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Id	Relato	Publicación
134	Relato 50 - Margarita «la flor de plástico»	2023-09-23

Presentación
La gente, por ignorancia se frustra, teniendo a mano la solución a sus problemas. Afortunadamente puede aparecer un ángel que, en principio puede parecer desagradable, pero ayuda a que renazca la felicidad.

Relato
Cuando sé, es joven, la mayor parte del tiempo no se piensa en el futuro, se carga un aire de inmortalidad, creyéndose inmune a toda fatalidad, incluyendo accidentes. Pues bien, así era yo, pensaba que nada me podría pasar, un día cualquiera como si nada, después de tres años de felizmente casada, me sucedió. Un accidente de tránsito en el cual manejaba mi marido me dejo tirada en una cama de por vida. Tenía veinticuatro años, montones de sueños, hace unos meses habíamos comprado nuestra casa, dejado el departamento de noviazgo, la habíamos comprado grande con cuatro habitaciones para los niños, Gabriel mi marido, un año mayor quería tener muchos hijos. A Gabriel no le sucedió nada en el accidente más allá de unos rasguños. El tiempo después del accidente fue muy difícil, ya que la casa se me trasformo en una agonía constante, tuvimos que habilitar la habitación del primer piso destinada a sala de estar siendo modificada a habitación matrimonial, que en el último tiempo termino siendo mi torre del castillo en el que me mantenía encerrada todo el día. Con Gabriel nos casamos muy enamorados, fuimos novios desde pequeños (quince años yo y dieciséis él) asegurándonos ser los primeros en nuestras vidas. El primer año intentamos que el accidente no nos quebrara como parejas, trate de no deprimirme, de incorporar la silla de ruedas a mi cuerpo, hacer la mía y así hacerla de él. Pero no resultaba, ya que los nervios, la culpabilidad de él hacía truncar nuestros deseos de tener intimidad. Empecé a sentirme tosca, fea e inútil, sentía que su deseo por mí disminuía día a día, él ya no notaba cuando me cortaba el pelo, ni mucho menos cuando me ponía alguna ropa para seducirlo, sentí su desinterés lo cual me angustiaba mucho, pues en una parte muy profunda de mí si lo culpaba a él por el accidente maldiciendo el día. El sexo se transformó en algo tan intolerable que le di la opción de que se divorciara de mí, pues yo intuía que él satisfacía sus necesidades fuera de casa y eso me perturbaba, le olía su ropa y a veces casi siempre los días jueves llegaba con un olor muy dulce, con un olor a un perfume a base de violetas, a lo cual yo no le reprochaba nada. Pues le agradecía su compañía, pero no podía ser tan egoísta, así que le dije que se fuera, a lo cual él me dijo que no, que estaría conmigo toda la vida, y si yo quería podríamos adoptar un hijo y tener la familia que tanto quisimos. La idea era genial, pero, sin embargo, no le decía nada, pues yo tenía ganas de sentir y de tener mi propio bebe, pero en mi condición eso era imposible. Y así pasaron los años tres aproximadamente, nuestra relación ya no era de la pareja de jóvenes enamorados sino más bien de compañía y muy fraternal, yo a veces me sentía muy sola. Como si fuera poco empecé a sentirme enferma, vomitaba mucho y