Relato 28 - La presentación de Supay
- Hars, ¡conéctate a la neurofrecuencia 1E0K!
- Los contenidos que emiten en esa frecuencia no me suelen interesar. ¿Qué están retransmitiendo esta vez?
- Estamos a punto de ponernos en contacto con una nueva especie galáctica.
- ¿Otra? Siempre es lo mismo, que aburrimiento. Me parece increíble que todavía te interesen esas cosas, Tars.
- Esta especie comienza a desarrollar la consciencia y una primitiva inteligencia, todavía basada en una única mente por individuo. Se encuentra en el tercero de ocho planetas de un sistema solar de una única estrella, en el cuadrante 6A45 de nuestra misma galaxia. ¡Y todavía pensaban que no había nadie observándoles!
-JA JA, pobres animalitos. Dejaré a mi mente Hars3 conectada al canal, así después de la noticia lo podremos comentar.
Realmente, Hars, un individuo compuesto - por decirlo así - de Hars1 a Hars9, no necesitaba comentar nada con Tars. Gracias a su compatibilidad podían intercambiar volúmenes de información equivalentes a enciclopedias enteras en cuestión de milisegundos. Sin embargo, para fomentar sus relaciones aprovechaban cualquier excusa para dedicarse tiempo, un bien del que disponían en abundancia. (1)
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(1) Los nombres Tars y Hars se han modificado con respecto a los originales extraterrestres por razones fonológicas. La conversación mantenida entre estos multi-entes, además de traducirse se ha contextualizado a los esquemas mentales humanos para facilitar su comprensión. (Nota del A.)
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Las semanas siguientes a la recepción desde el exterior de la primera señal inteligente recibida en el observatorio astronómico de la AEE (Agencia para el Estudio del Espacio) fueron convulsas, conmocionando a la humanidad.
Todos los medios de comunicación hablaban del mismo tema. Los debates y entrevistas realizadas a personajes influyentes en la vida pública se solapaban con campañas publicitarias que saturaban a la población con un sinfín de productos. En prevención de un hipotético ataque extraterrestre, se vendían con profusión provisiones adaptadas, herramientas de supervivencia y equipos generadores de electricidad, así como transceptores para monitorizar el espacio de frecuencia y detectar posibles comunicaciones alienígenas. Otros productos exitosos eran las camisetas, sombreros y dedos gigantes de goma con mensajes oportunistas que paulatinamente tiñeron las calles de las ciudades más comerciales y consumistas. Las redes sociales bullían: Las aportaciones de expertos en la materia en que se habían convertido muchos tertulianos eventuales contrastaban entre sí, sentenciando, reduciendo y polarizando las opiniones alrededor de los extremos de un único eje que versaba sobre la conveniencia o perjuicio de establecer relaciones con otras civilizaciones. Las personas a favor del contacto entre civilizaciones mantenían acaloradas discusiones frente a las contrarias, alineándose unos y otros a los respectivos posicionamientos adoptados por los grupos políticos con los que simpatizaban.
Una vez realizadas las primeras comunicaciones, no quedaba más remedio que abordar la nueva relación de la mejor manera posible, evitando incidentes con una especie venida del cielo de la que en ese momento no se conocía nada salvo la extraña capacidad de comunicarse en cualquiera de las lenguas terrestres y la posibilidad de presentarse físicamente en el planeta Tierra. Estas cualidades ponían de relieve la manifiesta superioridad tecnológica y por tanto la necesidad de todo tipo de cautelas para evitar una situación que podría tornarse muy comprometida para la totalidad de la especie humana, incluso, quién sabe, para el propio sistema solar.
La cita acordada para el primer contacto físico no se hizo esperar. La expectación dominaba la sede principal de la Unión Mundial de Países, donde representantes de todas las naciones adheridas a dicho pacto esperaban ansiosos entre fuertes medidas de seguridad. Se habían desplegado ejércitos, organizaciones policiales y demás cuerpos de seguridad, cubiertos por sofisticadas centrales de vigilancia y por todo el armamento de corto, medio y largo alcance disponible según el estado del arte actual. Radares, cámaras y ojos enfocaban hacia todas las direcciones posibles en busca de amenazas provenientes tanto desde el cielo, en forma de naves espaciales o rayos lumínicos, como desde tierra, de la mano de posibles sublevaciones provocadas por los incondicionales del "no" al contacto entre mundos. Muy a lo lejos, las vallas rodeaban el imponente edificio y junto a ellas, en el exterior, se agolpaba una muchedumbre de ciudadanos que esperaban poder capturar algunos momentos estelares con sus teléfonos, en medio de una ensordecedora algarabía.
