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Id	Relato	Publicación
188	Relato 38 - La mansión de la colina	2024-11-07

Presentación

Relato
La mansión de la colina La caravana de coches llegó a Los Corvillones al atardecer. El pueblo, deshabitado desde hacía décadas, ofrecía un paisaje desolador y fantasmagórico. Las tres familias, las dos parejas y los dos amigos solteros que formaban el grupo de refugiados políticos, descendieron de los coches con una mezcla de alivio y temor. Habían dejado atrás la opresión del régimen venezolano y un camino lleno de incertidumbres, pero lo que les esperaba en Los Corvillones era de todo desconocido. Habían decidido con lo poco que les quedaba emigrar a España y empezar de cero tras los últimos resultados electorales de su país. El pueblo abandonado de Los Corvillones en la provincia de Murcia había sido el lugar elegido. Lejos de su tierra, donde nadie fuera a buscarlos. Miraron a su alrededor, allí no había más que ruinas de lo que en su día fue una bonita población; en lo alto de la colina vieron que había una mansión. De lejos parecía suficientemente grande para alojarlos a todos y también la única construcción que se mantenía intacta en aquel lugar. Se acercaron para verla de cerca y observaron que estaba abandonada pero en buen estado, así que decidieron instalarse allí, esperando encontrar un refugio temporal para los primeros días. La puerta chirrió al abrirse, como si la casa les diera con un suspiro una bienvenida oscura. Era un grupo muy diverso, compuesto por la familia Más: Pascual, Leire, y sus hijas Carol de 14 años y Sofía de 11. La familia González: David, Raquel, y sus hijos Martín de 16 años y Daniela de 12. La familia Rodríguez: Manu, Isabel, y su hija Elena de 8 años. Las dos parejas: Pablo y Nuria que en Venezuela eran periodistas y estaban buscados por publicar artículos contra el presidente, y Jesús y Laura, activistas políticos y candidatos por los partidos de la oposición. Por último estaban los dos amigos solteros, Álvaro, un joven abogado que ayudó a organizar las protestas y Eva, una doctora de 32 años que trabajaba en las zonas más aisladas del país. Se trataba pues de un grupo de amigos que se habían unido para salir de Venezuela en busca de la libertad que su país les negaba. Las primeras noches en la mansión fueron tranquilas, pero pronto los fenómenos paranormales hicieron acto de presencia. Sofía, la hija menor de los Más, fue la primera en escuchar susurros en los pasillos. "Son solo el viento," intentó tranquilizarla su madre, sin estar ella demasiado convencida de lo que le decía a su hija. A partir de ese momento, empezaron a ver sombras que se movían y algunas puertas a se abrían y cerraban solas. Aunque los adultos trataban de tranquilizar a los niños, todos sabían que algo no estaba del todo bien. A Carol y Martín les encantaba explorar la casa y una de las noches subieron hasta el ático. Allí había una gran cantidad de cuadros y juguetes antiguos, pero una vieja muñeca les llamó la atención. Al tocarla, empezaron a resonar en el ático risas infantiles. Asustados bajaron corriendo y fueron hacía sus habitaciones, pero cuando iban a llegar, al fondo del pasillo pudieron ver cómo una figura oscura los observaba. Aterrados, corrieron a contarles todo a sus padres. Pablo, enseguida se sintió atraído por la historia de la mansión. Y empezó a hacer investigaciones por su cuenta, pues era un gran aficionado a los temas paranormales. En una de sus exploraciones por la enorme mansión, descubrió en el armario de una de las habitaciones, un diario oculto en el doble fondo. Se lo llevó a su habitación para leerlo tranquilamente y así fue como descubrió las espeluznantes historias de tortura y muerte que habían sucedido en la década de 1950 en aquella mansión. Entendió que la mansión años atrás había pertenecido a una secta oscura. Con sus conocimientos en lo paranormal, llego a la conclusión de que todo lo que estaban sintiendo no era más que almas de aquellos que habían sufrido en la mansión y que pedían justicia. El líder de la secta era el propietario de la casa, Enrique Palmero. Aquella secta se dedicaba a engañar a personas del pueblo para que subieran hasta la mansión y una vez allí realizaban horribles rituales con ellos, con el fin de ofrecerlos como sacrificio. Tras varios días leyendo el diario, cuando lo tuvo todo claro, Pablo compartió sus descubrimientos con el grupo. Lejos de tranquilizar a sus compañeros esto provocó que creciera la sensación de peligro e inseguridad y la urgencia para encontrar pronto