tenía fuertes dolores abdominales, me los aguante por un tiempo hasta que ya no pude más y de urgencia me llevaron a la clínica, note a Gabriel preocupado al igual que todo el mundo. De urgencia me tuvieron que operar de la vesícula, estar en la clínica me produjo una gran angustia, pues, recordaba constantemente el tiempo del accidente. Ya pasado unos días en el postoperatorio, paso el Doctor Exequiel Betancur, con un grupo de jóvenes enfermeros, sin importar la presencia de estos le consulté que hace meses tres que no me llegaba mi periodo… a lo cual el doctor me observo y escribió algo… de la nada oí una voz que dijo: ¿Tal vez puedes estar embarazada? Es una burla, dije en tono agresivo A lo cual la voz tuvo cuerpo y del tumulto de jóvenes apareció una menuda jovencita, aparentemente menor que yo, diciendo en tono sarcástico si lo que no tiene bueno son las piernas, el resto del cuerpo le funciona perfectamente... (Todos los otros alumnos la miraron con cara de asombro). A lo cual el doctor le dijo Juanita retírate… y porqué objetó la muchachita, a lo cual desato mi furia y le dije - Estúpida, no me ves como estoy, no ves que no puedo tener sexo, no ves que no sirvo para eso, y estalle en llanto. Todos quedaron complejos en dicha situación. Lo peor del caso es que la tal Juanita sonrió susurrando “si no tiene sexo es porque usted no quiere” Basta dijo el doctor, pide disculpas y retírate Srta. Pérez. Ok, disculpa… y la muchacha abandono la sala… Yo quedé hecha un estropajo mientras el doctor se deshacía en disculpas, yo solo lloraba. Ya sola en la habitación, la cara de ironía de la susodicha enfermera, no se borraba y veía su boca repetir una y otra vez “si no quiere tener sexo es porque usted no quiere” La habitación se hizo un abismo, el cual el frío de las paredes trasmutando en mí la soledad me invadía y volvía a llorar, recordaba las noches lujuriosas de recién casados con Gabriel y nuestras actuales noches, distanciados él ya no dormía conmigo solo lo hacía muy en vez en cuando, sobre todo cuando había tormentas y yo no lograba dormir. Me acomodé como pude, y tome el teléfono, marque el cero y le dije por favor, envíen a la enfermera Juanita Pérez, la recepcionista dijo que la enfermera estaba en colación y que más tarde llegaría, lo cual deje anotado que cuando se desocupara viniera enseguida, la telefonista al anotar mi nombre dijo, señora eso no será posible, ya que la enfermera tiene prohibición de sala, por favor puede hacer la excepción es algo muy personal e importante, bueno dijo la recepcionista espero no arrepentirme. Ansiosa miraba el reloj una y otra vez, quería que entrara ya la menuda joven y me dijera como lo debía hacer, sentía que en su voz tendría la posibilidad de volver a conquistar a Gabriel. Ya había transcurrido un par de horas cuando apareció. Soberbiamente, me miro y dijo, diga señora, en que la ayudo. Para mí es difícil esta situación, pero quiero que me expliques eso de que si puedo tener sexo y sobre todo que si puedo quedar embarazada. Mire, señora Margarita, entienda una cosa que lo que usted tiene malo son las piernas (pegándome unos palmetazos) los cuales obviamente no sentí nada, sin