masacre alegando que tuve la desgracia de conocerle en persona. Vino a España invitado por unos amigos míos que entonces editaban la revista ¿...? (permitidme que preserve mi pasado). Y salí de allí "por piernas" y con ganas de darle dos buenas hostias por chulo y prepotente.
Como tantos, lei su novela el mismo mes de su edición en España, en 1999 (lo acabo de mirar). Yo era monísimo entonces y mi melena rubia me llegaba por debajo de los hombros. Un buen imbécil snob con las hormonas a todo tren. Devoré el libro por orden expresa de la ficticia izquierda -hoy "derechones" de hecho- que me daba clases en la facultad. Y, lo siento, pero el libro me dejó asqueado por su oportunismo. A pesar de que mi criterio entonces no era el que tengo ahora, pude darme cuenta de que se trataba de uno de los estupendísimos productos "elaborados" concienzudamente por la editorial Flammarion (equivalentemente ideológica a nuestra castiza Planeta) y cuyos derechos adquirió la siempre-presuntamente-inocente ANAGRAMA. Para mí, un atentado terrorista literario en toda regla del que aún no me he repuesto. Y para más inri, se la considera una obra maestra. Yo ahí no me meto, que me enciendo...
Gloin, espero siempre tus comentarios y propuestas como agua de mayo, ya lo sabes, pero aquí me has dado una patada "en to la panza" (con lo delicadita que sabes que tengo la vesícula...jajajaj)
Quede, no obstante, la propuesta hecha. Pero no la votaré. Y a Dios pongo por testigo...
Fd. Scarlett O’Hara
Post-data-morten: Hubiese preferido a Littell, ya que lo citas. Pero no es cuestión de releer (y de que lean) no sé cuántas miles de páginas. Quel dommage...!!!!
À bientôt.
Soy una persona tremendamente maniática del orden y he desarrollado la habilidad de que con sólo girar la cabeza desde el sofá distingo instantáneamente mis libros sólo por el lomo (como librero que fui). Pero aquí queda manifiesta mi especial antipatía por el señor Houllebecq y en particular por esta novela bastarda, misógina, pornográficamente barata, caprichosa y deficientemente traducida al español... que he tardado un buen rato en localizar. Estaba escondida en lo más profundo de la estantería. Sólo a ojos de mi gato, o sea, prácticamente en el suelo... Allí suelo enterrar "a los que no quiero ni ver".
Puede quedar "pedorro" pero le pondré la guinda a mi masacre alegando que tuve la desgracia de conocerle en persona. Vino a España invitado por unos amigos míos que entonces editaban la revista ¿...? (permitidme que preserve mi pasado). Y salí de allí "por piernas" y con ganas de darle dos buenas hostias por chulo y prepotente.
Como tantos, lei su novela el mismo mes de su edición en España, en 1999 (lo acabo de mirar). Yo era monísimo entonces y mi melena rubia me llegaba por debajo de los hombros. Un buen imbécil snob con las hormonas a todo tren. Devoré el libro por orden expresa de la ficticia izquierda -hoy "derechones" de hecho- que me daba clases en la facultad. Y, lo siento, pero el libro me dejó asqueado por su oportunismo. A pesar de que mi criterio entonces no era el que tengo ahora, pude darme cuenta de que se trataba de uno de los estupendísimos productos "elaborados" concienzudamente por la editorial Flammarion (equivalentemente ideológica a nuestra castiza Planeta) y cuyos derechos adquirió la siempre-presuntamente-inocente ANAGRAMA. Para mí, un atentado terrorista literario en toda regla del que aún no me he repuesto. Y para más inri, se la considera una obra maestra. Yo ahí no me meto, que me enciendo...
Gloin, espero siempre tus comentarios y propuestas como agua de mayo, ya lo sabes, pero aquí me has dado una patada "en to la panza" (con lo delicadita que sabes que tengo la vesícula...jajajaj)
Quede, no obstante, la propuesta hecha. Pero no la votaré. Y a Dios pongo por testigo...
Fd. Scarlett O’Hara
Post-data-morten: Hubiese preferido a Littell, ya que lo citas. Pero no es cuestión de releer (y de que lean) no sé cuántas miles de páginas. Quel dommage...!!!!
À bientôt.
- Saboteadora
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- Registrado: Mar Dic 13, 2011 12:41 pm
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
¿Cómo, que estáis proponiendo ya? Que me queda un cachito para acabarlo!!! xD
Pienso, luego insisto.
Leyendo: El juego del susurrador
Mi blog: La conspilación Pimienta
https://telegram.me/cdlzonaereader > Recibe info sobre el club de lectura
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Saboteadora escribió:¿Cómo, que estáis proponiendo ya? Que me queda un cachito para acabarlo!!! xD
dont uorri, bi japi, que no se cierra el hilo .
Diógenes escribió:Y salí de allí "por piernas" y con ganas de darle dos buenas hostias por chulo y prepotente.
Sí, da esa impresión (de ahí el "chiste" sobre uno que rompe o uno che rompe (le palle/i coglioni)).
Saludos
Lector: Kindle WiFi
Leyendo: El corazón de Tramórea, de Javier Negrete
Leyendo: El corazón de Tramórea, de Javier Negrete
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Buenos días,
...pues después de pensarlo mucho, he decidido que sería bueno que cambiásemos de tercio y leyésemos un ensayo de Henry David Thoreau titulado WALDEN.
Tal y como está el patio, los textos de Thoreau se están convirtiendo de nuevo -afortunadamente- en un referente ideológico contra la masacre social que nos está llevando al desastre absoluto y de ahí que sus textos se estén reeditando y vivamos lo que la prensa llama "una primavera Thoreau".
Su indignación contra la época que le tocó vivir resulta ser un calco de la que tenemos ante nosotros en pleno siglo XXI. Su obra más conocida: DESOBEDIENCIA CIVIL (tan breve como intensa) vuelve a convertirte en una obra imprescindible de nuestro tiempo y por extensión la que propongo ahora: WALDEN, en una edición fantástica realizada por ERRATA NATURAE. Todo han sido elogios hacia esta reedición y puedo asegurar que es una delicia leer sus textos (lo empecé ayer). Andamos escasos de mentes tan lúcidas y no me extraña que WALDEN continúe estando un siglo después en primera línea de batalla. Un magnífico ensayo del que pueden extraerse ideas sólidas que desgraciadamente necesitamos rescatar con la mayor urgencia. Es una lectura asequible, ágil, amena y tan divertida como sesuda.
Tenemos el gran inconveniente de que no se ha publicado en formato digital. Los que dominen el inglés pueden leer esta obra clásica gratuitamente en varias páginas que se encuentran fácilmente en internet.
Thoreau significa para mí una importante cuenta pendiente que debo resolver cuanto antes y que me encantaría compartir con los lectores de Re:generación.
Como estoy "más pallá que pacá" estos días no he preparado una introducción digna y me voy a limitar a extraer los más granado de la prensa que ha publicado la reseña de WALDEN.
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ESTA ES LA PRIMAVERA THOREAU (Marta Caballero) EL MUNDO.
El pasado mes de septiembre, cuando Errata Naturae publicó el bello volumen Cartas a un buscador de sí mismo, de Henry David Thoreau, su editor, Rubén Hernández, presagiaba una vuelta del pensador a los ámbitos editorial y académico. Las tesis del nortemericano, formuladas hace un siglo y medio, habían sido pasto de debates universitarios durante los años setenta pero, perdido el idealismo, su filosofía dejó de estar de moda. Su consideración de clásico logra que, por supuesto, Thoreau siempre haya funcionado como un referente, pero no ha sido hasta esta primavera cuando el autor ha vuelto realmente a la circulación en España gracias a los lanzamientos de varias editoriales. Mientras Errata Naturae, que ya anunció en su día que regresaría al escritor, publica una nueva edición crítica de Walden, su obra maestra, la editorial Impedimenta se atreve con La vida sublime, su biografía en cómic, en tanto que Capitán Swing colocó en las librerías hace unas semanas El diario. Por otra parte, Acuarela Libros planea una reedición de la biografía que escribió sobre él Antonio Casado de Rocha, uno de los mayores expertos en su obra.
No es casual este regreso a los bosques de Thoreau, a su trascendentalismo, a su pasmo ante el espectáculo de la naturaleza, a su visión del individuo como valor máximo, a su lirismo, a su rebeldía contra la injusticia política, a su aspiración de vivir una vida frugal, de espaldas al dinero, ajena al consumismo. En el contexto de la crisis económica y de la amenaza ecológica, tenía sentido que el filósofo, un indignado al fin y al cabo, emergiera de su cabaña para contarnos algunas verdades.
Después de tres ediciones de Cartas a un buscador de sí mismo, los responsables de Errata Naturae quisieron recuperar para los lectores españoles Walden, piedra angular del pensamiento ecologista y un clásico fundamental de la literatura norteamericana. En ella, Thoreau narraba su vida durante dos años en los bosques, con el único objetivo de "vivir deliberadamente" y de ver si con esta experiencia podía descubrir aquello que la vida tuviera que enseñarle ("no fuera que cuando tuviera que morir descubriera que no había vivido", se autoadvertía). Con esta nueva edición, el sello ha querido corregir algunas carencias de las anteriores, ampliando las notas al pie y recuperando una cierta belleza del lenguaje que se había ido perdiendo en la traducción. Además, el libro ofrece por primera vez un formato de lectura cómodo, pues las ediciones supervivientes eran de bolsillo. Hernández considera que Thoreau es un pensador referencial "por su defensa de la insubordinación civil frente a los excesos del Estado y las injusticias de la justicia", dos cuestiones que a su juicio casan bien con esta temporada de Congresos blindados.