otro sitio donde vivir. Pablo iba avanzando en sus investigaciones acerca del pasado de la casa, mientras los sucesos se intensificaron. Una noche estando apunto de dormir Jesús y Laura, sintieron como una fuerza invisible les empujaba contra el colchón. Manuel e Isabel escucharon unos cánticos en lo que les pareció latín que resonaban por toda su habitación. Desde una de las ventanas de la planta baja, Pascual y Leire vieron la figura de una mujer espectral, cerca del pozo que había en el patio trasero, que parecía tener lágrimas de sangre en su cara. Ante esta situación, el grupo de refugiados comenzó a trabajar en equipo y a mostrarse más unidos si cabía. Evase encargaba de reunir a todos a diario para hablar de sus miedos y mantener la moral alta. Raquel y Laura se encargaban de que los más pequeños no tuvieran miedo, les contaban cuentos e intentaban mantenerlos entretenidos para que no oyesen las voces de la casa. Por su parte, David, Pascual y Álvaro reforzaron todas las puertas y ventanas de la casa, para que de esta manera se sintieran más seguros “Ahora sí que ningún fantasma podrá entrar” dijo David a su hija, en esos momentos la pequeña oyó un susurro en su oído… “O ninguno podremos salir” Mientras tanto Pablo y Nuria seguían estudiando el diario y gracias a eso descubrieron que podían hacer un ritual para liberar a las almas atrapadas en aquella mansión. El diario detallaba cómo Enrique Palmero había realizado una serie de invocaciones, que el grupo de amigos decidió intentar revertir, para poder vivir tranquilos y en armonía. El lugar elegido fue el sótano, pues según el diario había sido el sitio donde habían ocurrido la mayoría de sucesos. En esta ocasión solo participarían los adultos; los niños se quedarían bajo la vigilancia de Carol y Martín, los dos adolescentes. Tenían indicaciones claras de que oyesen lo que oyesen no debían bajar al sótano, también de que hacer si pasado un tiempo prudencial nadie volvía a subir. Mientras las familias se despedían por lo que pudiese pasar, los dos matrimonios, acompañados por Eva y Álvaro, prepararon el sótano con velas y dibujaron con sal en el suelo símbolos protectores. Dibujaron también un círculo, en el que pusieron objetos personales de las víctimas que habían encontrado por la mansión; un anillo, una muñeca, una antigua cartera… Pablo fue el guía del ritual y comenzó leyendo unos extraños cantos y rezos del diario. La atmósfera se volvió densa, cargada de energías con no demasiadas buenas intenciones. Conforme iba avanzando a través de los versos, las velas iban moviéndose de manera extraña, su llama parpadeaba. Un conjunto de sombras fantasmales apareció ante ellos, esta vez eran más nítidas que las otras veces que las habían visto. No había duda, sus rostros mostraban sufrimiento y desesperación. David, empezó a convulsionar. Isabel gritó, sus ojos se pusieron en blanco y empezó a entonar cánticos en latín, una lengua con la que jamás había tenido contacto. Eva intentó que el grupo mantuviera la calma mientras atendía a aquellos que lo necesitaban, pero siempre sin permitir que interrumpieran el ritual. Estaba siendo duro y difícil, pero tenían la esperanza de que si salía bien, podrían seguir viviendo en paz. Pablo continuaba leyendo con voz firme a pesar del miedo que sentía. De pronto, en medio de todo el terror que estaban sintiendo, la niebla que se había formado se disipó y un grito desgarrador resonó por toda la mansión. Los pequeños al oírlo se abrazaron, pero permanecieron en la habitación tal y como les habían dicho. Mientras en el sótano, notaron como el aire de pronto era más puro, ya no oían susurros y pudieron ver como las almas que habían estado atrapadas, ahora visibles como figuras translúcidas, se elevaban y desaparecían. La mansión exhaló un último suspiro, liberándose de su oscuro pasado. Cuando todo acabó, subieron a reunirse con los pequeños. La atmósfera había cambiado en aquella mansión de Los Corvillones. La casa parecía un sitio diferente, ya no se oían voces y se respiraba tranquilidad. Los venezolanos, agotados pero ya más tranquilos, se reunieron para hablar sobre su futuro. La situación política en Venezuela seguía siendo crítica y las próximas elecciones en Estados Unidos creaban todavía más incertidumbre. Decidieron que, continuarían viviendo allí de manera temporal, pero que entre todos buscarían otro lugar donde empezar de nuevo juntos, todo lo vivido con la salida de su país natal y en la mansión de la colina les había unido más todavía. Sabían que podían lograr todo aquello que se propusieran.

