Aumentan los lectores de ebooks en Argentina, pero también l

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Vainaimoinen
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Aumentan los lectores de ebooks en Argentina, pero también l

Mensaje por Vainaimoinen »

Un 62% de los lectores argentinos lee libros electrónicos, pero pocos los pagan.

 

El 80 los descarga de manera gratuita. La encuesta nacional 'Cómo leemos 2020', basada en más de 7 mil casos, aporta datos reveladores en relación a los soportes de lectura. Se presenta este jueves.
 

Las nuevas tecnologías imprimen en la industria editorial global la transformación más importante de los últimos 500 años. En la Argentina, donde el sector editorial afronta una crisis que golpeó con fuerza en estos últimos años, los editores y actores de la cadena del libro intentan adaptarse a esos cambios mientras los lectores hacen sus propias elecciones y parecen anticiparse a lo que viene: muchos se entusiasman con la transición digital, que se aceleró radicalmente en tiempos de confinamiento.

 

Según ​la encuesta de alcance nacional Cómo leemos 2020, basada en 7.186 casos, y que analiza sobre todo la forma y las razones que rigen la elección del formato para el libro y otros hábitos de lectura, el 62% de los argentinos ya lee libros ambos formatos, papel y electrónico. Una cifra muy superior al 5% a 10% que registran otros estudios de mercado de las editoriales, que contabilizan solo las ventas a través de los canales oficiales. La cifra de este nuevo estudio revela que, por fuera de ellos -en plataformas extranjeras o mediante descargas gratuitas e incluso piratas- se lee en formato digital mucho más de lo que se compra. En su gran mayoría, los lectores no han pagado por libros digitales que consumen.

 

"Todavía hay mucha resistencia de los editores locales, así como de los libreros, que deberían asumir un papel más activo en relación a lo digital, porque hay grandes oportunidades para ambos sectores, en la medida en que se amplifiquen las ventas del sector a través de estos nuevos formatos", apunta Daniel Benchimol, director de la agencia Proyecto 451, que presentará el estudio este jueves por la mañana.

 

El viejo debate sobre una eventual desaparición del libro tradicional quedó superado: ambos soportes (físico y digital) conviven, y los e-books y audiolibros enriquecen la oferta digital.

 

Entender cuáles son los argumentos que determinan las preferencias de los lectores en relación a la lectura fue el objetivo de esta encuesta, basada en una muestra de 'lectores habituales' (el 88% de los consultados leyó al menos un libro en el último año), provenientes de distintas provincias argentinas y de todas las edades, niveles educativos y géneros.

 

 

Un escenario en transformación

Entre las tendencias que revela el estudio se confirma, en primer lugar, un lento pero incesante crecimiento de la lectura a través del soporte digital, y que se profundizó durante el confinamiento (Clarín había anticipado que la plataforma Leamos, servicio de lectura por suscripción ligado a Bajalibros, registró un aumento de suscriptores del 400% respecto al período previo a la cuarentena). 

 

El dato es que, a diferencia de la cifra que manejan las editoriales, de entre un 5% a 10% de sus ventas en formato digital, según este estudio este consumo podría estar más cerca de un 60% a 70%, si se diferencia la lectura de la compra. Es decir, si no se miden solo aquellos libros por los que los lectores pagan y se presta atención también a lo que descargan de manera gratuita desde Internet. El libro digital aparece, en síntesis, como un fenómeno en expansión, que el mercado editorial argentino se encuentra en proceso de asimilar. Y que crecerá a futuro.

El libro digital aparece, en síntesis, como un fenómeno en expansión, que el mercado editorial argentino se encuentra en proceso de asimilar. Y que crecerá a futuro.

Argumentos a favor y en contra del e-book

El de los libros digitales es un formato por el que se inclinan en mayor medida los jóvenes, mientras que los mayores siguen prefiriendo el papel: entre los encuestados que solo eligen leer en papel, el 34% del total, la gran mayoría supera los 65 años (un 57% de ellos admite no haber leído libros digitales nunca, cifra que baja a un 19% entre 18 a 24 años).

Las razones por las que los libros digitales todavía son resistidos por muchos: se considera que la lectura en pantalla exige más concentración y porque cuesta habituarse al formato, contestan los encuestados.

Mientras que la principal razón por la que la totalidad los encuestados –quienes leen e-books y quienes no- declaran apreciar el libro físico es por su valor de objeto y la valoración de la biblioteca personal como elemento identitario. Un 38% de los encuestados se sintieron identificados con la frase: “Me baje el libro digital, me gusto y después compre el papel para atesorar el objeto”.