¿Qué habría pensado el autor, por ejemplo, sobre los escraches?, se pregunta el editor, que recuerda que Thoreau fue el primer norteamericano que defendió públicamente al Capitán Brown, líder de un grupo de rebeldes que rescataba con acciones violentas a esclavos para liberarlos en Canadá. "Hoy existen otras formas de esclavitud, uno puede ser esclavo de un banco, por ejemplo. Desarrollar acciones más allá del marco legal es importante para entender el contexto de ciudadanía. Por tanto, esta es una reflexión que está presente, como lo está el ecologismo, pues Thoreau ya se percató en su tiempo de los riesgos que amenazaban al planeta y defendió la tierra como un bien común", amplía.
Para los editores de Impedimenta, sus doctrinas adquieren peso en un momento como el presente, en el que el lector busca respuestas a cuestiones relacionadas con el poder. En este sentido, su carácter de resistente es para ellos su mejor atributo: "Fue el primero en rebelarse contra un orden establecido que no siempre actuaba a favor de los ciudadanos y supo vivir de sus propios recursos, algo que de lo que se está empezando a escribir mucho también ahora. Él ya se negó a pagar impuestos. El otro día veía el programa de Jordi Évole en torno a la desobediencia civil y te das cuenta de que es puro Thoreau", compara Enrique Redel, el dueño de esta editorial que lanza estos días el primer cómic sobre la vida de un panteísta que, al margen de toda ideología, tuvo al hombre como su mayor valor. Muy bien estructurada y documentada, esta evocadora obra viene firmada por los franceses Maximilien Le Roy y A. Dan. "El álbum que publicamos refleja nuestra forma de ver al personaje, pues no lo describe como un ermitaño o un loco, sino como un escritor que es consciente de que se mueve en sociedad pero que vive como un individualista. Sin embargo, permanece contacto con la gente, da arengas, discursos...", explica Redel, que ve en Thoreau una clara fuente de inspiración para voces como las de los recientemente fallecidos Stéphane Hessel y José Luis Sampedro.
Según Redel, la vuelta de Thoreau al presente tiene motivos similares a los que se dieron cuando la contracultura de los setenta lo sumó a sus referentes. "Hoy, como entonces, asistimos a un cambio de paradigma, a una explosión de la sociedad de consumo, a la pérdida de unos valores que habían imperado y, con ello, a la búsqueda de nuevas maneras de actuar. Ahora nos estamos dando cuenta de que el estado de bienestar no volverá a ser lo que era y de que las estructuras sociales ya no sirven. El inspirador Thoreau nos anima a buscar la respuesta en uno mismo y nos exige una visión más ética de las cosas".
Daniel Moreno, de Capitán Swing, reconoce que ya le tomó cierto cariño al escritor en los años de universidad, cuando lo estudió junto a Whitman y Emerson en una asignatura sobre Trascendentalismo. "Tenía muchas ganas de sacarlo desde que descubrí que una editorial norteamericana había hecho una magnífica edición "resumida" de El diario. Este libro siempre me pareció la pieza perfecta de Thoreau; lo fue escribiendo durante toda su vida y en él se resume todo de la manera más bella, ágil y sencilla". Moreno cita a Casado de Rocha para aludir también a los paralelismos de su producción literaria con nuestro tiempo: "Sin ir más lejos, convulsiones bancarias y sociales con consecuencias desastrosas, así como ciertos 'progresos tecnológicos' que parece que nos alejan como personas y que fracturan ciertas relaciones que las redes comunitarias nos han estado proporcionando durante milenios. Esto último se ve muy bien en Thoreau, en el desasosiego de una sociedad en la que se ha fracturado la parte de nuestra alma que nos conecta con los demás y con la naturaleza. Estamos, por así decirlo, en un momento trascendente. El trascendentalismo tiene algo de contracultura que nos atrae... de contracultura con mayúsculas. Thoreau no sólo se oponía a la cultura dominante de la época sino que tenía la capacidad de proponernos nuevas formas alternativas de vivir una buena vida, y en momentos como este me parecen reflexiones muy importantes".
A la vuelta del verano, Acuarela Libros reeditará la biografía del filósofo que lanzó hace unos años cuando, como explica Javier Lucini, ya se hablaba del origen de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil, hoy dos conceptos de completa actualidad. Sin embargo, el diálogo que ahora Thoreau mantiene con el presente es mayor porque, explica el editor, incorpora el desencanto pero a la vez es muy vitalista y brinda al lector un punto de vista esperanzador que, con toda esta debacle, se hace necesario. Lucini no se olvida de reseñar, además, sus cualidades como prosista, que han sabido apreciar escritores como Paul Auster y Joyce Carol Oates. Por último, celebra la coincidencia en el mercado de varios títulos: "El de Impedimenta, por ejemplo, está muy bien, porque más allá del Walden tiene una biografía muy desconocida, está bien saber qué hizo, qué dijo... y también era necesario que una editorial como Errata Naturae relanzase esta obra, porque no había una edición decente y es un libro que apetece tener".
EL HOMBRE DEL PANTALÓN DE PANA (G. Piqué) Revista Koult
Errata Naturae acaba de publicar Cartas a un buscador de sí mismo, la primera antología de cartas de Thoreau traducida en este país. Para los que no conozcan a Thoreau, brevemente hay que decir que nace en 1817 y que muere tuberculoso cuarenta y cuatro años después, que fue encarcelado por negarse a pagar impuestos en protesta de las leyes esclavistas de su país, los Estados Unidos de América, y que vivió veintiséis meses en una cabaña en el lago Walden, alejado del mundo. De estos dos últimos eventos nacerían las dos obras fundamentales del escritor, La desobediencia civil y Walden, respectivamente. La primera se ha convertido con el tiempo en uno de los tratados fundamentales de la protesta cívica; la segunda es un tratado de la vida en el campo, que nace del Nature de Emerson y que enseña, con el afán de aparentar no enseñar de los maestros, a vivir la vida. Thoreau, y por si algunos no lo conocían, es un personaje necesario para la contemporaneidad, un libro de instrucciones a su pesar, un compañero y un guía.
Este Cartas a un buscador de sí mismo recoge algunas de las cartas que Thoreau envió a Harrison G. O. Blake, desde 1848 hasta 1861, poco tiempo antes de morir. Ambos habían estudiado en Harvard y Blake llegó a Thoreau a través de Emerson. El primer encuentro fue antes de que Thoreau fuera a vivir a la laguna de Walden, y la correspondencia epistolar comenzaría años después, como bien se explica en la breve introducción de los editores que abre este libro. A la muerte de Thoreau, Blake guardó su diario y la correspondencia epistolar, aunque hoy sólo se conserva la primera de las cartas de Blake, el punto de partida de la conversación con el escritor norteamericano: “Hábleme en esta hora, ya que es solicitado… Lo venero porque se abstiene de la acción, y abre su alma con el objetivo de poder ser. En mitad de un mundo de actores bulliciosos y superficiales, es noble hacerse a un lado y decir: ‘Simplemente quiero ser’. Si pudiese plantarme enseguida sobre la verdad, reduciendo al mínimo mis necesidades, me vería inmediatamente más cerca de la naturaleza, más cerca de mis compañeros… y la vida sería infinitamente más rica. Pero ¡heme aquí!, temblando en la orilla…” Lo que Blake necesita es encontrarse, y por eso le pregunta a Thoreau, en quien ha visto probablemente eso que el propio Thoreau nos dice que todos envidiamos en un hombre: tener un proyecto, la mirada de quien tiene un proyecto. Con el ademán de quien apenas está de paso, y con un cierto aire del maestro ignorante del que hablará ya en nuestro siglo Rancière, Thoreau responde a la petición de Blake responsablemente: contestando a sus preguntas, entrando en los temas que propone dando lo mejor –como se dice estupendamente: la quintaesencia– de sus conocimientos sobre la persona en el mundo.
¿Qué le cuenta Thoreau? Con llaneza, sin levantar la voz más que para espolear los ánimos, el gran consejo para Blake es el de persistir, el de tener un proyecto y trabajar por él denodadamente, el de encontrar su nombre y apellidos verdadero y esculpirlo, paso a paso, en la pequeña historia que uno ha dado en ocupar. A partir de este sustrato, leemos las cosas que ya habíamos leído en Walden: la búsqueda de la simplicidad, la belleza de las cosas naturales, la necesidad del encuentro con el espíritu, el fijarse en las cosas, el concentrarse. Y además ideas sobre el amor, y sobre la economía y los bancos, y algo sobre un encuentro con Walt Whitman. Como sabe todo el que haya leído a Thoreau, enumerar los temas no es nada: lo que hace falta es leerle, escucharlos como él los cuenta, para aprender algunas cosas. Aunque sean cartas, y no tengamos la otra parte, lo que Blake responde, estas cartas nos ponen delante y dispuesto a conversar al primer habitante que vistió pantalones de pana en Concord, al mismo que necesitaba esperar a comprar un abrigo para visitar a un amigo en tierras frías. Un hombre que enseña sin querer, quien nos dice: “No se empeñe en encontrar las cosas tal y como usted cree que son. Haga lo que nadie más puede hacer por usted”, al mismo tiempo que: “No malgaste ninguna reverencia ante mí. Apenas soy capaz de mantenerme sentado donde sea que me encuentre. (…) Tan descuidado como soy con mi aspecto exterior, pues bien, aún más descuidado soy con mi sustancia interior.” Uno de los que, como decía con otras palabras Matías Males, acostumbra a mirar la felicidad de soslayo.
A LOS 150 AÑOS DE "WALDEN", UN MITO ECOLOGISTA (A. CASADO DA ROCHA) El país
A quién votaría hoy Henry David Thoreau? Ésta fue la cuestión más discutida en la última sesión de las jornadas que cada año celebran en la pequeña población de Concord el nacimiento en 1817 del escritor y naturalista norteamericano. El mito que rodea la vida y obra de Thoreau, romántico autor de diarios, ensayos y libros de viaje, atrae a Concord y a la adyacente laguna de Walden a unos 700.000 visitantes por año, que adoran la réplica de la casita que Thoreau construyó en los terrenos que un amigo, el filósofo Ralph Waldo Emerson, poseía a orillas de la laguna.