Relato

La mansión de la colina

La caravana de coches llegó a Los Corvillones al atardecer. El pueblo, deshabitado desde hacía décadas, ofrecía un paisaje desolador y fantasmagórico. Las tres familias, las dos parejas y los dos amigos solteros que formaban el grupo de refugiados políticos, descendieron de los coches con una mezcla de alivio y temor. Habían dejado atrás la opresión del régimen venezolano y un camino lleno de incertidumbres, pero lo que les esperaba en Los Corvillones era de todo desconocido. Habían decidido con lo poco que les quedaba emigrar a España y empezar de cero tras los últimos resultados electorales de su país. El pueblo abandonado de Los Corvillones en la provincia de Murcia había sido el lugar elegido. Lejos de su tierra, donde nadie fuera a buscarlos.
Miraron a su alrededor, allí no había más que ruinas de lo que en su día fue una bonita población; en lo alto de la colina vieron que había una mansión. De lejos parecía suficientemente grande para alojarlos a todos y también la única construcción que se mantenía intacta en aquel lugar.  Se acercaron para verla de cerca y observaron que estaba abandonada pero en buen estado, así que decidieron instalarse allí, esperando encontrar un refugio temporal para los primeros días. La puerta chirrió al abrirse, como si la casa les diera con un suspiro una bienvenida oscura.
Era un grupo muy diverso, compuesto por la familia Más: Pascual, Leire, y sus hijas Carol de 14 años y Sofía de 11. La familia González: David, Raquel, y sus hijos Martín de 16 años y Daniela de 12. La familia Rodríguez: Manu, Isabel, y su hija Elena de 8 años. Las dos parejas: Pablo y Nuria que en Venezuela eran periodistas y estaban buscados por publicar artículos contra el presidente, y Jesús y Laura, activistas políticos y candidatos por los partidos de la oposición. Por último estaban los dos amigos solteros, Álvaro, un joven abogado que ayudó a organizar las protestas y Eva, una doctora de 32 años que trabajaba en las zonas más aisladas del país. Se trataba pues de un grupo de amigos que se habían unido para salir de Venezuela en busca de la libertad que su país les negaba.
Las primeras noches en la mansión fueron tranquilas, pero pronto los fenómenos paranormales hicieron acto de presencia. Sofía, la hija menor de los Más, fue la primera en escuchar susurros en los pasillos. "Son solo el viento," intentó tranquilizarla su madre, sin estar ella demasiado convencida de lo que le decía a su hija. A partir de ese momento, empezaron a ver sombras que se movían y algunas puertas a se abrían y cerraban solas. Aunque los adultos trataban de tranquilizar a los niños, todos sabían que algo no estaba del todo bien.
A Carol y Martín les encantaba explorar la casa y una de las noches subieron hasta el ático. Allí había una gran cantidad de cuadros y juguetes antiguos, pero una vieja muñeca les llamó la atención. Al tocarla, empezaron a resonar en el ático risas infantiles. Asustados bajaron corriendo y fueron hacía sus habitaciones, pero cuando iban a llegar, al fondo del pasillo pudieron ver cómo una figura oscura los observaba. Aterrados, corrieron a contarles todo a sus padres.
Pablo, enseguida se sintió atraído por la historia de la mansión. Y empezó a hacer investigaciones por su cuenta, pues era un gran aficionado a los temas paranormales. En una de sus exploraciones por la enorme mansión, descubrió en el armario de una de las habitaciones, un diario oculto en el doble fondo. Se lo llevó a su habitación para leerlo tranquilamente y así fue como descubrió las espeluznantes historias de tortura y muerte que habían sucedido en la década de 1950 en aquella mansión. Entendió que la mansión años atrás había pertenecido a una secta oscura. Con sus conocimientos en lo paranormal, llego a la conclusión de que todo lo que estaban sintiendo no era más que almas de aquellos que habían sufrido en la mansión y que pedían justicia. El líder de la secta era el propietario de la casa, Enrique Palmero.
Aquella secta se dedicaba a engañar a personas del pueblo para que subieran hasta la mansión y una vez allí realizaban horribles rituales con ellos, con el fin de ofrecerlos como sacrificio. Tras varios días leyendo el diario, cuando lo tuvo todo claro,  Pablo compartió sus descubrimientos con el grupo. Lejos de tranquilizar a sus compañeros esto provocó que creciera la sensación de peligro e inseguridad y la urgencia para encontrar pronto otro sitio donde vivir.
