Buenas tardes a tod@s,
Estoy muy contento
Es para mí un orgullo y una satisfacción resultar ganador del concurso, y lo celebro. Debemos además felicitarnos por haber alumbrado entre todos esta verdadera fiesta de la literatura. Doy las gracias por vuestras criticas, las generosas, que han conseguido sonrojarme, y las negativas, que han sabido, igualmente con generosidad, desvelar mis errores para que pueda aprender. Doy las gracias también a mis compañeros del equipo de coordinación, es un honor trabajar a su lado. Y especialmente a nuestra coordinadora jefe, que ha sabido templar, atemperar y organizar como nadie, cualidades estas que no suelen abundar, ni mucho menos concurrir en una sola persona.
Confieso que me asuste cuando se decidió el microrrelato como formato para el concurso que acaba de finalizar, pero luego, metido ya en faena, me he sentido agusto y he podido presentar varios trabajos. Yo lo achaco a que mi primer acercamiento a la literatura fue a través de la poesía, y quizá me ha venido bien eso de encajar palabras y sentimientos en un espacio tan reducido.
A continuación, me tomo la libertad de dar unas breves pinceladas sobre los escritos que he presentado, y me pongo a vuestra disposición para solventar dudas o comentar cualquier punto que tengáis a bien plantearme. Espero que os guste la idea, ya apuntada por nuestra coordinadora, y que cunda el ejemplo.
Besos y abrazos
MICRORRELATO 88 - LOS GIGANTESEl pasado febrero agarré la que por el momento creo que ha sido la gripe más fuerte de mi vida. De hecho estuve una semana y media de baja; tanto es así, que mi doctora de cabecera, viendo que la fiebre no remitía, aconsejó que me hicieran una radiografía de urgencia, más que nada para descartar alguna neumonía oculta, que luego por suerte no apareció en la placa. Cuando ví el equipo de rayos, del que salían largos brazos como aspas, en aquella sala desangelada, creo que comencé a dar forma al relato, y me parece que la fiebre, aún presente, me ayudó sin duda.
MICRORRELATO 14 - OTOÑOLa estación que más me gusta. Creo que la literatura se enriquece cuando somos capaces de ver más alla, y damos vida con la palabra a una realidad paralela que vive oculta, esperando a que la descubramos, como
ese hueso duro de roer donde la razón se deja los dientes.MICRORRELATO 25 - EL DESHUESADOR DE CEREZASSilveiras, el caserón antiguo, me sigue inquietando: una placa de baldosines, algo ya ajados, conforma en la fachada su nombre y el año de construcción. El pequeño dehuesador reposa, aparentemente inofensivo, sobre el anaquel blanco de la cocina, y el mar sigue pareciéndome inmenso.
MICRORRELATO 26 - LA GALLA Siempre he pensado que la extensa familia por la parte de mi madre daría para una novela en varios volumenes. Aromas de un Mediterráneo que nunca dejo de añorar. La muerte y la fragancia del puerto a la hora en que las barcas regresan de faenar se mezclan y hacen más vivo el recuerdo de la
besavia Antonia,
la Galla.
MICRORRELATO 50 - UN CUADRO DE FLORES SECASCompre en Ikea, hace unos meses, 3 marcos blancos, de los profundos, de esos que se pueden rellenar con cualquier cosa que se te ocurra. El caso es que cuando los giras para hacer lo necesario para colgarlos, las flores secas que escogí como relleno, se deslizan y desbaratan la composición elegida. Mi falta de paciencia y el frío, que siento cada vez más intenso, no me ayudan precisamente.
MICRORRELATO 51 - MANOLITO ESTUDIA PELUQUERÍAAcabé mis dos últimos años de estudos alojado en la pensión de la señora Toña, a la que desde aqui mando un emocionado recuerdo, pues hace ya algunos años que falleció. Manolito, al que dedico sin concesiones este relato, dirige en Verín con éxito y
savoir faire una peluquería de moda. A diferencia de mí, sigue tocando la bateria con un ritmo endiablado. Aunque poco, seguimos viéndonos, y tenemos tantas cosas que contarnos que nos
interceptamos entre risas continuamente el uno al otro.
MICRORRELATO 87 - RAFIA ROJA Petra y Mauricio fueron mis vecinos en el piso del Paseo de Extremadura en el que viví como inquilino durante cuatro años, si la memoria no me falla. Por las charlas habituales que mantenía con ellos, conocia a su hija casi a la perfección, aunque nunca la llegué a ver durante todo aquel tiempo. El tendedero, al que se abrían las puertas oscuras y opacas de los trasteros, se encontraba en la teraza, y me resultaba un lugar extrañamente desasosegante. El resto ya lo sabéis.
MICRORRELATO 89 - EL NAUFRAGIO En la Ciudad los Ángeles, mi barrio de la infancia, los Padres Mercedarios, en el colegio, daban una pelicula en el salón de actos los sabados por la tarde. Al salir, recuerdo que todos los de la pandilla cambiabamos de identidad, transformándonos en los héroes o villanos de los que habíamos disfrutado durante el pase. Tiempos en lo que todo parecía posible...seguramente, yo también fui Quinto Severo alguna vez...
MICRORRELATO 91 - LA INTERVENCIÓNLos Azteca creían que, antes de la presente, cuatro humanidades habían perecido por distintas causas. En los años de la conquista española, vivían pues la quinta era, en la que el sol debía ser alimentado para no declinar con la sangre inagotable de los sacrificados. De ahi que, en ocasiones, en ausencia de conflictos, se organizaran guerras institucionales con el único objeto de hacer prisioneros que sirvieran de alimento con su sangre para un sol insaciable; eran las llamadas
Xochiyaoyotl o guerras floridas. Un pequeño homenaje a lo que estudié y a la fascinación que siempre despertó en mí la mágica ciudad de Tenochtitlan.