embargo… dijo acercándose… (Tocándome las manos guiándolas hacia mis pechos) … que lo otro sí funciona. De inmediato me sonrojé, y le dije explícame… -Recuerdas lo que le excitaba a su marido. Quedé pensando por un buen rato y había olvidado lo que le excitaba a Gabriel, tímidamente le respondí... Algo recuerdo, le encanta que lo bese en el cuello y le muerda suavemente las orejas. ¿Y a usted qué le gusta? A mí, me gusta que me tome de las caderas, que me abrase fuerte y que me bese mucho los hombros y los pechos. (Yo a esta altura ya estaba colorada) Pues bien, mira, si quieres tener relaciones te aconsejo que no tomes anticonceptivos, ya que estos aumentaran tu sequedad vaginal, debes usar lubricantes y preservativos y la posición debe ser a lo misionero. ¿Misionero? Si tu acostada y el sobre de ti. Olvídate de que tus piernas no sienten, aprende a sentir con tus brazos, con tus manos, tu vientre, tu cuello, tu pelo… Y sobre todo haz el amor con los besos. ¿Cómo es eso? Y Juanita hizo una mueca con los labios, poniéndolos en forma de pez y dijo - Y si querida hacer el amor con los besos. Y ahí entendí que hacía referencia al sexo oral. No solo tus genitales, tu marido puede explorar… En ese instante ambas reíamos, ella me abrazo. Fue como una señal de paz. Y tú le puedes decir eso a mi marido. Claro respondió. Gabriel, a los días hablo con Juanita cuando me dieron de alta definitiva. Ya en casa Gabriel me miraba con cierta picardía, lo invité a quedarse en mi pieza, le dije a mi nana que pusiera velas, yo esparcí mi perfume en toda la habitación, para que Gabi quedara muy impregnado de mí. Él entró, se acostó a mi lado, yo me acomodé en su pecho y lo comencé a besar, como dijo Juanita a hacerle el amor con mis besos, él me contesto de una forma muy pasional… me abrazo fuerte… inhalando todo mi aroma, luego me beso la frente y de un minuto a otro ya estábamos los dos desnudos. Hace años que eso no sucedía, todo se fue dando de una forma tan natural, que no nos dimos ni cuenta cuando ya nos estábamos amando de la misma forma pasional, yo por mi parte me excite mucho cuando me besaba el cuello, mordía mis pezones e introducía su dedo pequeño en forma circular y suave por mi ombligo… En esa ocasión no utilizamos preservativos ni nada. Nuestra vida marital fue tomando nuevamente ritmo, los días jueves ya Gabriel no llegaba con el olor a violetas e incluso llegaba más temprano, pero como buenos alumnos a nuestros encuentros le fuimos agregando juguetes sexuales, lubricantes y preservativos con sabores. Después de unos meses, me volví a sentir enferma, con náuseas, y muchos vómitos, sentí miedo de volver a tener problemas a la vesícula. Un día no aguante el dolor… era un puntazo fuertísimo en el vientre, a lo cual Gabi me llevo de urgencia nuevamente a la clínica. Llegamos me llevaron a una sala, y después de horas… apareció el doctor Exequiel, tenía una cara como de extrañado… durante todas las horas que esperé Gabriel no se despegó de mi lado. El doctor entró y Gabriel lo empezó a bombardear de preguntas, a lo cual él solo dijo Chicos… no sé cómo sucedió esto, pero está más que corroborado. Felicitaciones serán padres.