Pablo iba avanzando en sus investigaciones acerca del pasado de la casa, mientras los sucesos se intensificaron. Una noche estando apunto de dormir Jesús y Laura, sintieron como una fuerza invisible les empujaba contra el colchón. Manuel e Isabel escucharon unos cánticos en lo que les pareció latín que resonaban por toda su habitación. Desde una de las ventanas de la planta baja, Pascual y Leire vieron la figura de una mujer espectral, cerca del pozo que había en el patio trasero, que parecía tener lágrimas de sangre en su cara.
Ante esta situación, el grupo de refugiados comenzó a trabajar en equipo y a mostrarse más unidos si cabía. Evase encargaba de reunir a todos a diario para hablar de sus miedos y mantener la moral alta. Raquel y Laura se encargaban de que los más pequeños no tuvieran miedo, les contaban cuentos e intentaban mantenerlos entretenidos para que no oyesen las voces de la casa. Por su parte, David, Pascual y Álvaro reforzaron todas las puertas y ventanas de la casa, para que de esta manera se sintieran más seguros “Ahora sí que ningún fantasma podrá entrar” dijo David a su hija, en esos momentos la pequeña oyó un susurro en su oído… “O ninguno podremos salir”
Mientras tanto Pablo y Nuria seguían estudiando el diario y gracias a eso descubrieron que podían hacer un ritual para liberar a las almas atrapadas en aquella mansión. El diario detallaba cómo Enrique Palmero había realizado una serie de invocaciones, que el grupo de amigos decidió intentar revertir, para poder vivir tranquilos y en armonía.
El lugar elegido fue el sótano, pues según el diario había sido el sitio donde habían ocurrido la mayoría de sucesos. En esta ocasión solo participarían los adultos; los niños se quedarían bajo la vigilancia de Carol y Martín, los dos adolescentes. Tenían indicaciones claras de que oyesen lo que oyesen no debían bajar al sótano, también de que hacer si pasado un tiempo prudencial nadie volvía a subir.
Mientras las familias se despedían por lo que pudiese pasar, los dos matrimonios, acompañados por Eva y Álvaro, prepararon el sótano con velas y dibujaron con sal en el suelo símbolos protectores. Dibujaron también un círculo, en el que pusieron objetos personales  de las víctimas que habían encontrado por la mansión; un anillo, una muñeca, una antigua cartera…
Pablo fue el guía del ritual y comenzó leyendo unos extraños cantos y rezos del diario. La atmósfera se volvió densa, cargada de energías con no demasiadas buenas intenciones. Conforme iba avanzando a través de los versos, las velas iban moviéndose de manera extraña, su llama parpadeaba. Un conjunto de sombras fantasmales apareció ante ellos, esta vez eran más nítidas que las otras veces que las habían visto. No había duda, sus rostros mostraban sufrimiento y desesperación.
David, empezó a convulsionar. Isabel gritó, sus ojos se pusieron en blanco y empezó a entonar cánticos en latín, una lengua con la que jamás había tenido contacto. Eva intentó que el grupo mantuviera la calma mientras atendía a aquellos que lo necesitaban, pero siempre sin permitir que interrumpieran el ritual. Estaba siendo duro y difícil, pero tenían la esperanza de que si salía bien, podrían seguir viviendo en paz. Pablo continuaba leyendo con voz firme a pesar del miedo que sentía.
De pronto, en medio de todo el terror que estaban sintiendo, la niebla que se había formado se disipó y un grito desgarrador resonó por toda la mansión. Los pequeños al oírlo se abrazaron, pero permanecieron en la habitación tal y como les habían dicho. Mientras en el sótano, notaron como el aire de pronto era más puro, ya no oían susurros y pudieron ver como las almas que habían estado atrapadas, ahora visibles como figuras translúcidas, se elevaban y desaparecían. La mansión exhaló un último suspiro, liberándose de su oscuro pasado.
Cuando todo acabó, subieron a reunirse con los pequeños. La atmósfera había cambiado en aquella mansión de Los Corvillones. La casa parecía un sitio diferente, ya no se oían voces y se respiraba tranquilidad. Los venezolanos, agotados pero ya más tranquilos, se reunieron para hablar sobre su futuro. La situación política en Venezuela seguía siendo crítica y las próximas elecciones en Estados Unidos creaban todavía más incertidumbre.
Decidieron que, continuarían viviendo allí de manera temporal, pero que entre todos buscarían otro lugar donde empezar de nuevo juntos, todo lo vivido con la salida de su país natal y en la mansión de la colina les había unido más todavía. Sabían que podían lograr todo aquello que se propusieran.