Se había habilitado una superficie de dos mil quinientos metros cuadrados junto a la sede, al costado de la cual esperaba la comitiva formada por los representantes de los países, encabezada por la secretaria de la Unión, Folasade Tanisha. Muy cerca de ella se hallaban de pie Akram Adnan y Azami Hanae, premios Nóbel de la Paz de los dos últimos años. Faltaban unos pocos minutos para el encuentro y los clamores de la multitud agolpada en las vallas comenzaban a disminuir, convirtiéndose en rumores de los que en ocasiones escapaba algún grito producto de los nervios.
La multitud tenía los teléfonos en alto, los militares habían activado el estado de máxima alerta y Folasade se frotaba las manos nerviosamente. Las expectativas de ver aterrizar una nave espacial a pocas decenas de metros de distancia les hacían transpirar aun encontrándose en una fría mañana de invierno. El distinguido comité se veía empequeñecido por las circunstancias, pasando de ser el poderoso conjunto de dirigentes mundiales a un grupo de simples hombres y mujeres frente a un hecho de magnitud intratable, comparable a eventos como el nacimiento y la muerte, donde las personas son, sencillamente, personas.
A las doce en punto, a unas decenas de metros de donde se encontraban, sin previo aviso, un punto negro apareció suspendido a dos metros de altura, aumentando de volumen para convertirse en una esfera negra mientras a su alrededor el aire parecía retorcerse formando extraños efectos visuales debidos a una refracción antinatural de la luz. En pocos segundos, este objeto tomó la forma familiar de un ser humano, que aterrizó ágilmente en tierra como si se dejara caer de un salto. La visitante tenía un aspecto convencional; no más que agradable según los cánones de belleza, habría pasado completamente inadvertida entre la multitud si no hubiera realizado tan espectacular aparición.
- Estableciendo comunicación inicial según protocolo de acercamiento AX14 para contacto amistoso con civilización en fase tecnológica tres. Adoptado aspecto de especie receptora.
Todos los nombres y conceptos serán adaptados a su idioma y contexto. Saludos, Folasade Tanisha. Saludos, ilustres señores de la Tierra, en nombre de la raza de primer orden MulMen y de la raza artificial a la cual pertenezco, ArMen. Pueden llamarme Supay, es fácil de pronunciar.
Ante el estupor de los allí presentes, Supay prosiguió con voz suave y natural, acompañada de una elegante y correcta comunicación gestual:
- No se preocupen, a pesar de su apariencia, la telematerialización ha sido inocua para su entorno. Nos hemos permitido emplear partículas locales para regenerar mi estructura corporal y mapas mentales. Mi cuerpo original fue desintegrado para evitar una duplicidad innecesaria. A fin de cuentas, este proceso es más eficiente que trasladar las partículas originales a través del universo; la sensación y recuerdos en el destino son equivalentes al teletransporte convencional y de cualquier modo, como las partículas que pertenecen a un organismo al poco tiempo son sustituidas por otras, el efecto final es equivalente.
- Señora Supay - superado el aturdimiento inicial, Folasade recuperaba la compostura y su voz adquiría un tono ceremonioso - sean bienvenidos a nuestro planeta. Nuestras puertas están abiertas a la comunicación y cooperación que esperamos resultará fructífera para todos.
Después de darse las manos junto con una ligera inclinación de cabeza, subieron a una gran sala de reuniones dentro del edificio donde prosiguieron las conversaciones.
