Microrrelato 06 - Ciencia fallida

Comprendí en aquel momento que todo era mentira, que en muchas ocasiones las teorías avaladas científicamente no dejan de ser meras hipótesis imposibles de hacerse realidad. Ahora estaba segura, lo sabía.

Allí de pie, con mi cuerpo pegado al tuyo, con mi boca pegada a la tuya, con tu lengua enlazada en la mía, supe que nada era verdad más que aquel momento, que todo lo anterior no contaba, que de nada me servía todo lo vivido, todo lo leído, todo lo aprendido. En aquel instante la tierra se detuvo, fui plenamente consciente de que el movimiento de rotación había cesado. Pero nada se movió, ningún impulso vino a impelernos, más que el propio latido de mi corazón. Ni huracanados vientos, ni hercúleas olas, ni nada de lo predicho. Entonces deseché la ciencia, para abrazar fervientemente mis meros instintos.

La tierra, mi mundo se detuvo y solo existió el silencio y la certeza de que todo, aunque parecido, nunca sería ya igual.