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Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-07 10:03:20	4

Comentario
La política, en general, es un horror por sí sola. La desprotección y el desamparo conllevan terrores de escalofrío. Lo de la casa impregnada de un negro pasado es un recurso bastante común (La caída de la casa Usher, La casa tomada, El inquilino de Polanski) que para que genere terror tendría que inventar elementos novedosos.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-08 15:33:00	5

Comentario
Autor/a, tu historia está bien ambientada y cumple los requisitos del género de terror, pero el texto resulta plano. Sería interesante crear la atmósfera de misterio para conseguir el ritmo y que en vez de parecer una crónica fuera dotarlo de un punto más literario. ¡Suerte!

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-20 14:51:51	3

Comentario
Autor/a, la situación en Venezuela causa más terror que la mansión. El argumento me parece bien y es bastante común, pero narrado de forma plana y ligera, sin ritmo. También son muchos personajes los que participan, para una novela estaría bien, pero para un relato corto es difícil recordar todos los nombres y lo que le sucede a cada uno. Algunas correcciones que te recomiendo: Los números en literatura se escriben en letras. / las comillas que se usan son las de codo «». puertas a (que) se abrían / faltan algunas tildes. Autor/a, sigue escribiendo, que la práctica hace al escritor. Gracias por participar en el concurso.

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Autor/a, la situación en Venezuela causa más terror que la mansión. El argumento me parece bien y es bastante común, pero narrado de forma plana y ligera, sin ritmo. También son muchos personajes los que participan, para una novela estaría bien, pero para un relato corto es difícil recordar todos los nombres y lo que le sucede a cada uno.
Algunas correcciones que te recomiendo:
Los números en literatura se escriben en letras. / las comillas que se usan son las de codo «». puertas a (que) se abrían / faltan algunas tildes.
Autor/a, sigue escribiendo, que la práctica hace al escritor. Gracias por participar en el concurso.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-23 23:50:57	6