Relato

Cuando sé, es joven, la mayor parte del tiempo no se piensa en el futuro, se carga un aire de inmortalidad, creyéndose inmune a toda fatalidad, incluyendo accidentes. Pues bien, así era yo, pensaba que nada me podría pasar, un día cualquiera como si nada, después de tres años de felizmente casada, me sucedió. Un accidente de tránsito en el cual manejaba mi marido me dejo tirada en una cama de por vida.
Tenía veinticuatro años, montones de sueños, hace unos meses habíamos comprado nuestra casa, dejado el departamento de noviazgo, la habíamos comprado grande con cuatro habitaciones para los niños, Gabriel mi marido, un año mayor quería tener muchos hijos.
A Gabriel no le sucedió nada en el accidente más allá de unos rasguños.
El tiempo después del accidente fue muy difícil, ya que la casa se me trasformo en una agonía constante, tuvimos que habilitar la habitación del primer piso destinada a sala de estar siendo modificada a habitación matrimonial, que en el último tiempo termino siendo mi torre del castillo en el que me mantenía encerrada todo el día. 
Con Gabriel nos casamos muy enamorados, fuimos novios desde pequeños (quince años yo y dieciséis él) asegurándonos ser los primeros en nuestras vidas.
El primer año intentamos que el accidente no nos quebrara como parejas, trate de no deprimirme, de incorporar la silla de ruedas a mi cuerpo, hacer la mía y así hacerla de él.
Pero no resultaba, ya que los nervios, la culpabilidad de él hacía truncar nuestros deseos de tener intimidad. Empecé a sentirme tosca, fea e inútil, sentía que su deseo por mí disminuía día a día, él ya no notaba cuando me cortaba el pelo, ni mucho menos cuando me ponía alguna ropa para seducirlo, sentí su desinterés lo cual me angustiaba mucho, pues en una parte muy profunda de mí si lo culpaba a él por el accidente maldiciendo el día.
El sexo se transformó en algo tan intolerable que le di la opción de que se divorciara de mí, pues yo intuía que él satisfacía sus necesidades fuera de casa y eso me perturbaba, le olía su ropa y a veces casi siempre los días jueves llegaba con un olor muy dulce, con un olor a un perfume a base de violetas, a lo cual yo no le reprochaba nada. Pues le agradecía su compañía, pero no podía ser tan egoísta, así que le dije que se fuera, a lo cual él me dijo que no, que estaría conmigo toda la vida, y si yo quería podríamos adoptar un hijo y tener la familia que tanto quisimos. La idea era genial, pero, sin embargo, no le decía nada, pues yo tenía ganas de sentir y de tener mi propio bebe, pero en mi condición eso era imposible.
Y así pasaron los años tres aproximadamente, nuestra relación ya no era de la pareja de jóvenes enamorados sino más bien de compañía y muy fraternal, yo a veces me sentía muy sola.
Como si fuera poco empecé a sentirme enferma, vomitaba mucho y tenía fuertes dolores abdominales, me los aguante por un tiempo hasta que ya no pude más y de urgencia me llevaron a la clínica, note a Gabriel preocupado al igual que todo el mundo.
De urgencia me tuvieron que operar de la vesícula, estar en la clínica me produjo una gran angustia, pues, recordaba constantemente el tiempo del accidente.
Ya pasado unos días en el postoperatorio, paso el Doctor Exequiel Betancur, con un grupo de jóvenes enfermeros, sin importar la presencia de estos le consulté que hace meses tres que no me llegaba mi periodo… a lo cual el doctor me observo y escribió algo… de la nada oí una voz que dijo:
¿Tal vez puedes estar embarazada?
Es una burla, dije en tono agresivo
A lo cual la voz tuvo cuerpo y del tumulto de jóvenes apareció una menuda jovencita, aparentemente menor que yo, diciendo en tono sarcástico si lo que no tiene bueno son las piernas, el resto del cuerpo le funciona perfectamente...  (Todos los otros alumnos la miraron con cara de asombro).
A lo cual el doctor le dijo Juanita retírate… y porqué objetó la muchachita, a lo cual desato mi furia y le dije - Estúpida, no me ves como estoy, no ves que no puedo tener sexo, no ves que no sirvo para eso, y estalle en llanto. Todos quedaron complejos en dicha situación. Lo peor del caso es que la tal Juanita sonrió susurrando “si no tiene sexo es porque usted no quiere” 
Basta dijo el doctor, pide disculpas y retírate Srta. Pérez.
Ok, disculpa… y la muchacha abandono la sala…
Yo quedé hecha un estropajo mientras el doctor se deshacía en disculpas, yo solo lloraba. Ya sola en la habitación, la cara de ironía de la susodicha enfermera, no se borraba y veía su boca repetir una y otra vez “si no quiere tener sexo es porque usted no quiere”