En agosto de 1854, Thoreau publicó su segundo libro, un largo y denso relato de su "experimento vital" en esa casa, y hoy Walden se ha convertido en lectura obligatoria para los estudiantes de literatura inglesa, pero también en la sagrada escritura del movimiento ecologista estadounidense. Durante los días anteriores al cumpleaños de Henry, este verano, la Thoreau Society (asociación de entusiastas fundada en 1941) organizó charlas y excursiones para los más de 200 participantes llegados de varios países. Entre otras actividades, se leyó el texto completo de Walden mientras numerosos bañistas procedentes de Boston disfrutaban de sus aguas.
El ambiente preelectoral es palpable en Concord, enclave donde se inició en 1775 la revolución americana. Aunque Brad Dean, especialista en la vida y últimos manuscritos de Thoreau, aclaró al auditorio que éste no votó jamás, muchos miembros de la Thoreau Society portaban pegatinas a favor de Kerry. Además del típico ambiente liberal de Nueva Inglaterra, era visible la preocupación de los profesores de literatura por la dificultad de explicar Walden a sus alumnos. Uno de esos docentes, Wayne Dilts, declaró que "la mayoría nunca se ha planteado dar un paseo por los bosques, y mucho menos hacerlo en soledad. Los chicos de hoy nunca están solos; cuando quieren pensar, lo hacen por teléfono con sus amigos, y Walden cuestiona esa forma de vida".
Walden es sólo una de las 1.100 lagunas de Massachusetts; lo que la hace única es su presencia en la obra de Thoreau, en un periodo colosal (1850-55) en la literatura estadounidense: La letra escarlata de su vecino Hawthorne; Moby Dick de Melville, Hojas de hierba de Whitman, o La cabaña del tío Tom de Beecher Stowe. John Updike concluye en una edición conmemorativa de Walden que este libro es el que más ha contribuido a labrar el a menudo contradictorio concepto que EE UU tiene de sí mismo. Thoreau también hizo célebre la expresión "desobediencia civil" en el ensayo que escribió contra la esclavitud y la guerra que los EE UU llevaron a cabo en México durante los años de su permanencia en la cabaña (1845-1847). Leo Marx, profesor de literatura e historia de la tecnología en el MIT, desarrolló las similitudes entre las invasiones de Irak y México para concluir: "Walden nunca ha sido tan actual como hoy".
Víctima de la tuberculosis, Thoreau murió en 1862 y su obra tardó muchos años en ser reconocida incluso dentro de EE UU. Hoy, su sencilla tumba se encuentra cubierta por flores, hojas y recuerdos traídos de todo el mundo por sus lectores. En una mesa redonda sobre su acogida en el extranjero, entre representantes japoneses, rusos, suecos y búlgaros, el traductor al castellano recordó la elogiosa reseña que sobre Walden escribió Antonio Machado en 1907: "Leed, pues, intelectuales españoles, si aún no lo habéis aprendido de memoria, el libro de este intelectual que soñó como latino y como sajón puso en práctica su sueño".
PROGRAMA DE RNE "EL BOSQUE HABITADO" UNIVERSO THOREAU, MOMENTO WALDEN
http://www.rtve.es/alacarta/audios/el-b ... 3/1826571/
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http://www.erratanaturae.com/index.php/2013/walden/
...pues después de pensarlo mucho, he decidido que sería bueno que cambiásemos de tercio y leyésemos un ensayo de Henry David Thoreau titulado WALDEN.
Tal y como está el patio, los textos de Thoreau se están convirtiendo de nuevo -afortunadamente- en un referente ideológico contra la masacre social que nos está llevando al desastre absoluto y de ahí que sus textos se estén reeditando y vivamos lo que la prensa llama "una primavera Thoreau".
Su indignación contra la época que le tocó vivir resulta ser un calco de la que tenemos ante nosotros en pleno siglo XXI. Su obra más conocida: DESOBEDIENCIA CIVIL (tan breve como intensa) vuelve a convertirte en una obra imprescindible de nuestro tiempo y por extensión la que propongo ahora: WALDEN, en una edición fantástica realizada por ERRATA NATURAE. Todo han sido elogios hacia esta reedición y puedo asegurar que es una delicia leer sus textos (lo empecé ayer). Andamos escasos de mentes tan lúcidas y no me extraña que WALDEN continúe estando un siglo después en primera línea de batalla. Un magnífico ensayo del que pueden extraerse ideas sólidas que desgraciadamente necesitamos rescatar con la mayor urgencia. Es una lectura asequible, ágil, amena y tan divertida como sesuda.
Tenemos el gran inconveniente de que no se ha publicado en formato digital. Los que dominen el inglés pueden leer esta obra clásica gratuitamente en varias páginas que se encuentran fácilmente en internet.
Thoreau significa para mí una importante cuenta pendiente que debo resolver cuanto antes y que me encantaría compartir con los lectores de Re:generación.
Como estoy "más pallá que pacá" estos días no he preparado una introducción digna y me voy a limitar a extraer los más granado de la prensa que ha publicado la reseña de WALDEN.
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ESTA ES LA PRIMAVERA THOREAU (Marta Caballero) EL MUNDO.
El pasado mes de septiembre, cuando Errata Naturae publicó el bello volumen Cartas a un buscador de sí mismo, de Henry David Thoreau, su editor, Rubén Hernández, presagiaba una vuelta del pensador a los ámbitos editorial y académico. Las tesis del nortemericano, formuladas hace un siglo y medio, habían sido pasto de debates universitarios durante los años setenta pero, perdido el idealismo, su filosofía dejó de estar de moda. Su consideración de clásico logra que, por supuesto, Thoreau siempre haya funcionado como un referente, pero no ha sido hasta esta primavera cuando el autor ha vuelto realmente a la circulación en España gracias a los lanzamientos de varias editoriales. Mientras Errata Naturae, que ya anunció en su día que regresaría al escritor, publica una nueva edición crítica de Walden, su obra maestra, la editorial Impedimenta se atreve con La vida sublime, su biografía en cómic, en tanto que Capitán Swing colocó en las librerías hace unas semanas El diario. Por otra parte, Acuarela Libros planea una reedición de la biografía que escribió sobre él Antonio Casado de Rocha, uno de los mayores expertos en su obra.
No es casual este regreso a los bosques de Thoreau, a su trascendentalismo, a su pasmo ante el espectáculo de la naturaleza, a su visión del individuo como valor máximo, a su lirismo, a su rebeldía contra la injusticia política, a su aspiración de vivir una vida frugal, de espaldas al dinero, ajena al consumismo. En el contexto de la crisis económica y de la amenaza ecológica, tenía sentido que el filósofo, un indignado al fin y al cabo, emergiera de su cabaña para contarnos algunas verdades.
Después de tres ediciones de Cartas a un buscador de sí mismo, los responsables de Errata Naturae quisieron recuperar para los lectores españoles Walden, piedra angular del pensamiento ecologista y un clásico fundamental de la literatura norteamericana. En ella, Thoreau narraba su vida durante dos años en los bosques, con el único objetivo de "vivir deliberadamente" y de ver si con esta experiencia podía descubrir aquello que la vida tuviera que enseñarle ("no fuera que cuando tuviera que morir descubriera que no había vivido", se autoadvertía). Con esta nueva edición, el sello ha querido corregir algunas carencias de las anteriores, ampliando las notas al pie y recuperando una cierta belleza del lenguaje que se había ido perdiendo en la traducción. Además, el libro ofrece por primera vez un formato de lectura cómodo, pues las ediciones supervivientes eran de bolsillo. Hernández considera que Thoreau es un pensador referencial "por su defensa de la insubordinación civil frente a los excesos del Estado y las injusticias de la justicia", dos cuestiones que a su juicio casan bien con esta temporada de Congresos blindados.
¿Qué habría pensado el autor, por ejemplo, sobre los escraches?, se pregunta el editor, que recuerda que Thoreau fue el primer norteamericano que defendió públicamente al Capitán Brown, líder de un grupo de rebeldes que rescataba con acciones violentas a esclavos para liberarlos en Canadá. "Hoy existen otras formas de esclavitud, uno puede ser esclavo de un banco, por ejemplo. Desarrollar acciones más allá del marco legal es importante para entender el contexto de ciudadanía. Por tanto, esta es una reflexión que está presente, como lo está el ecologismo, pues Thoreau ya se percató en su tiempo de los riesgos que amenazaban al planeta y defendió la tierra como un bien común", amplía.
Para los editores de Impedimenta, sus doctrinas adquieren peso en un momento como el presente, en el que el lector busca respuestas a cuestiones relacionadas con el poder. En este sentido, su carácter de resistente es para ellos su mejor atributo: "Fue el primero en rebelarse contra un orden establecido que no siempre actuaba a favor de los ciudadanos y supo vivir de sus propios recursos, algo que de lo que se está empezando a escribir mucho también ahora. Él ya se negó a pagar impuestos. El otro día veía el programa de Jordi Évole en torno a la desobediencia civil y te das cuenta de que es puro Thoreau", compara Enrique Redel, el dueño de esta editorial que lanza estos días el primer cómic sobre la vida de un panteísta que, al margen de toda ideología, tuvo al hombre como su mayor valor. Muy bien estructurada y documentada, esta evocadora obra viene firmada por los franceses Maximilien Le Roy y A. Dan. "El álbum que publicamos refleja nuestra forma de ver al personaje, pues no lo describe como un ermitaño o un loco, sino como un escritor que es consciente de que se mueve en sociedad pero que vive como un individualista. Sin embargo, permanece contacto con la gente, da arengas, discursos...", explica Redel, que ve en Thoreau una clara fuente de inspiración para voces como las de los recientemente fallecidos Stéphane Hessel y José Luis Sampedro.