Comentario
Encuentro innecesario saturar de personajes el relato, es imposible conocer a cada uno en un texto tan corto. Desde un punto de vista intelectual, el argumento es un tanto desconcertante, porque empieza bajo un punto de vista político y cuando crees que va a desarrollar la trama desde ese punto de vista, nos relata una clásica historia de terror, sin muchas pretensiones que se cierra sin más. Es difícil encontrar una ligazón entre el comienzo y la segunda parte del relato. No obstante las descripciones son buenas, y la trama dentro de la incoherencia mencionada, está bien desarrollada. Las sensaciones de terror están más o menos bien descritas pero todo es predecible, por lo que la historia resulta un poco plana, pero no demasiado es aceptable. El ritmo es el adecuado. No veo fallos de tipo morfológico.

Comentario

Encuentro innecesario saturar de personajes el relato, es imposible conocer a cada uno en un texto tan corto. Desde un punto de vista intelectual, el argumento es un tanto desconcertante, porque empieza bajo un punto de vista político y cuando crees que va a desarrollar la trama desde ese punto de vista, nos relata una clásica historia de terror, sin muchas pretensiones que se cierra sin más. Es difícil encontrar una ligazón entre el comienzo y la segunda parte del relato. 

No obstante las descripciones son buenas, y la trama dentro de la incoherencia mencionada, está bien desarrollada.

Las sensaciones de terror están más o menos bien descritas pero todo es predecible, por lo que la historia resulta un poco plana, pero no demasiado es aceptable.

El ritmo es el adecuado.

No veo fallos de tipo morfológico.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-27 10:57:45	2

Comentario
Una historia sencilla y plana, en mi opinión, de fantasmas y de limpieza ritual de una casa. La trama no tiene ni giros ni revelaciones ni sorpresas, una pena, tan solo unas familias de venezolanos en España que hacen un ritual y los fantasmas se van. Además, en un relato tan corto, creo que poner tantos personajes y dedicar un párrafo extenso a dar solo nombres y edades va en contra de la fluidez, es difícil memorizar todos esos datos de golpe y parece más un texto periodístico que un relato. Hay bastantes errores ortotipográficos, como ese "Evase" junto, algún espacio doble, bastantes errores de puntuación (como la coma incorrecta entre sujeto y predicado en "políticos, descendieron" o la distribución equivocada de signos en “viento,"”), diversos errores de acentuación ("fueron hacía/hacia sus habitaciones"), etc. Es el tipo de corrección, la ortotipográfica, la que hubiese ayudado a este texto a tener calidad lingüística, aunque me temo que no hubiese mejorado la falta de gancho o de nervio; habría sido necesaria una intervención más allá de la un corrector profesional. Con todo, un buen ejercicio de escritura. Gracias por participar.

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Una historia sencilla y plana, en mi opinión, de fantasmas y de limpieza ritual de una casa. La trama no tiene ni giros ni revelaciones ni sorpresas, una pena, tan solo unas familias de venezolanos en España que hacen un ritual y los fantasmas se van. Además, en un relato tan corto, creo que poner tantos personajes y dedicar un párrafo extenso a dar solo nombres y edades va en contra de la fluidez, es difícil memorizar todos esos datos de golpe y parece más un texto periodístico que un relato.

Hay bastantes errores ortotipográficos, como ese "Evase" junto, algún espacio doble, bastantes errores de puntuación (como la coma incorrecta entre sujeto y predicado en "políticos, descendieron" o la distribución equivocada de signos en “viento,"”), diversos errores de acentuación ("fueron hacía/hacia sus habitaciones"), etc. Es el tipo de corrección, la ortotipográfica, la que hubiese ayudado a este texto a tener calidad lingüística, aunque me temo que no hubiese mejorado la falta de gancho o de nervio; habría sido necesaria una intervención más allá de la un corrector profesional. Con todo, un buen ejercicio de escritura.