La habitación se hizo un abismo, el cual el frío de las paredes trasmutando en mí la soledad me invadía y volvía a llorar, recordaba las noches lujuriosas de recién casados con Gabriel y nuestras actuales noches, distanciados él ya no dormía conmigo solo lo hacía muy en vez en cuando, sobre todo cuando había tormentas y yo no lograba dormir.
Me acomodé como pude, y tome el teléfono, marque el cero y le dije por favor, envíen a la enfermera Juanita Pérez, la recepcionista dijo que la enfermera estaba en colación y que más tarde llegaría, lo cual deje anotado que cuando se desocupara viniera enseguida, la telefonista al anotar mi nombre dijo, señora eso no será posible, ya que la enfermera tiene prohibición de sala, por favor puede hacer la excepción es algo muy personal e importante, bueno dijo la recepcionista espero no arrepentirme.
Ansiosa miraba el reloj una y otra vez, quería que entrara ya la menuda joven y me dijera como lo debía hacer, sentía que en su voz tendría la posibilidad de volver a conquistar a Gabriel.
Ya había transcurrido un par de horas cuando apareció.
Soberbiamente, me miro y dijo, diga señora, en que la ayudo.
Para mí es difícil esta situación, pero quiero que me expliques eso de que si puedo tener sexo y sobre todo que si puedo quedar embarazada.
Mire, señora Margarita, entienda una cosa que lo que usted tiene malo son las piernas (pegándome unos palmetazos) los cuales obviamente no sentí nada, sin embargo… dijo acercándose… (Tocándome las manos guiándolas hacia mis pechos) … que lo otro sí funciona.
De inmediato me sonrojé, y le dije explícame…
-Recuerdas lo que le excitaba a su marido.
Quedé pensando por un buen rato y había olvidado lo que le excitaba a Gabriel, tímidamente le respondí...
Algo recuerdo, le encanta que lo bese en el cuello y le muerda suavemente las orejas.
¿Y a usted qué le gusta?
A mí, me gusta que me tome de las caderas, que me abrase fuerte y que me bese mucho los hombros y los pechos. (Yo a esta altura ya estaba colorada)
Pues bien, mira, si quieres tener relaciones te aconsejo que no tomes anticonceptivos, ya que estos aumentaran tu sequedad vaginal, debes usar lubricantes y preservativos y la posición debe ser a lo misionero.
¿Misionero? 
Si tu acostada y el sobre de ti.
Olvídate de que tus piernas no sienten, aprende a sentir con tus brazos, con tus manos, tu vientre, tu cuello, tu pelo…
Y sobre todo haz el amor con los besos.
¿Cómo es eso?
Y Juanita hizo una mueca con los labios, poniéndolos en forma de pez y dijo
- Y si querida hacer el amor con los besos.
Y ahí entendí que hacía referencia al sexo oral.
No solo tus genitales, tu marido puede explorar…
En ese instante ambas reíamos, ella me abrazo. Fue como una señal de paz.
Y tú le puedes decir eso a mi marido.
Claro respondió.
Gabriel, a los días hablo con Juanita cuando me dieron de alta definitiva.
Ya en casa Gabriel me miraba con cierta picardía, lo invité a quedarse en mi pieza, le dije a mi nana que pusiera velas, yo esparcí mi perfume en toda la habitación, para que Gabi quedara muy impregnado de mí. Él entró, se acostó a mi lado, yo me acomodé en su pecho y lo comencé a besar, como dijo Juanita a hacerle el amor con mis besos, él me contesto de una forma muy pasional… me abrazo fuerte… inhalando todo mi aroma, luego me beso la frente y de un minuto a otro ya estábamos los dos desnudos.
Hace años que eso no sucedía, todo se fue dando de una forma tan natural, que no nos dimos ni cuenta cuando ya nos estábamos amando de la misma forma pasional, yo por mi parte me excite mucho cuando me besaba el cuello, mordía mis pezones e introducía su dedo pequeño en forma circular y suave por mi ombligo… En esa ocasión no utilizamos preservativos ni nada.
Nuestra vida marital fue tomando nuevamente ritmo, los días jueves ya Gabriel no llegaba con el olor a violetas e incluso llegaba más temprano, pero como buenos alumnos a nuestros encuentros le fuimos agregando juguetes sexuales, lubricantes y preservativos con sabores.
Después de unos meses, me volví a sentir enferma, con náuseas, y muchos vómitos, sentí miedo de volver a tener problemas a la vesícula. Un día no aguante el dolor… era un puntazo fuertísimo en el vientre, a lo cual Gabi me llevo de urgencia nuevamente a la clínica.
Llegamos me llevaron a una sala, y después de horas… apareció el doctor Exequiel, tenía una cara como de extrañado… durante todas las horas que esperé Gabriel no se despegó de mi lado.
El doctor entró y Gabriel lo empezó a bombardear de preguntas, a lo cual él solo dijo 
Chicos… no sé cómo sucedió esto, pero está más que corroborado.
Felicitaciones serán padres.

