¡Huala! Pues al parecer ha ganado uno de mis dos relatos. Alucinante. Y encima el otro ha quedado entre los diez primeros. Estoy emocionado.
Pero lo primero que quiero hacer es pedir disculpas por comparecer con un día de retraso. Debo reconocer que durante el día de ayer entré varias veces en la web para ver los resultados. Pero también he de confesar que acabó siendo un día triste y doloroso para mí; un día en el que, residiendo como resido en Cataluña y conmovido por los acontecimientos perpetrados de primera mano contra mis vecinos, amigos y familiares, no me apetecía celebrar nada. Pero este no es lugar apropiado para hablar de este embrollo ni pretendo crear un debate. Solo dejar patente la consternación que anuló por completo mi alegría.
Dicho esto, y tras recomponerme gracias a unas horas de sueño, estoy encantado con la acogida que ha tenido el relato. Cuando uno de nosotros se mete de lleno en la febril tarea de escribir, puede más o menos intuir que tiene una buena historia entre las manos; haber escogido un buen tono, un elenco válido de personajes y una voz que narre de forma satisfactoria lo imaginado. Pero, por mucho que uno lo perciba, nunca está del todo seguro hasta que se lo dicen los demás. Y no hay personas con mayor legitimidad que aquellas que, al igual que yo, sufren por extraer de su interior escenas, por desenterrar a pico y pala argumentos para tratar de crear una buena historia, una premisa que consiga emocionar a algún sufrido lector. De modo que gracias a todos por hacerme saber que así ha sido, que ha gustado; no hay mayor satisfacción que, en competencia directa como participábamos, conseguir el apoyo prácticamente unánime, por supuesto de forma intelectual, para señalar a este relato como ganador.
Por otro lado, también quiero aprovechar este escrito para pedir perdón a los compañeros de concurso que hallan podido sentirse agraviados por alguna de mis valoraciones. Quizá se me pueda acusar en algún momento de falta de tacto, pero soy de los que opinan que una opinión clara (a veces incluso áspera) ayuda más que una condescendiente. O eso es lo que yo espero de una buena crítica. Y, aunque siempre procurara hacerlo de forma constructiva, estoy seguro que no en todas las ocasiones estuve acertado ni fue posible digerir siempre de la forma más adecuada mis pareceres. Por eso insisto en el hecho de que mi intención, por muy contraria que parezca en algunos casos, es la de ayudar a esos escritores noveles que, como yo, muchas veces no sabemos de qué pie cojea nuestro relato. Siempre según mi criterio, claro; que no es mejor ni peor que cualquier otro, eso por descontado.
También agradecer a los administradores y moderadores de ZonaeReader su dedicación y buen hacer en este certamen. Siempre es un placer participar porque, que yo sepa, no existe un concurso equiparable a su transparencia, además de la implicación de los autores.
Y poco más. Aquí estoy para cualquier cuestión que os surja y, sobre todo, para recibir el premio cuando los organizadores lo crean adecuado
. ¡¡Hasta el próximo concurso!!