 

El libro papel se asocia, además, con el espacio de descanso y desconexión (53% lee libros en papel cuando se va de vacaciones o durante el fin de semana y el 67% antes de dormir, y este punto acaso sea uno de los prejuicios a vencer por parte del libro digital (no hay ningún elemento que indique que el formato electrónico no cumple con la misma función).

Además, quienes prefieren el papel valoran la experiencia sensorial –pueden tocar los libros, olerlos- y el hecho de que se concentran mejor que frente a la pantalla, que muchas veces les provoca fatiga visual.

Quiénes prefieren el libro electrónico 

Quienes ya leen en formato digital, argumentan a su vez que valoran por sobre todo el menor precio (o la gratuidad) y la portabilidad (la posibilidad de tenerlos cargados en el celular, la PC o la Tablet evitando el peso que conlleva cargar los libros físicos, por ejemplo cuando viajan, y el espacio que ocupan).

 

Un dato de color: entre los títulos digitales más buscados, hay géneros más ‘beneficiados’ que otros, como los libros científicos y de divulgación, así como también los libros académicos y de no ficción (salud, arquitectura, economía, derecho). Mientras que la novela, los cuentos y la literatura policial son las categorías de libros donde más prevalece la preferencia por los libros en papel.

 

Los títulos académicos, científicos y de no ficción, son los que más se leen en formato digital, mientras que los lectores prefieren leer cuentos y novelas en el formato tradicional de papel.

 

¿Cuáles son los canales de compra más utilizados de los libros electrónicos? En la Argentina, la principal vía de venta de e-books son las grandes plataformas web, como Amazon -el mayor distribuidor de libros en el mundo y el primer sitio de compra de libros digitales en Argentina, pese a que no tiene presencia oficial-, Google Play, Bajalibros o Mercado Libre (líder de ventas de libros físicos por Internet, además). El análisis por edades, destaca a Bajalibros como el principal canal en mayores de 35 años y a Google Play en los segmentos de entre 13 a 34 años. 

 

En cuanto a los soportes, los e-readers (como el Kindle) tienen baja penetración en el mercado argentino frente a los celulares: el 80% declaró que el smartphone es el dispositivo más utilizado para la lectura de libros. 

La encuesta también mide el nivel de aceptación que tendría una plataforma por suscripción, al estilo de Netflix, que a cambio de una suma fija ofreciera un catálogo muy variado: un 50% de los lectores estaría dispuesto a suscribirse. En ese sentido, un intento local es la plataforma Leamos. 

 

 

¿Y los que no leen nada o casi nada?

Aquellos que admiten que no leen nada o casi nada, argumentan que son la falta de tiempo, así como el precio de los libros, los principales impedimentos para la lectura: los hombres, le echan la culpa al trabajo, mientras que las mujeres se sienten limitadas en mayor medida por "las tareas domésticas".

A los hombres, lo que principalmente les resta tiempo para leer es "el trabajo", mientras que las mujeres se sienten limitadas por "las tareas domésticas".

El uso de las redes sociales (en Argentina -el promedio de uso de una red social es de 3:18 horas por día- es otro de los condicionantes a la hora de encontrar tiempo para leer libros, sostienen los encuestados. Aunque el estudio destierra el mito de que Netflix amenaza la lectura en el país, algo que sí ocurre en otros países, especialmente en Estados Unidos y Europa. 

 

Conclusiones

* El 62% de los lectores argentinos utiliza en simultáneo ambos soportes, papel y digital (aunque solo un 20% pagó alguna vez por libros electrónicos). El 4% lee sólo en digital, mientras que el 34% elige solo papel.

 

* La enorme mayoría del consumo de libros digitales se da en forma gratuita (legal y/o pirata). Esto significa por un lado que la lectura de libros digitales es mucho más alta y habitual de la que indican los estudios de mercado (que suelen reducirla a un 5% o 10% cuando podrá estar más cerca de un 60% a 70%), y en este punto es clave poder diferenciar lectura de compra.

 

*  Los libros digitales son el formato preferido para la lectura de libros académicos, científicos y de divulgación, así como  de no ficción (de derecho, economía, arquitectura, por ejemplo). La novela, los cuentos y la literatura policial se leen más en papel.

 

* El libro papel se asocia siempre con el espacio de descanso y desconexión (53% lee libros en papel cuando se va de vacaciones o durante el fin de semana y 67% antes de dormir). 

 

Fuente: El Clarín

 

 

  Verónica Abdala autora

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