Según Redel, la vuelta de Thoreau al presente tiene motivos similares a los que se dieron cuando la contracultura de los setenta lo sumó a sus referentes. "Hoy, como entonces, asistimos a un cambio de paradigma, a una explosión de la sociedad de consumo, a la pérdida de unos valores que habían imperado y, con ello, a la búsqueda de nuevas maneras de actuar. Ahora nos estamos dando cuenta de que el estado de bienestar no volverá a ser lo que era y de que las estructuras sociales ya no sirven. El inspirador Thoreau nos anima a buscar la respuesta en uno mismo y nos exige una visión más ética de las cosas".
Daniel Moreno, de Capitán Swing, reconoce que ya le tomó cierto cariño al escritor en los años de universidad, cuando lo estudió junto a Whitman y Emerson en una asignatura sobre Trascendentalismo. "Tenía muchas ganas de sacarlo desde que descubrí que una editorial norteamericana había hecho una magnífica edición "resumida" de El diario. Este libro siempre me pareció la pieza perfecta de Thoreau; lo fue escribiendo durante toda su vida y en él se resume todo de la manera más bella, ágil y sencilla". Moreno cita a Casado de Rocha para aludir también a los paralelismos de su producción literaria con nuestro tiempo: "Sin ir más lejos, convulsiones bancarias y sociales con consecuencias desastrosas, así como ciertos 'progresos tecnológicos' que parece que nos alejan como personas y que fracturan ciertas relaciones que las redes comunitarias nos han estado proporcionando durante milenios. Esto último se ve muy bien en Thoreau, en el desasosiego de una sociedad en la que se ha fracturado la parte de nuestra alma que nos conecta con los demás y con la naturaleza. Estamos, por así decirlo, en un momento trascendente. El trascendentalismo tiene algo de contracultura que nos atrae... de contracultura con mayúsculas. Thoreau no sólo se oponía a la cultura dominante de la época sino que tenía la capacidad de proponernos nuevas formas alternativas de vivir una buena vida, y en momentos como este me parecen reflexiones muy importantes".
A la vuelta del verano, Acuarela Libros reeditará la biografía del filósofo que lanzó hace unos años cuando, como explica Javier Lucini, ya se hablaba del origen de la resistencia pasiva y de la desobediencia civil, hoy dos conceptos de completa actualidad. Sin embargo, el diálogo que ahora Thoreau mantiene con el presente es mayor porque, explica el editor, incorpora el desencanto pero a la vez es muy vitalista y brinda al lector un punto de vista esperanzador que, con toda esta debacle, se hace necesario. Lucini no se olvida de reseñar, además, sus cualidades como prosista, que han sabido apreciar escritores como Paul Auster y Joyce Carol Oates. Por último, celebra la coincidencia en el mercado de varios títulos: "El de Impedimenta, por ejemplo, está muy bien, porque más allá del Walden tiene una biografía muy desconocida, está bien saber qué hizo, qué dijo... y también era necesario que una editorial como Errata Naturae relanzase esta obra, porque no había una edición decente y es un libro que apetece tener".
EL HOMBRE DEL PANTALÓN DE PANA (G. Piqué) Revista Koult
Errata Naturae acaba de publicar Cartas a un buscador de sí mismo, la primera antología de cartas de Thoreau traducida en este país. Para los que no conozcan a Thoreau, brevemente hay que decir que nace en 1817 y que muere tuberculoso cuarenta y cuatro años después, que fue encarcelado por negarse a pagar impuestos en protesta de las leyes esclavistas de su país, los Estados Unidos de América, y que vivió veintiséis meses en una cabaña en el lago Walden, alejado del mundo. De estos dos últimos eventos nacerían las dos obras fundamentales del escritor, La desobediencia civil y Walden, respectivamente. La primera se ha convertido con el tiempo en uno de los tratados fundamentales de la protesta cívica; la segunda es un tratado de la vida en el campo, que nace del Nature de Emerson y que enseña, con el afán de aparentar no enseñar de los maestros, a vivir la vida. Thoreau, y por si algunos no lo conocían, es un personaje necesario para la contemporaneidad, un libro de instrucciones a su pesar, un compañero y un guía.
Este Cartas a un buscador de sí mismo recoge algunas de las cartas que Thoreau envió a Harrison G. O. Blake, desde 1848 hasta 1861, poco tiempo antes de morir. Ambos habían estudiado en Harvard y Blake llegó a Thoreau a través de Emerson. El primer encuentro fue antes de que Thoreau fuera a vivir a la laguna de Walden, y la correspondencia epistolar comenzaría años después, como bien se explica en la breve introducción de los editores que abre este libro. A la muerte de Thoreau, Blake guardó su diario y la correspondencia epistolar, aunque hoy sólo se conserva la primera de las cartas de Blake, el punto de partida de la conversación con el escritor norteamericano: “Hábleme en esta hora, ya que es solicitado… Lo venero porque se abstiene de la acción, y abre su alma con el objetivo de poder ser. En mitad de un mundo de actores bulliciosos y superficiales, es noble hacerse a un lado y decir: ‘Simplemente quiero ser’. Si pudiese plantarme enseguida sobre la verdad, reduciendo al mínimo mis necesidades, me vería inmediatamente más cerca de la naturaleza, más cerca de mis compañeros… y la vida sería infinitamente más rica. Pero ¡heme aquí!, temblando en la orilla…” Lo que Blake necesita es encontrarse, y por eso le pregunta a Thoreau, en quien ha visto probablemente eso que el propio Thoreau nos dice que todos envidiamos en un hombre: tener un proyecto, la mirada de quien tiene un proyecto. Con el ademán de quien apenas está de paso, y con un cierto aire del maestro ignorante del que hablará ya en nuestro siglo Rancière, Thoreau responde a la petición de Blake responsablemente: contestando a sus preguntas, entrando en los temas que propone dando lo mejor –como se dice estupendamente: la quintaesencia– de sus conocimientos sobre la persona en el mundo.
¿Qué le cuenta Thoreau? Con llaneza, sin levantar la voz más que para espolear los ánimos, el gran consejo para Blake es el de persistir, el de tener un proyecto y trabajar por él denodadamente, el de encontrar su nombre y apellidos verdadero y esculpirlo, paso a paso, en la pequeña historia que uno ha dado en ocupar. A partir de este sustrato, leemos las cosas que ya habíamos leído en Walden: la búsqueda de la simplicidad, la belleza de las cosas naturales, la necesidad del encuentro con el espíritu, el fijarse en las cosas, el concentrarse. Y además ideas sobre el amor, y sobre la economía y los bancos, y algo sobre un encuentro con Walt Whitman. Como sabe todo el que haya leído a Thoreau, enumerar los temas no es nada: lo que hace falta es leerle, escucharlos como él los cuenta, para aprender algunas cosas. Aunque sean cartas, y no tengamos la otra parte, lo que Blake responde, estas cartas nos ponen delante y dispuesto a conversar al primer habitante que vistió pantalones de pana en Concord, al mismo que necesitaba esperar a comprar un abrigo para visitar a un amigo en tierras frías. Un hombre que enseña sin querer, quien nos dice: “No se empeñe en encontrar las cosas tal y como usted cree que son. Haga lo que nadie más puede hacer por usted”, al mismo tiempo que: “No malgaste ninguna reverencia ante mí. Apenas soy capaz de mantenerme sentado donde sea que me encuentre. (…) Tan descuidado como soy con mi aspecto exterior, pues bien, aún más descuidado soy con mi sustancia interior.” Uno de los que, como decía con otras palabras Matías Males, acostumbra a mirar la felicidad de soslayo.
A LOS 150 AÑOS DE "WALDEN", UN MITO ECOLOGISTA (A. CASADO DA ROCHA) El país
A quién votaría hoy Henry David Thoreau? Ésta fue la cuestión más discutida en la última sesión de las jornadas que cada año celebran en la pequeña población de Concord el nacimiento en 1817 del escritor y naturalista norteamericano. El mito que rodea la vida y obra de Thoreau, romántico autor de diarios, ensayos y libros de viaje, atrae a Concord y a la adyacente laguna de Walden a unos 700.000 visitantes por año, que adoran la réplica de la casita que Thoreau construyó en los terrenos que un amigo, el filósofo Ralph Waldo Emerson, poseía a orillas de la laguna.
En agosto de 1854, Thoreau publicó su segundo libro, un largo y denso relato de su "experimento vital" en esa casa, y hoy Walden se ha convertido en lectura obligatoria para los estudiantes de literatura inglesa, pero también en la sagrada escritura del movimiento ecologista estadounidense. Durante los días anteriores al cumpleaños de Henry, este verano, la Thoreau Society (asociación de entusiastas fundada en 1941) organizó charlas y excursiones para los más de 200 participantes llegados de varios países. Entre otras actividades, se leyó el texto completo de Walden mientras numerosos bañistas procedentes de Boston disfrutaban de sus aguas.
El ambiente preelectoral es palpable en Concord, enclave donde se inició en 1775 la revolución americana. Aunque Brad Dean, especialista en la vida y últimos manuscritos de Thoreau, aclaró al auditorio que éste no votó jamás, muchos miembros de la Thoreau Society portaban pegatinas a favor de Kerry. Además del típico ambiente liberal de Nueva Inglaterra, era visible la preocupación de los profesores de literatura por la dificultad de explicar Walden a sus alumnos. Uno de esos docentes, Wayne Dilts, declaró que "la mayoría nunca se ha planteado dar un paseo por los bosques, y mucho menos hacerlo en soledad. Los chicos de hoy nunca están solos; cuando quieren pensar, lo hacen por teléfono con sus amigos, y Walden cuestiona esa forma de vida".
