Relato 58 - La raya
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¿Se puede perder la cabeza por algo tan simple como una raya? ¿Y hasta dónde puede llegar la insensatez humana? Conocerás las respuestas a estas interrogativas al finalizar la lectura de nuestro quintoagésimo octavo relato que lleva por título "La raya".
Si te topas con una persona aversiva, a la que no puedes ver ni en pintura, a la que con cada paso que das se te adelanta y si además, por desgracia, su aversión es recíproca, entonces te sentirás identificado o identificada con el protagonista de esta historia.
Querido lector o lectora,
en el caso de estar viviendo esta misma situación en tu vida, permíteme que te diga que este relato está didicado especialmente para tí.
Nos vemos en la raya...
¡Feliz lectura!
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Opiniones
Me divierte pensar en el calvo. No te imaginas las veces que he odiado a los calvos. No se trata de discriminación sino de una suerte de fijación.