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Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-24 11:44:52	5

Comentario
Un relato extraño, cargado de buenas intenciones y… faltas de ortografía (una revisión en Word hubiera evitado muchas de ellas). Tampoco ayuda el modo (o la falta del mismo) de introducir los diálogos. Quizá sea una bonita historia, pero le falta algo para ser un buen relato. Supongo que ya no nos satisfacen los finales felices, somos así. Pero el autor tiene algo, tiene que seguir escribiendo para que ese algo se haga más patente. Suerte!

Comentario

Un relato extraño, cargado de buenas intenciones y… faltas de ortografía (una revisión en Word hubiera evitado muchas de ellas). Tampoco ayuda el modo (o la falta del mismo) de introducir los diálogos. Quizá sea una bonita historia, pero le falta algo para ser un buen relato. Supongo que ya no nos satisfacen los finales felices, somos así. Pero el autor tiene algo, tiene que seguir escribiendo para que ese algo se haga más patente. Suerte!

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-24 15:28:49	5

Comentario
Esta claro que el autor o autora ha puesto todo su corazón en el relato. Es un poco inconexo, pero de todo se aprende. Sigue escribiendo y no pararás de mejorar.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-24 19:14:58	4

Comentario
Autor /a Un relato con buena intención y más parecido a un mensaje informativo sobre las múltiples y singulares variedades de disfrutar del sexo. En cuanto a la forma literaria, queda mucho que pulir así como, los errores ortográficos. Te aconsejo que leas mucho y adquieras experiencia. Seguro que podrás alcanzar la formula y escribirás buenos relatos. ¡Suerte!

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-24 14:55:15	4

Comentario
Un cuento plagado de buenas intenciones, como su final. Se extrañaban los happy ends. Falta un poco de desarrollo y prestar atención a signos de puntuación y sintaxis. hace confusa la lectura. Esta escrito por una persona con buenas ideas que debería practicar más el arte de la escritura. Hay puntas interesantes que se pierden en la nada y quedan sin desarrollo. El personaje de la enfermera aparece demasiado de imprevisto y no suena verídico.

Comentario

Un cuento plagado de buenas intenciones, como su final. Se extrañaban los happy ends.
Falta un poco de desarrollo y prestar atención a signos de puntuación y sintaxis. hace confusa la lectura.
Esta escrito por una persona con buenas ideas que debería practicar más el arte de la escritura. Hay puntas interesantes que se pierden en la nada y quedan sin desarrollo. El personaje de la enfermera aparece demasiado de imprevisto y no suena verídico.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-24 19:04:04	2

Comentario
texto sin valor estético, relato de superación desinflado. contiene repetición de palabras y errores gramaticales.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-26 15:09:57	1

Comentario
Gracias al autor o autora por su tiempo y su imaginación. Una bonita historia de superación personal y en pareja tras un grave accidente en el que la mujer queda parapléjica. Hay muchos aspectos mejorables, aunque la idea es buena. Aparte, existen muchísimos errores que una corrección ortotipográfica habría solucionado, y el principio mismo es una buena muestra de lo que llega después: "Cuando sé, es joven/Cuando se es joven". Asimismo, una corrección profunda de estilo habría sido muy necesaria para lograr un texto con cierto cuidado lingüístico. Por otro lado, seguro que ha sido un ejercicio de escritura que ayudará a mejorar para la siguiente.

Comentario

Gracias al autor o autora por su tiempo y su imaginación. Una bonita historia de superación personal y en pareja tras un grave accidente en el que la mujer queda parapléjica. Hay muchos aspectos mejorables, aunque la idea es buena.

Aparte, existen muchísimos errores que una corrección ortotipográfica habría solucionado, y el principio mismo es una buena muestra de lo que llega después: "Cuando sé, es joven/Cuando se es joven". Asimismo, una corrección profunda de estilo habría sido muy necesaria para lograr un texto con cierto cuidado lingüístico. Por otro lado, seguro que ha sido un ejercicio de escritura que ayudará a mejorar para la siguiente.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-26 20:49:43	4

Comentario
Autor/a, es un relato interesante. Bien hilado y emotivo. Cierto, que muchas veces el desconocimiento y la ignorancia frustran a la gente. Aparece un ángel, en este caso la enfermera, y ayuda a resolver el problema. Grandioso. No entendí por qué el estar embarazada le dio un puntazo fuerte en el vientre que tuvieran que llevarla al hospital. Para ese momento, ni patadas del bebé podía haber sentido. Escrito, prácticamente sin signos de puntuación. Debes realizar una revisión ortotipográfica. ¡Suerte!