Walden es sólo una de las 1.100 lagunas de Massachusetts; lo que la hace única es su presencia en la obra de Thoreau, en un periodo colosal (1850-55) en la literatura estadounidense: La letra escarlata de su vecino Hawthorne; Moby Dick de Melville, Hojas de hierba de Whitman, o La cabaña del tío Tom de Beecher Stowe. John Updike concluye en una edición conmemorativa de Walden que este libro es el que más ha contribuido a labrar el a menudo contradictorio concepto que EE UU tiene de sí mismo. Thoreau también hizo célebre la expresión "desobediencia civil" en el ensayo que escribió contra la esclavitud y la guerra que los EE UU llevaron a cabo en México durante los años de su permanencia en la cabaña (1845-1847). Leo Marx, profesor de literatura e historia de la tecnología en el MIT, desarrolló las similitudes entre las invasiones de Irak y México para concluir: "Walden nunca ha sido tan actual como hoy".
Víctima de la tuberculosis, Thoreau murió en 1862 y su obra tardó muchos años en ser reconocida incluso dentro de EE UU. Hoy, su sencilla tumba se encuentra cubierta por flores, hojas y recuerdos traídos de todo el mundo por sus lectores. En una mesa redonda sobre su acogida en el extranjero, entre representantes japoneses, rusos, suecos y búlgaros, el traductor al castellano recordó la elogiosa reseña que sobre Walden escribió Antonio Machado en 1907: "Leed, pues, intelectuales españoles, si aún no lo habéis aprendido de memoria, el libro de este intelectual que soñó como latino y como sajón puso en práctica su sueño".
PROGRAMA DE RNE "EL BOSQUE HABITADO" UNIVERSO THOREAU, MOMENTO WALDEN
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Cuidado con la edición digital en Amazon, no es el texto completo sino un extracto de unas 45 páginas. En inglés es gratis (Gutenberg Project) y en italiano está a 0,99 lerdos. Obviamente, donde se vende.
Saludos
Saludos
Lector: Kindle WiFi
Leyendo: El corazón de Tramórea, de Javier Negrete
Leyendo: El corazón de Tramórea, de Javier Negrete
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Gracias Gloin,
no había reparado en advertir sobre ese asunto. Me he cegado por tener el libro físico en las manos. Ya me vale...
Aprovecho este post para decir que sigo leyéndolo (en alternancia con otros) y se lleva la palma. Estoy fascinado.
Agur.
no había reparado en advertir sobre ese asunto. Me he cegado por tener el libro físico en las manos. Ya me vale...
Aprovecho este post para decir que sigo leyéndolo (en alternancia con otros) y se lleva la palma. Estoy fascinado.
Agur.
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Queriditísimos compañer@s todos,
¿dónde andan vuesas mercedes?... Los moderadores & company están ocupadísimos con su nueva publicación y es normal que no se les vea el pelo estos días. Pero, ¿y el resto?... ¿qué tierra os ha tragado? ...
Propongan, por Dios, propongan... que no nos pueda el barbecho, que estamos en primavera y toca rellenar tiestos...
No sé si publicar un hilo aparte para proponer en RE:GENERACIÓN. Creo que aquí no se nos ve demasiado... Estamos "mu jondos".
Saluditos.
Pd. Mi propuesta por ahora sigue siendo THOREAU forever.
¿dónde andan vuesas mercedes?... Los moderadores & company están ocupadísimos con su nueva publicación y es normal que no se les vea el pelo estos días. Pero, ¿y el resto?... ¿qué tierra os ha tragado? ...
Propongan, por Dios, propongan... que no nos pueda el barbecho, que estamos en primavera y toca rellenar tiestos...
No sé si publicar un hilo aparte para proponer en RE:GENERACIÓN. Creo que aquí no se nos ve demasiado... Estamos "mu jondos".
Saluditos.
Pd. Mi propuesta por ahora sigue siendo THOREAU forever.
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Hola! No sé si es aquí donde tengo que colgar mi comentario, a destiempo, de El Malogrado. Si no es aquí, perdón.
Pues este finde me lo he leído y no sé.
¿Puede ser que El malogrado sea un relato moralista sobre los peligros de la envidia? Quiero ser el mejor pero como no es posible, se desata la rabia y lo destroza todo y a todos.
¿Puede ser que sea un retrato nada condescendiente y políticamente incorrecto de la depresión? Porque el depresivo será un enfermo, ¿no?, pero también un egocéntrico de los ******* que sabotea su vida y la de los que le rodean…
¿Puede ser que El Malogrado sea un retrato nada favorecedor del artista y de los peligros del arte?
Yo tuve un profesor que nos decía: ¿Por casualidad tenéis un amigo artista? Yo tengo un amigo artista ¿No os habéis fijado que los artistas cuando van caminando por la calle, da la impresión que necesitan más sitio que los demás?
Da la impresión que al artista le importa su arte, su condición de artista, y no le importan nada de nada los demás… Si el artista del piano quiere ser un piano a lo mejor es que ya es algo inhumano…
Lo único seguro en El Malogrado es que la novela es un viaje al interior de una mente obsesiva, orgullosa, insegura, frustrada, ¿malograda?
La mayor parte del libro transcurre en el tiempo cortísimo en el que el protagonista entra en la taberna y espera a la tabernera. El tiempo exterior es muy breve y el tiempo interior es muy largo. A lo mejor es ése el fundamento de cualquier trastorno mental; un desajuste de tiempos; mi interior no puede, es que no puede alcanzar la velocidad exterior…
Dice el narrador: “la verdad es que basta por completo si pensamos sólo, si pensamos nada más y dejamos sencillamente libre el curso del pensamiento”. Y lo practica a lo largo de la novela.
Pero, ¿no es eso también la antesala de la enfermedad mental? Y si no, que se lo digan a los que practican meditación, y se esfuerzan por encontrar la paz controlando su mente y sin permitirla campar a sus anchas…
Me ha decepcionado un poco que la claustrofobia del relato (en el sentido de que el lector está dentro de la cabeza del narrador) se rompa al final y salga la acción (por decir algo) fuera. El narrador deja de hablar consigo mismo, para hablar con la tabernera y el sirviente de la casa de su amigo. Y eso yo creo que le quita fuerza al monólogo interno.
El malogrado lo critica todo. No funciona nada. Ni los políticos, ni los jueces, ni los profesores, ni los artistas, ni los ricos, ni los pobres, ni los padres, ni los hijos, ni los hermanos, ni los amigos…
Pero la crítica es desesperanzada. Realmente tampoco aporta semillas de cambio.
Citas:
Sobre los profesores: “Exorcistas del arte”.
Sobre los artistas: “Máquinas artísticas, no tenían ya nada en común con una persona”
“A quien no sabe reír no hay que tomarlo en serio”
“por una parte sobreestimó sus posibilidades y por otra las subestimó”
“Por mi parte nunca había sentido la necesidad de ser un pasmo mundial”.
“no tenemos que ser genios para ser únicos”
Y si al final, de todo, no queda más que unas citas, un puñado de aforismos, ¿por qué tomar tan en serio a nadie, y por qué tomarnos tan en serio a nosotros?
La novela da mucho que pensar, pero en algunos momentos la verdad es que tienes que esforzarte por tragarte las repeticiones y seguir adelante. Es una lectura, como ya habéis comentado, áspera, y por momentos algo aburrida. Pero sin duda, narrativamente es una pasada que haya logrado plasmar que unos pocos minutos puedan estar siendo toda una novela interior.
¡Saludos!
Pues este finde me lo he leído y no sé.
¿Puede ser que El malogrado sea un relato moralista sobre los peligros de la envidia? Quiero ser el mejor pero como no es posible, se desata la rabia y lo destroza todo y a todos.
¿Puede ser que sea un retrato nada condescendiente y políticamente incorrecto de la depresión? Porque el depresivo será un enfermo, ¿no?, pero también un egocéntrico de los ******* que sabotea su vida y la de los que le rodean…
¿Puede ser que El Malogrado sea un retrato nada favorecedor del artista y de los peligros del arte?
Yo tuve un profesor que nos decía: ¿Por casualidad tenéis un amigo artista? Yo tengo un amigo artista ¿No os habéis fijado que los artistas cuando van caminando por la calle, da la impresión que necesitan más sitio que los demás?
Da la impresión que al artista le importa su arte, su condición de artista, y no le importan nada de nada los demás… Si el artista del piano quiere ser un piano a lo mejor es que ya es algo inhumano…
Lo único seguro en El Malogrado es que la novela es un viaje al interior de una mente obsesiva, orgullosa, insegura, frustrada, ¿malograda?
La mayor parte del libro transcurre en el tiempo cortísimo en el que el protagonista entra en la taberna y espera a la tabernera. El tiempo exterior es muy breve y el tiempo interior es muy largo. A lo mejor es ése el fundamento de cualquier trastorno mental; un desajuste de tiempos; mi interior no puede, es que no puede alcanzar la velocidad exterior…
Dice el narrador: “la verdad es que basta por completo si pensamos sólo, si pensamos nada más y dejamos sencillamente libre el curso del pensamiento”. Y lo practica a lo largo de la novela.
Pero, ¿no es eso también la antesala de la enfermedad mental? Y si no, que se lo digan a los que practican meditación, y se esfuerzan por encontrar la paz controlando su mente y sin permitirla campar a sus anchas…
Me ha decepcionado un poco que la claustrofobia del relato (en el sentido de que el lector está dentro de la cabeza del narrador) se rompa al final y salga la acción (por decir algo) fuera. El narrador deja de hablar consigo mismo, para hablar con la tabernera y el sirviente de la casa de su amigo. Y eso yo creo que le quita fuerza al monólogo interno.
El malogrado lo critica todo. No funciona nada. Ni los políticos, ni los jueces, ni los profesores, ni los artistas, ni los ricos, ni los pobres, ni los padres, ni los hijos, ni los hermanos, ni los amigos…
Pero la crítica es desesperanzada. Realmente tampoco aporta semillas de cambio.
Citas:
Sobre los profesores: “Exorcistas del arte”.