Gracias por participar.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-11-29 11:11:21	3

Comentario
El cuento comienza bien, tiene buen ritmo. Los números de las edades deberían expresarse con letras. La enumeración de personas, cuando son tantas, confunde. A no ser que el detalle fuera necesario para la historia, tal vez sería mejor evitarlo. El recurso de que encuentre un diario donde se cuenta toda la historia es muy repetitivo: lo vemos en todas las películas. En una película es hasta comprensible, porque solo se tiene una hora y algo para contar una historia; no pueden dedicarle mucho a hacer investigaciones coherentes. Pero en un cuanto debería ser diferente. En dos oraciones ya se cuenta todo, parece una simplificación muy gruesa. Tal vez el autor podría tomarse un poco más de trabajo en buscar otra forma, más coherente, de contar lo que pasó en la casa en el pasado. Tampoco me queda claro a qué viene que sean refugiados políticos venezolanos. Pensé que esta introducción tendría importancia en el resto del relato. Al estilo de: nos escapamos de los horrores del régimen para caer en otro tipo de horrores, tal vez peor. Pero no, el tema no se relaciona con el resto del relato. Hay algunos dedazos, algún tilde que falta, y algunas comas que faltan y otras que sobran, que podrían corregirse con un programa de corrección. “energías con no demasiadas buenas intenciones”, suena extraño que se le atribuyan intenciones a la energía. “las velas iban moviéndose de manera extraña”, no creo que las velas se muevan. Hay dos “empezó” muy cercanos. El final es demasiado dulce para un cuento de terror, termina en un tono infantil de “y todos comieron perdices”.

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El cuento comienza bien, tiene buen ritmo. 
Los números de las edades deberían expresarse con letras.
La enumeración de personas, cuando son tantas, confunde. A no ser que el detalle fuera necesario para la historia, tal vez sería mejor evitarlo.
El recurso de que encuentre un diario donde se cuenta toda la historia es muy repetitivo: lo vemos en todas las películas. En una película es hasta comprensible, porque solo se tiene una hora y algo para contar una historia; no pueden dedicarle mucho a hacer investigaciones coherentes. Pero en un cuanto debería ser diferente. En dos oraciones ya se cuenta todo, parece una simplificación muy gruesa. Tal vez el autor podría tomarse un poco más de trabajo en buscar otra forma, más coherente, de contar lo que pasó en la casa en el pasado.
Tampoco me queda claro a qué viene que sean refugiados políticos venezolanos. Pensé que esta introducción tendría importancia en el resto del relato. Al estilo de: nos escapamos de los horrores del régimen para caer en otro tipo de horrores, tal vez peor. Pero no, el tema no se relaciona con el resto del relato.
Hay algunos dedazos, algún tilde que falta, y algunas comas que faltan y otras que sobran, que podrían corregirse con un programa de corrección.
“energías con no demasiadas buenas intenciones”, suena extraño que se le atribuyan intenciones a la energía.
“las velas iban moviéndose de manera extraña”, no creo que las velas se muevan.
Hay dos “empezó” muy cercanos.
El final es demasiado dulce para un cuento de terror, termina en un tono infantil de “y todos comieron perdices”.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-12-04 08:58:55	4

Comentario
Hola, autor/a. Tengo la sensación de que he leído dos mini relatos en uno. Por un lado un relato político sin desarrollar, y después uno de casa encantada. En ese me centraré. El desarrollo del relato es plano, sin sorpresas. Sobran el exceso de personajes y de información sobre ellos. ¿Para qué quiero saber las edades? Al escribir un relato se debe dar la información relevante para la trama, el resto, sobra. ¿Influye en algo que sean refugiados venezolanos?

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Hola, autor/a.
Tengo la sensación de que he leído dos mini relatos en uno. Por un lado un relato político sin desarrollar, y después uno de casa encantada. En ese me centraré. El desarrollo del relato es plano, sin sorpresas. Sobran el exceso de personajes y de información sobre ellos. ¿Para qué quiero saber las edades? Al escribir un relato se debe dar la información relevante para la trama, el resto, sobra. ¿Influye en algo que sean refugiados venezolanos?