Comentario

Autor/a, es un relato interesante. Bien hilado y emotivo. Cierto, que muchas veces el desconocimiento y la ignorancia frustran a la gente. Aparece un ángel, en este caso la enfermera, y ayuda a resolver el problema. Grandioso. No entendí por qué el estar embarazada le dio un puntazo fuerte en el vientre que tuvieran que llevarla al hospital. Para ese momento, ni patadas del bebé podía haber sentido.
Escrito, prácticamente sin signos de puntuación. Debes realizar una revisión ortotipográfica.
¡Suerte!

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-27 07:38:57	5

Comentario
Que en la segunda palabra haya una falta de ortografía te indica el cariz del texto y así ha sido. Errores de sintaxis, de tildes, de puntuación, de repeticiones y de ortografía. Algunos ejemplos pueden ser: AbraCe, ParejA, repetición de “accidente” o de “la cual”, bebÉ, tratÉ, intentÉ… En cuanto a la historia parece basada en hechos reales, cosa que no es ni bueno ni malo. No hay giros y no es un tema que me atraiga mucho. Suena incongruente que usen preservativos de sabores y se quede embarazada. Continúa practicando, autor, se te intuyen maneras pero falta práctica. Buen intento.

Comentario

Que en la segunda palabra haya una falta de ortografía te indica el cariz del texto y así ha sido. Errores de sintaxis, de tildes, de puntuación, de repeticiones y de ortografía. Algunos ejemplos pueden ser: AbraCe*, ParejA*, repetición de “accidente” o de “la cual”, bebÉ*, tratÉ, intentÉ*…
En cuanto a la historia parece basada en hechos reales, cosa que no es ni bueno ni malo. No hay giros y no es un tema que me atraiga mucho. Suena incongruente que usen preservativos de sabores y se quede embarazada.

Continúa practicando, autor, se te intuyen maneras pero falta práctica. Buen intento.

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-09-28 17:29:31	5

Comentario
Bueno, qué bueno que en este caso la protagonista logró recuperar intimidad. Pero las discapacidades no son todas iguales, la verdad si esto es un ejemplo de que absolutamente todo se puede, está errado y carece de perspectiva. Hay personas que pierden toda sensibilidad en la zona y el placer es sencillamente imposible, y no es pesimismo es la realidad. Más allá de esto, pude advertir ciertos errores en la gramática y algunos ortográficos, mejoraría mucho la calidad del texto si se repararan. Saludos

Comentario

Bueno, qué bueno que en este caso la protagonista logró recuperar intimidad. Pero las discapacidades no son todas iguales, la verdad si esto es un ejemplo de que absolutamente todo se puede, está errado y carece de perspectiva. Hay personas que pierden toda sensibilidad en la zona y el placer es sencillamente imposible, y no es pesimismo es la realidad. Más allá de esto, pude advertir ciertos errores en la gramática y algunos ortográficos, mejoraría mucho la calidad del texto si se repararan. Saludos

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-11-22 09:38:29	4

Comentario
La idea es buena pero mejorable. Hay bastantes faltas (tema tildes) que molesta en la lectura. Además, me chirría el personaje del doctor, se sorprende demasiado. Tampoco entiendo como nota una patada tan pronto. No lo veo verosímil. La transición de la mujer desde el resentimiento y la desesperanza hasta la aceptación y el redescubrimiento del amor parece un poco apresurada. Mucha suerte, autor/a

Comentario

La idea es buena pero mejorable. Hay bastantes faltas (tema tildes) que molesta en la lectura. Además, me chirría el personaje del doctor, se sorprende demasiado. Tampoco entiendo como nota una patada tan pronto. No lo veo verosímil.
La transición de la mujer desde el resentimiento y la desesperanza hasta la aceptación y el redescubrimiento del amor parece un poco apresurada. 
Mucha suerte, autor/a

Fecha Publicación	Valoración Relato
2023-11-24 20:52:22	4

Comentario
Me ha parecido un relato sobre la resiliencia, como acaba aceptando y superando su discapacidad. Le falta la raya de los diáologos o no es la correcta. No me parece creíble lo del doctor y unos cuantos enfermeros alrededor. Me lo creería más si fueran residentes o estudiantes de medicina. SI que podría haber una enfermera/o, aunque quizá en otros países es más normal.

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