Sobre los artistas: “Máquinas artísticas, no tenían ya nada en común con una persona”
“A quien no sabe reír no hay que tomarlo en serio”
“por una parte sobreestimó sus posibilidades y por otra las subestimó”
“Por mi parte nunca había sentido la necesidad de ser un pasmo mundial”.
“no tenemos que ser genios para ser únicos”
Y si al final, de todo, no queda más que unas citas, un puñado de aforismos, ¿por qué tomar tan en serio a nadie, y por qué tomarnos tan en serio a nosotros?
La novela da mucho que pensar, pero en algunos momentos la verdad es que tienes que esforzarte por tragarte las repeticiones y seguir adelante. Es una lectura, como ya habéis comentado, áspera, y por momentos algo aburrida. Pero sin duda, narrativamente es una pasada que haya logrado plasmar que unos pocos minutos puedan estar siendo toda una novela interior.
¡Saludos!
Todos llevamos un bosque raro por dentro. Éste es el míohttp://laurarivasarranz.blogspot.com.es Historias, leyendas y misterios de Salamanca: http://historiasdelcuartodeatras.blogspot.com.es/
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Venga, que esta mañana me acabé de leer el libro (¡por fin!).
He tardado bastante, y no porque no me haya gustado, ya que el primer día llegué al 25% y no seguí porque no tenía más tiempo para leer. Es que no he tenido mucho tiempo para leer o a veces, cuando tenía algo de tiempo, cogía otra cosa porque no me apetecía mucho la temática del libro. Pero en general, me lo habrá leído en una semana y poco.
El argumento del libro: me gusta, no me parece un libro que se dé a ser recomendado porque puede resultar algo pesado el tema, o triste y apático. Pero a mí me resulta interesante el hecho de ver el mundo a través del protagonista, de intentar comprender a su amigo, por qué hizo las cosas que hizo, la relación de los tres, etc. Y las reflexiones que él hace de unas cosas y de otras.
La forma de narrarlo también me gusta. Es diferente y la verdad es que no me da por pensar en si está bien así o el autor se ha equivocado. Esto lo digo porque he leído por ahí que la narración es pesada, es mala, es rara, te pierdes... En fin, que sí que te pueden pasar todas estas cosas de que te pierdas o te resulte pesada, pero para mí el libro es como lo ha escrito el autor por una razón: si no fuera así, sería otro libro. Esto es algo evidente pero muchas veces la gente se obceca en "este libro está mal escrito" y a lo mejor no es así, simplemente el autor lo ha escrito de esa forma porque da una impresión diferente a si lo hubiera escrito de otra (y con esto no me refiero a que cualquier pueda escribir lo que le dé la gana de la forma que quiera saltándose las normas de ortografía y gramática básicas xD).
A mí no me ha disgustado esta narración, me daba la sensación de que estaba teniendo una conversación con el protagonista. Bueno, una conversación de esas que se tienen con ese tipo de personas que te dicen "vamos a hablar" y en realidad sólo hablan ellas, xD , ya me entendéis. A veces simplemente me "saltaba" lo de "pensé", o "decía", quiero decir que en mi cabeza sonaba lo que decía él y no los "pensé" o "dejé de pensar". En algún momento no me he enterado de lo que decía, pero luego ya me he aclarado. Es que dice tantas cosas, y a veces se va por los cerros de Úbeda el muchacho.
Ahora ya hablando de la historia en sí: el Wertheimer este era un niño muy depresivo ¿no? Si desde pequeño no fue feliz (aunque al final Franz dice que cuando llegaron a Traich él y la hermana eran muy felices), y no logró nada de lo que se propuso, o más bien no se propuso nada... No me extraña que acabara suicidándose. Aunque las personas que siempre dicen que quieren morirse luego no se suicidan, bueno, en realidad Wertheimer no recuerdo si alguna vez digo que se suicidaría (aunque sí dijo que sólo sentía deseos de morir), al contrario sí se reía de los que lo hacían y decía que el protagonista lo haría, y al final mira... Eso también pasa en la vida real.
Este hombre tenía capacidades, tenía dinero, no era tonto (aunque lo parece): podía haber hecho lo que se propusiera, pero parece que tenía que ver lo que hacían los demás para basarse en ello y hacer él lo mismo (o lo contrario). Entiendo lo de que viera a Glenn Gould y de pronto dijera "ostras, pues yo no soy un genio porque un genio es este tío, yo seré bueno, o muy bueno, o extremadamente bueno, pero no toco como él", porque eso se ve, hay diferencia entre una persona que le sale "solo" tocar y una que toca extremadamente bien pero porque se le da bien y ha practicado mucho. Pero bueno, ¿por eso tenía que dejar su carrera? ¿Porque no era el mejor? En cualquier caso ¿cómo sabe que no podría llegar a ser mejor que Glenn, si no lo intenta? O podía ser uno de los mejores, tampoco es necesario ser el mejor en todo, y de todas formas en algún momento llegará alguien que te supere, así que si por eso fuera ninguna persona en el mundo haría nada nunca, no vaya a ser que otro lo haga mejor. También podían haber llegado a ser los mejores cada uno en su "campo", a lo mejor a uno se le da mejor un tipo de música que a otro, o uno puede ser un excelente concertista y el otro un excelente compositor, o profesor, o pianista de cámara... en fin, muchas otras cosas. Aunque claro, con los delirios de grandeza que quería tener, como que no le pegaba mucho todo esto... Pero vamos, que como hacer, podía haber hecho ochenta mil cosas.
Cosas que me han llamado la atención:
¿Qué es eso de que quien vive en el campo se entontece con el tiempo? "Quien vive en el campo se entontece con el tiempo, sin darse cuenta, durante algún tiempo cree que eso es algo original y beneficioso para su salud (...) sólo le resulta perjudicial para la salud. Las personas que van al campo se extinguen en el campo y llevan una existencia por lo menos grotesca, que los conduce primero al entontecimiento y luego a una muerte ridícula." No sé si aplaudirle en la cara o dónde. Esto da a ver lo extremadamente estúpida que puede ser una persona que, por su condición (rico, de buena familia, y además pianista, que parece que da como postín, y amigo de Glenn Gould y Wertheimer), se piensa que lo sabe todo. Al menos, es lo que entiendo. No sé qué otra razón podía haber para meter este trozo en el relato.
"Las ventanas de cocina austríacas están todas totalmente sucias y no se puede ver nada por ellas". Evidentemente este hombre conoce sin lugar a dudas cómo están todas las ventanas de todas las cocinas de Austria, sin faltar ni una (y no sólo las ventanas, sino la cocina entera).
"quien se mata no se mata nunca en el momento más favorable para él, pero la llamada muerte natural es siempre la que se produce en el momento más favorable". Bueno, la primera parte seguramente sea verdad en la mayoría de los casos, la segunda habría que verla, pero en general sí, aquí estoy de acuerdo y me gusta la frase.
"Un suicidio largo tiempo calculado, pensé, no un acto de desesperación espontáneo". Bueno, esto puede parece así pero no tiene por qué serlo. A Wertheimer podía haberle dado el cortocircuito, no haber soportado más su vida y habérsele ido la pinza básicamente, y sin estar calculado (cuando digo cortocircuito es porque así lo llaman los médicos a cuando uno se suicida de improviso, sin haberlo planeado ni haber dado ninguna señal de nada relacionado con suicidarse, vamos, el piloto automático). Por la trayectoria que llevaba en su vida, pues sí, se puede pensar que lo había planeado porque como Glenn había muerto, pues hala él se tenía que morir también. Pero a lo mejor llegó un momento en el que ya no pudo aguantar más: su hermana lejos, sin querer saber de él, el otro muerto y en la gloria después de haber sido el mejor, él sin haber llegado a nada, siendo infeliz siempre... Aunque fuera a suicidarse donde su hermana, podía ser perfectamente un cortocircuito y que no lo pensara.
"Wertheimer fue siempre un candidato al suicidio, pero se pasó de la cuenta, hubiera debido matarse años antes de su suicidio real, mucho antes que Glenn, pensé." Pues sí, siempre fue un candidato y precisamente son estas personas las que mucho se quejan y poco hacen, si hubiera querido matarse habría tenido más sentido hacerlo antes (planeándolo, digo).
"Nosotros, Wertheimer y yo, habíamos tenido que renunciar para dejar campo libre a Glenn". 1) Si Glenn era el mejor, no. 2)Pues sois idiotas, o qué pasa, ¿que no podéis dedicaros los tres a eso y cada uno que llegue a dónde tenga que llegar?
"Decimos a una persona una palabra mortal y, como es natural, no tenemos conciencia en ese momento de que, realmente, le hemos dicho una palabra mortal, pensé." Toda la razón, aunque si conoces bien a una persona puedes saber, o intuir, lo que le estás diciendo. Hijo, hay que tener poco tacto para decirle a este pobre que era un malogrado. Pues lo que le faltaba, bueno, a lo mejor le sienta hasta bien porque parece que estaba tan acostumbrado a ser infeliz que no podía ser feliz.
"Si Wertheimer, hacer veintiocho años, no hubiera pasado ante el aula treinte y tres del primer piso del Mozarteum, no se hubiera ahorcado". Lo dudo. Con la vida que llevaba, en algún momento se lo tendría que comer la desesperación. A menos que hubiera cambiado de ánimo, y podía haberlo hecho y no lo hizo, así que...
Bueno, pues nada, no sé lo que habréis comentado vosotros pero ahora lo leo, pensé. ( )
He tardado bastante, y no porque no me haya gustado, ya que el primer día llegué al 25% y no seguí porque no tenía más tiempo para leer. Es que no he tenido mucho tiempo para leer o a veces, cuando tenía algo de tiempo, cogía otra cosa porque no me apetecía mucho la temática del libro. Pero en general, me lo habrá leído en una semana y poco.