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-12-04 09:29:08	3

Comentario
Un relato bastante sencillo, que trata de aunar dos temas que a priori no tienen relación (política y casas encantadas), pero finalmente no se consigue una cohesión entre ambos para ofrecer un relato interesante. Es demasiado corto para tanto personaje, la verdad que me perdí con los nombres y no sentí interés por ninguno. El elemento del terror esta diluido entre escenas sacadas del repertorio de clichés de casas encantadas. La propuesta podría haber funcionado con menos personajes, un desarrollo de alguno de ellos centrado en su exilio obligado, y un giro final que relacionase ambos temas. Además he encontrado algunos errores en la escritura, aunque el relato en general es de lectura fácil y ágil.

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Un relato bastante sencillo, que trata de aunar dos temas que a priori no tienen relación (política y casas encantadas), pero finalmente no se consigue una cohesión entre ambos para ofrecer un relato interesante. Es demasiado corto para tanto personaje, la verdad que me perdí con los nombres y no sentí interés por ninguno. El elemento del terror esta diluido entre escenas sacadas del repertorio de clichés de casas encantadas. 
La propuesta podría haber funcionado con menos personajes, un desarrollo de alguno de ellos centrado en su exilio obligado, y un giro final que relacionase ambos temas. Además he encontrado algunos errores en la escritura, aunque el relato en general es de lectura fácil y ágil.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-12-06 00:20:45	4

Comentario
Muchas gracias al autor/a y suerte ^^. Las historias de casas o mansiones encantadas son muy comunes, pero a mí personalmente nunca me cansan. Una buena dosis de fantasmas que habitan estos lugares es lo que quiero ver en concursos de terror. Aunque veo todo muy precipitado. Como muy apresurado. Algo más de trama, más conocimiento de los personajes para poder acercarnos más a ellos, empatizar etc, habría estado bien, pero se nombra a mucha gente, pero nadie tiene un protagonismo real como tal. El relato está muy bien escrito. Solo aprecié la falta de una tilde aquí: * también de que hacer si pasado//Falta la tilde: también de qué hacer si pasado

Comentario

Muchas gracias al autor/a y suerte ^^.
Las historias de casas o mansiones encantadas son muy comunes, pero a mí personalmente nunca me cansan. Una buena dosis de fantasmas que habitan estos lugares es lo que quiero ver en concursos de terror. Aunque veo todo muy precipitado. Como muy apresurado. Algo más de trama, más conocimiento de los personajes para poder acercarnos más a ellos, empatizar etc, habría estado bien, pero se nombra a mucha gente, pero nadie tiene un protagonismo real como tal.
El relato está muy bien escrito. Solo aprecié la falta de una tilde aquí:
* también de que hacer si pasado//Falta la tilde: también de qué hacer si pasado

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-12-08 20:39:13	5

Comentario
La historia resulta algo plana. Demasiados personajes, con lo que te pierdes quien es cada uno y su función en la historia. Si es relevante o no. Todo se resuelve de manera muy rápida y feliz. Y al final, no sé si inconscientemente, el autor/a elimina a parte de la gente pues primero dice que solo participarían los adultos y al bajar al sótano solo hay dos matrimonios, el abogado y la médico. ¿Dónde quedó el otro matrimonio y las dos parejas?

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La historia resulta algo plana. Demasiados personajes, con lo que te pierdes quien es cada uno y su función en la historia. Si es relevante o no.
Todo se resuelve de manera muy rápida y feliz. 
Y al final, no sé si inconscientemente, el autor/a elimina a parte de la gente pues primero dice que solo participarían los adultos y al bajar al sótano solo hay dos matrimonios, el abogado y la médico. ¿Dónde quedó el otro matrimonio y las dos parejas?

Fecha Publicación	Valoración Relato
2024-12-13 13:38:18	3

Comentario
El texto está plagado de clichés y lugares comunes. Una muñeca terrorífica, risas de niños, casas encantadas... El drama de una familia exiliada como preludio para un historia de terror que no termina de convencer. El relato llega a ser aburrido y no genera incertidumbre. Lo cual, para un relato de este género, resulta imperdonable.

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