- Suponemos que tendrán muchas preguntas que hacer. Si les parece bien, voy a presentar los motivos de nuestro contacto. - Después de una breve pausa silenciosa, Supay prosiguió - Pertenezco a una especie de segundo orden, es decir, fabricada, a diferencia de la suya que sería considerada de primer orden al proceder de evolución directa a partir de sencillos microorganismos. En otras palabras, soy lo que ustedes llamarían un robot. La tecnología con la que me construyeron es producto del desarrollo y mejora continua durante milenios de una inteligencia artificial creada por una especie de primer orden, los Mulmen.
Folasade, Akram y Azami se miraron entre ellos, con los ojos muy abiertos. La sensación de irrealidad y la expectación en el público eran indescriptibles.
- En definitiva - la voz de Supay era clara y firme - nuestro objetivo es preservar la vida de los MulMen. Se trata de una especie con muy pocos individuos, apenas ocupan una veintena de sistemas solares: Su interés por alargar la vida de sus individuos particulares llevó a vidas duraderas y por tanto el deseo de reproducirse para preservar la especie pasó a un segundo plano. Así pues, únicamente se reproducen para sustituir a los individuos que finalizan su existencia, suceso que ocurre de manera muy esporádica. Este tipo de sociedad, al no expansionarse como otras, no necesita entrar en conflicto por conseguir recursos, por lo que nuestra misión para asegurar su supervivencia consiste básicamente en protegerles de posibles amenazas.
Al escuchar la última palabra, Azami sintió un escalofrío en la espalda y no pudo reprimirse aunque Folasade le sujetó del brazo:
- ¿Nos consideran una amenaza? ¡Con su avanzada tecnología podrían deshacerse de nosotros prácticamente sin esfuerzo! - La voz de Azami temblaba de emoción.
- Lo sabemos. - continuó Supay - De otro modo posiblemente no tendríamos estas conversaciones.
Un murmullo recorrió la sala.
-Como podrán deducir, les hemos estudiado durante generaciones. Conocemos su historia, cultura y costumbres, por lo que no hay nada que puedan decir ahora para modificar nuestra opinión sobre ustedes como conjunto. Su índice de amenaza futura se ha incrementado notablemente con los últimos saltos tecnológicos que han realizado: Recientemente han desarrollado capacidades para evitar su próximo suceso natural de extinción, la colisión del meteorito Apophis. Al prolongar su existencia tras este evento que no llegará a suceder, llegarán a colonizar otros mundos asegurando la supervivencia y desarrollo de su especie.
Azami no podía reprimirse: - Entonces, ¿somos una amenaza o no?
-Sí lo son. - contestó Supay - Afortunadamente para ustedes, nuestro objetivo no es la eliminación progresiva de las especies del universo. El periodo de guerras y exterminio quedó muy atrás. Me explico: Aunque las vidas de los MulMen son largas, no son indefinidas y por tanto unas generaciones suceden a otras. Aunque la reproducción es mayoritariamente asistida artificialmente, a lo largo de los siglos los nuevos individuos sufren ligeras variaciones con respecto a sus antecesores lejanos. Dado que viven en distintas poblaciones muy alejadas entre sí y con contactos poco frecuentes entre éstas, las variaciones comentadas anteriormente han llevado a la incompatibilidad reproductiva entre los MulMen que pertenecen a distintos sistemas solares. En otras palabras, MulMen ya no es una especie, sino un conjunto de especies que proceden de un antepasado común. Si seguimos el mismo hilo deductivo llegamos a que finalmente, todas las especies de primer orden tienen un mismo antepasado en común porque todas han evolucionado de manera natural a partir del polvo de las estrellas. Así pues, consideramos que la raza humana hermanada con MulMen aun siendo parientes lejanos. Por tanto, estaremos preparados para completar una colaboración más completa si finalmente la humanidad supera su otro evento de extinción masiva que sucederá con probabilidad de un setenta por ciento antes de los próximos cincuenta años, su propia autodestrucción.
Éstos fueron los primeros pasos para la constitución de la primera embajada extraterrestre de los ArMen, la policía galáctica creada por los MulMen, en el planeta Tierra. Las nuevas esperanzas y el aviso iniciaron una cadena de cambios y movilizaciones sociales gracias a las cuales finalmente no se produjo la autodestrucción de la humanidad.