El argumento del libro: me gusta, no me parece un libro que se dé a ser recomendado porque puede resultar algo pesado el tema, o triste y apático. Pero a mí me resulta interesante el hecho de ver el mundo a través del protagonista, de intentar comprender a su amigo, por qué hizo las cosas que hizo, la relación de los tres, etc. Y las reflexiones que él hace de unas cosas y de otras.
La forma de narrarlo también me gusta. Es diferente y la verdad es que no me da por pensar en si está bien así o el autor se ha equivocado. Esto lo digo porque he leído por ahí que la narración es pesada, es mala, es rara, te pierdes... En fin, que sí que te pueden pasar todas estas cosas de que te pierdas o te resulte pesada, pero para mí el libro es como lo ha escrito el autor por una razón: si no fuera así, sería otro libro. Esto es algo evidente pero muchas veces la gente se obceca en "este libro está mal escrito" y a lo mejor no es así, simplemente el autor lo ha escrito de esa forma porque da una impresión diferente a si lo hubiera escrito de otra (y con esto no me refiero a que cualquier pueda escribir lo que le dé la gana de la forma que quiera saltándose las normas de ortografía y gramática básicas xD).
A mí no me ha disgustado esta narración, me daba la sensación de que estaba teniendo una conversación con el protagonista. Bueno, una conversación de esas que se tienen con ese tipo de personas que te dicen "vamos a hablar" y en realidad sólo hablan ellas, xD , ya me entendéis. A veces simplemente me "saltaba" lo de "pensé", o "decía", quiero decir que en mi cabeza sonaba lo que decía él y no los "pensé" o "dejé de pensar". En algún momento no me he enterado de lo que decía, pero luego ya me he aclarado. Es que dice tantas cosas, y a veces se va por los cerros de Úbeda el muchacho.
Ahora ya hablando de la historia en sí: el Wertheimer este era un niño muy depresivo ¿no? Si desde pequeño no fue feliz (aunque al final Franz dice que cuando llegaron a Traich él y la hermana eran muy felices), y no logró nada de lo que se propuso, o más bien no se propuso nada... No me extraña que acabara suicidándose. Aunque las personas que siempre dicen que quieren morirse luego no se suicidan, bueno, en realidad Wertheimer no recuerdo si alguna vez digo que se suicidaría (aunque sí dijo que sólo sentía deseos de morir), al contrario sí se reía de los que lo hacían y decía que el protagonista lo haría, y al final mira... Eso también pasa en la vida real.
Este hombre tenía capacidades, tenía dinero, no era tonto (aunque lo parece): podía haber hecho lo que se propusiera, pero parece que tenía que ver lo que hacían los demás para basarse en ello y hacer él lo mismo (o lo contrario). Entiendo lo de que viera a Glenn Gould y de pronto dijera "ostras, pues yo no soy un genio porque un genio es este tío, yo seré bueno, o muy bueno, o extremadamente bueno, pero no toco como él", porque eso se ve, hay diferencia entre una persona que le sale "solo" tocar y una que toca extremadamente bien pero porque se le da bien y ha practicado mucho. Pero bueno, ¿por eso tenía que dejar su carrera? ¿Porque no era el mejor? En cualquier caso ¿cómo sabe que no podría llegar a ser mejor que Glenn, si no lo intenta? O podía ser uno de los mejores, tampoco es necesario ser el mejor en todo, y de todas formas en algún momento llegará alguien que te supere, así que si por eso fuera ninguna persona en el mundo haría nada nunca, no vaya a ser que otro lo haga mejor. También podían haber llegado a ser los mejores cada uno en su "campo", a lo mejor a uno se le da mejor un tipo de música que a otro, o uno puede ser un excelente concertista y el otro un excelente compositor, o profesor, o pianista de cámara... en fin, muchas otras cosas. Aunque claro, con los delirios de grandeza que quería tener, como que no le pegaba mucho todo esto... Pero vamos, que como hacer, podía haber hecho ochenta mil cosas.
Cosas que me han llamado la atención:
¿Qué es eso de que quien vive en el campo se entontece con el tiempo? "Quien vive en el campo se entontece con el tiempo, sin darse cuenta, durante algún tiempo cree que eso es algo original y beneficioso para su salud (...) sólo le resulta perjudicial para la salud. Las personas que van al campo se extinguen en el campo y llevan una existencia por lo menos grotesca, que los conduce primero al entontecimiento y luego a una muerte ridícula." No sé si aplaudirle en la cara o dónde. Esto da a ver lo extremadamente estúpida que puede ser una persona que, por su condición (rico, de buena familia, y además pianista, que parece que da como postín, y amigo de Glenn Gould y Wertheimer), se piensa que lo sabe todo. Al menos, es lo que entiendo. No sé qué otra razón podía haber para meter este trozo en el relato.
"Las ventanas de cocina austríacas están todas totalmente sucias y no se puede ver nada por ellas". Evidentemente este hombre conoce sin lugar a dudas cómo están todas las ventanas de todas las cocinas de Austria, sin faltar ni una (y no sólo las ventanas, sino la cocina entera).
"quien se mata no se mata nunca en el momento más favorable para él, pero la llamada muerte natural es siempre la que se produce en el momento más favorable". Bueno, la primera parte seguramente sea verdad en la mayoría de los casos, la segunda habría que verla, pero en general sí, aquí estoy de acuerdo y me gusta la frase.
"Un suicidio largo tiempo calculado, pensé, no un acto de desesperación espontáneo". Bueno, esto puede parece así pero no tiene por qué serlo. A Wertheimer podía haberle dado el cortocircuito, no haber soportado más su vida y habérsele ido la pinza básicamente, y sin estar calculado (cuando digo cortocircuito es porque así lo llaman los médicos a cuando uno se suicida de improviso, sin haberlo planeado ni haber dado ninguna señal de nada relacionado con suicidarse, vamos, el piloto automático). Por la trayectoria que llevaba en su vida, pues sí, se puede pensar que lo había planeado porque como Glenn había muerto, pues hala él se tenía que morir también. Pero a lo mejor llegó un momento en el que ya no pudo aguantar más: su hermana lejos, sin querer saber de él, el otro muerto y en la gloria después de haber sido el mejor, él sin haber llegado a nada, siendo infeliz siempre... Aunque fuera a suicidarse donde su hermana, podía ser perfectamente un cortocircuito y que no lo pensara.
"Wertheimer fue siempre un candidato al suicidio, pero se pasó de la cuenta, hubiera debido matarse años antes de su suicidio real, mucho antes que Glenn, pensé." Pues sí, siempre fue un candidato y precisamente son estas personas las que mucho se quejan y poco hacen, si hubiera querido matarse habría tenido más sentido hacerlo antes (planeándolo, digo).
"Nosotros, Wertheimer y yo, habíamos tenido que renunciar para dejar campo libre a Glenn". 1) Si Glenn era el mejor, no. 2)Pues sois idiotas, o qué pasa, ¿que no podéis dedicaros los tres a eso y cada uno que llegue a dónde tenga que llegar?
"Decimos a una persona una palabra mortal y, como es natural, no tenemos conciencia en ese momento de que, realmente, le hemos dicho una palabra mortal, pensé." Toda la razón, aunque si conoces bien a una persona puedes saber, o intuir, lo que le estás diciendo. Hijo, hay que tener poco tacto para decirle a este pobre que era un malogrado. Pues lo que le faltaba, bueno, a lo mejor le sienta hasta bien porque parece que estaba tan acostumbrado a ser infeliz que no podía ser feliz.
"Si Wertheimer, hacer veintiocho años, no hubiera pasado ante el aula treinte y tres del primer piso del Mozarteum, no se hubiera ahorcado". Lo dudo. Con la vida que llevaba, en algún momento se lo tendría que comer la desesperación. A menos que hubiera cambiado de ánimo, y podía haberlo hecho y no lo hizo, así que...
Bueno, pues nada, no sé lo que habréis comentado vosotros pero ahora lo leo, pensé. ( )
Pienso, luego insisto.
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
charolina escribió:¿Puede ser que El malogrado sea un relato moralista sobre los peligros de la envidia? Quiero ser el mejor pero como no es posible, se desata la rabia y lo destroza todo y a todos.
¿Puede ser que sea un retrato nada condescendiente y políticamente incorrecto de la depresión? Porque el depresivo será un enfermo, ¿no?, pero también un egocéntrico de los ******* que sabotea su vida y la de los que le rodean…
Pues sí, lo de la envidia puede ser, aunque realmente las personas envidiosas no actúan como este malogrado, que lo que hacía era decir "este lo hace mejor así que yo no lo hago más", sino que lo que hacen es dar por saco al que lo hace como ellos quieren porque ellos no pueden lograrlo. Este hombre a la única que ha molestado a sido a su hermana, que la trataba fatal si nos creemos la versión de Franz.
Lo de la depresión tampoco lo veo, bueno sí, quiero decir que evidentemente este hombre tenía una depresión de caballo según algunas cosas de las que decía y hacía, pero el depresivo no es un egocéntrico que sabotea la vida de todos, normalmente una persona depresiva no tiene ganas ni de moverse de la cama, ni de abrir los ojos, cuanto menos se va a poner a sabotear a nadie (a no ser que la depresión derive en algún tipo de enfermedad mental, como dices más adelante, pero entonces el dar por saco sería a causa de esa enfermedad y no por la depresión en sí).
charolina escribió:¿Puede ser que El Malogrado sea un retrato nada favorecedor del artista y de los peligros del arte?
Yo tuve un profesor que nos decía: ¿Por casualidad tenéis un amigo artista? Yo tengo un amigo artista ¿No os habéis fijado que los artistas cuando van caminando por la calle, da la impresión que necesitan más sitio que los demás?
Da la impresión que al artista le importa su arte, su condición de artista, y no le importan nada de nada los demás… Si el artista del piano quiere ser un piano a lo mejor es que ya es algo inhumano…
Puede ser. Yo creo que un verdadero artista no necesita más sitio que los demás, pero aquél que se ve como un gran artista se "hace hueco" precisamente para que los demás vean lo bueno que es... y amigo, si tienes que anunciar que eres un gran artista haciendo aspavientos, es que no lo eres.
charolina escribió:Pero, ¿no es eso también la antesala de la enfermedad mental? Y si no, que se lo digan a los que practican meditación, y se esfuerzan por encontrar la paz controlando su mente y sin permitirla campar a sus anchas…
No entiendo lo que quieres decir.
charolina escribió:El malogrado lo critica todo. No funciona nada. Ni los políticos, ni los jueces, ni los profesores, ni los artistas, ni los ricos, ni los pobres, ni los padres, ni los hijos, ni los hermanos, ni los amigos…
Pero la crítica es desesperanzada. Realmente tampoco aporta semillas de cambio.
Claro, por eso digo que lo tiene todo y no hace nada. Pero creo que eso va más en la personalidad de cada uno, quiero decir, es una característica del malogrado.
gloin escribió:Aburrido... no me ha resultado aburrido (obviando la redundancia), quizás por inquietante.
Esto pensaba yo leyendo a othon, pero no sabía cómo ponerlo.
Con lo que dice Carmina también estoy de acuerdo, no tengo que añadir mucho más, y el comentario de Alfdeaisa es la caña ¡Qué bien lo has escrito, hijo!
Saludos!
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Saboteadora escribió:"Las ventanas de cocina austríacas están todas totalmente sucias y no se puede ver nada por ellas". Evidentemente este hombre conoce sin lugar a dudas cómo están todas las ventanas de todas las cocinas de Austria, sin faltar ni una (y no sólo las ventanas, sino la cocina entera).
Es una metáfora.
Lector: Iriver Story
Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Este hombre tenía capacidades, tenía dinero, no era tonto (aunque lo parece):
así que si por eso fuera ninguna persona en el mundo haría nada nunca, no vaya a ser que otro lo haga mejor
Hola Saboteadora! Por eso hablaba yo de la envidia. La envidia te entristece, y en cierto modo te incapacita para crecer. Sientes que el hecho de que otro sea mejor que tú te ha amargado lo tuyo; en cierto modo que te ha vuelto peor. Y el resultado, como pasa en la novela, puede ser abandonar lo que haces. La envidia al primero que destroza es al envidioso. En la novela, ni sus capacidades, ni su dinero, nada le parece suficiente porque hay otro que tiene más, y eso le hace infeliz y lo que tiene ya no le llena y lo deja. Por eso yo creo que la envidia explica la actitud de el malogrado y del personaje narrador, que a fin de cuentas es otro malogrado por el mismo motivo, aunque vaya de que no, de que a él le da igual y lo ha dejado porque sí.
charolina escribió:Pero, ¿no es eso también la antesala de la enfermedad mental? Y si no, que se lo digan a los que practican meditación, y se esfuerzan por encontrar la paz controlando su mente y sin permitirla campar a sus anchas…
No entiendo lo que quieres decir.
Es que lo he explicado muy mal El problema de por ejemplo un obsesivo, y el narrador yo creo que es un obsesivo como la copa de un pino, es que la mente se va a aquello que no quiere pensar. Y mientras tú o yo nos sacudimos de la mente un pensamiento molesto, el obsesivo no puede. Por eso yo decía que dejar la mente campar a sus anchas es la base de la enfermedad mental. Dicen que los que practican la meditación aprenden a dominar la mente, a desprenderse de cualquier distracción, pensamiento, para centrarse en otra cosa, la respiración por ejemplo. Por eso aludía a la meditación, que se plantea por muchos como remedio contra muchas enfermedades mentales por el sencillo (bueno, en realidad nada sencillo) hecho de aprender a controlar el pensamiento.
Lo de la depresión, es verdad como dices que hay depresivos que están tirados en una cama pero hay otros que no. Hay otros que son tristones, me parece que los llaman distímicos, que todo les parece mal, que si les propones algo, o les enseñas cualquier cosa, solo te mostrarán los defectos, que si quieres hacer algo siempre te dan el no. Y el origen muchas veces de esa tristeza es que no brillan tanto como quieren, (egocentrismo) porque tienen un concepto de sí mismos muy bajo y necesitan para sentirse válidos una admiración que no siempre consiguen y desde luego no tanto como necesitarían para ser felices, justo lo que ocurre en la novela, y la consecuencia es que dan por saco a todo el mundo. Como la pobre hermana del malogrado. Lo decía en ese sentido lo de la depresión.
¡Saludos!
Todos llevamos un bosque raro por dentro. Éste es el míohttp://laurarivasarranz.blogspot.com.es Historias, leyendas y misterios de Salamanca: http://historiasdelcuartodeatras.blogspot.com.es/
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
othon_ot escribió:Saboteadora escribió:"Las ventanas de cocina austríacas están todas totalmente sucias y no se puede ver nada por ellas". Evidentemente este hombre conoce sin lugar a dudas cómo están todas las ventanas de todas las cocinas de Austria, sin faltar ni una (y no sólo las ventanas, sino la cocina entera).
Es una metáfora.
Pues no lo he pillao. Se tira un rato diciéndote que si las ventanas, que si las cocinas, que si la mugre... En fin, ¡ya decía yo que eso ahí era raro!
Charolina, ahora sí entiendo todo lo que dices, y estoy bastante de acuerdo. Esta gente no se conforman con nada, y el que narra lo mismo, parece que sí, que él va a lo suyo, pero luego ves que no, que también está un poco como el otro, lamentándose por una cosa o por otra. Al menos hace algo para vivir su vida.
Pienso, luego insisto.
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Hola,
Acababa de hacer el post y se ha evaporado.
Bueno quería decir que estoy de acuerdo contigo Sabo de que cuando te quieres dedicar a un arte o disciplina lo mejor y mas inteligente es hacerlo lo mejor que puedas y si te encuentra con alguien con mas talento que tu pues incluso podrías aprovechar y aprender de el.
Ya comenté antes de leer El malogrado que en seguida me vino a la mente la película Amadeus de Milos Forman, dónde se narra la supuesta rivalidad entre Mozart y Salieri y cómo la envidia y frustración que siente el segundo ante el primero hace mella hasta en la propia vida de Mozart.
Tal y como también dices el envidioso en primera instancia busca la aniquilación o destrucción del envidiado aunque muchas veces acabe con el mismo. Por algo se dice que la envidia corroe.
En el caso de Wertheimer éste se anula a sí mismo al oir tocar a Glenn Gould porque su único objetivo en la vida era ser el mejor pianista, al menos de su época, y al darse cuenta de que nunca lo conseguiría su vida dejó de tener sentido y fue incapaz de desarrollarse como músico y como persona, pero siguió en cierta forma muy vinculado a Glenn Gould.
Es curioso cómo la decisión de suicidarse la toma justamente tras la muerte de Glenn Gould , es como si el único lazo que lo retuviera fuera que el otro vivía. Era como su morfina no le dejaba vivir pero sin el moría.
Reedito porque se me había quedado esto en el tintero;
Cómo dices Charolina:
"Da la impresión que al artista le importa su arte, su condición de artista, y no le importan nada de nada los demás… Si el artista del piano quiere ser un piano a lo mejor es que ya es algo inhumano…"
Es justamente a lo que me refería un par de párrafos arriba.
Cómo ya dije es una historia muy densa tanto por los personajes y sus relaciones como por el retrato que hace de Austria, y también de camino algo de Suiza.
Un saludo.
Acababa de hacer el post y se ha evaporado.
Bueno quería decir que estoy de acuerdo contigo Sabo de que cuando te quieres dedicar a un arte o disciplina lo mejor y mas inteligente es hacerlo lo mejor que puedas y si te encuentra con alguien con mas talento que tu pues incluso podrías aprovechar y aprender de el.
Ya comenté antes de leer El malogrado que en seguida me vino a la mente la película Amadeus de Milos Forman, dónde se narra la supuesta rivalidad entre Mozart y Salieri y cómo la envidia y frustración que siente el segundo ante el primero hace mella hasta en la propia vida de Mozart.
Tal y como también dices el envidioso en primera instancia busca la aniquilación o destrucción del envidiado aunque muchas veces acabe con el mismo. Por algo se dice que la envidia corroe.
En el caso de Wertheimer éste se anula a sí mismo al oir tocar a Glenn Gould porque su único objetivo en la vida era ser el mejor pianista, al menos de su época, y al darse cuenta de que nunca lo conseguiría su vida dejó de tener sentido y fue incapaz de desarrollarse como músico y como persona, pero siguió en cierta forma muy vinculado a Glenn Gould.
Es curioso cómo la decisión de suicidarse la toma justamente tras la muerte de Glenn Gould , es como si el único lazo que lo retuviera fuera que el otro vivía. Era como su morfina no le dejaba vivir pero sin el moría.
Reedito porque se me había quedado esto en el tintero;
Cómo dices Charolina:
"Da la impresión que al artista le importa su arte, su condición de artista, y no le importan nada de nada los demás… Si el artista del piano quiere ser un piano a lo mejor es que ya es algo inhumano…"
Es justamente a lo que me refería un par de párrafos arriba.
Cómo ya dije es una historia muy densa tanto por los personajes y sus relaciones como por el retrato que hace de Austria, y también de camino algo de Suiza.
Un saludo.
Lectores: BQ Cervantes y Kobo Aura HD
Leyendo: En cualquier caso, ningún remordimiento. Pino Cacucci.
Último leído: Matar al padre, Amèlie Nothomb.
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Re: PRESENTACIÓN LIBRO PRIMERO: "El malogrado" Thomas Bernha
Es verdad Carmina, se me pasó comentar lo de Mozart y Salieri, que también lo pensé, es lo primero que se te viene a la mente. Uno a su arte, y el otro a dar por saco.
Saludos!
Saludos!
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