¿QUÉ ES LO QUE SE ESCONDE DETRÁS DE LA GUERRA DEL EBOOK Y LOS EREADERS?
Últimamente el ritmo que llevan los anuncios de movimientos estratégicos de las grandes editoriales y fabricantes de hardware es de vértigo, uno no sabe muy bien que va a pasar al día siguiente, o incluso en las próximas horas, y cada proyecto que se comunica, parece que va a dar un vuelco al mercado, con lo que la sensación que tiene cualquier observador del sector, es la de ir a la deriva en una pequeña barca, en medio de una tormenta del Cabo de Hornos.
La cuestión empezó con el anuncio de Amazon en el que comunicaba su intención de lanzar el Kindle más allá de USA distribuyéndolo en 100 países incluido España, dotando a los dispositivos que se vendieran allende de las fronteras americanas, de la conectividad 3G para que los usuarios se pudieran bajar los más de 200.000 libros electrónicos que ofrece Amazon a través de su librería virtual.
Además Amazon comunicaba que bajaba el precio de los dispositivos dejándolos en unos 187 euros para los vendidos fuera de USA.
Cuando ya creíamos que con esta operación, se iba a copar el mercado y que todos estábamos condenados a tener unKindle en nuestra mesa en los próximos meses, nos enteramos queBarnes & Noble lanzará al mercado su propio lector electrónico el iRex DR800 también con conectividad 3G y pantalla táctil. Esta editorial cuenta con 800 librerías físicas en los Estados Unidos y tiene un fondo editorial de 700.000 libros que podrá poner a disposición de los usuarios que compren su ereader. Se anuncia también que para la primavera del año que viene, la editorial americana lanzará al mercado un lector con pantalla táctil de color.
Al poco tiempo, nos enteramos que en China se va a fabricar unereader con conectividad 3G y dos pantallas, una de seis pulgadas de tinta electrónica y otra táctil más pequeña para navegar por los menús.
Estas operaciones, requieren de unos medios y unos esfuerzos más que importantes, no hay que olvidar que son necesarios unos acuerdos comerciales con las operadoras de telefonía móvil para proporcionar la tecnología 3G y no creemos que tengan costes muy económicos.
Al día siguiente podemos ver el modelo de ereader que lanzará Barnes & Noble y sorprendidos comprobamos que tiene una morfología muy parecida al dispositivo chino, aunque con una diferencia notable del diseño y del acabado. Parece que por lo menos en China, no lo tendrán tan fácil los americanos.
Se suma a todo esto, el anuncio de Google de empezar la distribución editorial a finales de año en EE.UU. e Inglaterra y para junio del año que viene en 10 países, (entre ellos España), este buscador popular, no parece estar interesado en fabricar un dispositivo para leer los libros que va a vender a través de internet.
¿Qué es lo que hay detrás de todos estos movimientos? Tal vez, merece la pena hacer un pequeño encuadre histórico de como ha ido evolucionando internet desde su nacimiento.
Soy internauta desde el año 1996, en aquellos primeros años, los que usábamos internet, estábamos catalogados poco más o menos como gente excéntrica que se terminaba divorciando porque la red era algo adictivo que provocaba el abandono de la familia y un desequilibro en la vida cotidiana.
Prácticamente desde el principio, ya estaban implementados los avances técnicos que hoy maneja todo el mundo con la mayor naturalidad, el correo electrónico funcionaba perfectamente, las webs empezaban a proliferar como hongos, se podía chatear, etc. etc. Poco a poco, se fue popularizando el uso de internet, hasta que a finales de los 90 y principios de siglo, la presión de las expectativas generadas por esta tecnología que amenazaba con cambiarlo todo fue tal, que se produjo lo que en los medios financieros se conoció como "la burbuja de las nuevas tecnologías" empresas que sólo contaban con unos cuantos ejecutivos y un equipo de informáticos con bata blanca con unas decenas de servidores, empezaron a cotizar con ratios astronómicos en la bolsa, los crecimientos en la cotización en el mercado de valores y fondos de inversión de empresas de nuevas tecnologías, fue exponencial. Todavía recuerdo las fuertes discusiones que mantuve en aquella época por estos temas con asesores financieros y otros expertos en inversiones, como conocedor que era del tema, con cierta experiencia de internet.
La cotización de una empresa en bolsa tiene necesariamente que reflejar de alguna manera, el valor real de esa empresa, fuera de la cotización de sus acciones en el mercado de valores, si se produce un desequilibrio entre estos dos factores, el riesgo de la inversión aumenta exponencialmente, al igual que la cotización de los valores en los mercados financieros de estas empresas cargadas de expectativas, pero sin un patrimonio y una experiencia empresarial detrás.
Daba igual, cualquier argumento en contra, se rebatía por los recién llegados a internet, por los expertos de nueva factura con reproches a la falta de modernidad, y el desconocimiento de las potencialidades y los futuribles de internet. Parecía que los servicios de pago y la publicidad iban a ser la panacea, el cuerno de la abundancia del nuevo mundo que venía, y quien sacara la cabeza al inicio, se terminaría haciendo con todo el mercado, ganaría fortunas.
Yo me pregunto ahora, ¿Donde están las ganancias millonarias que iban a proporcionar los llamados "portales" de internet? ¿Donde están los tremendos beneficios de la publicidad por internet?
Miles de inversores perdieron una parte importante de su capital, en algunos casos hasta el 90% de lo invertido, en valores cuya cotización bajó, mientras el ciclo económico subía.
Al final internet sí que está suponiendo un negocio en publicidad y en otros segmentos, pero no en la escala, ni con la rapidez que se creía en los primeros tiempos de difusión de la red.
La permeabilidad del mercado a las nuevas tecnologías, no es siempre la deseada por los fabricantes de productos ni por las empresas que los distribuyen. El teléfono se inventó en el año 1876 y se fue popularizando a lo largo del siglo XX pero en España por ejemplo, no hubo un teléfono en cada casa hasta los años sesenta del siglo pasado, igual pasó con la televisión que se desarrolló en los años 30 y que no entró en los hogares españoles de forma masiva hasta bien entrados los sesenta, con los ordenadores, ocurre lo mismo, saltaron del mundo empresarial al doméstico en los ochenta, y no es hasta la década de los noventa que se integra familiarmente como un electrodoméstico más, sin embargo llevaban funcionando desde los cincuenta para las empresas americanas.
¿Qué quiero decir con esto? Pues que tal vez habría que ser más realistas, y tomar conciencia que estamos en los primeros tiempos de los ereaders y libros electrónicos y que su integración en la vida cotidiana de los usuarios va a llevar su tiempo, todavía quedan unos añitos de libros de papel. Sabemos que la venta de ebooks representa un porcentaje mínimo sobre el total, este año en España sólo el 5% de los títulos publicados estarán en formato digital; se calcula que para el 2013 será el 50% y dos años más tarde, el catálogo completo. Hasta dentro de cinco años, no tendremos todos los libros a la venta en formato digital, y aún en esta fecha, seguramente se podrá elegir entre el formato de papel tradicional, o el digital.
Entonces por qué tanta expectativa, porque tanta ebullición en el sector? Existe la creencia en muchas esferas del mundo de internet, de que si se entra en el momento justo con el producto justo, se puede copar todo el negocio de la red, aparte de que existen ciertos mitos dentro de la historia de la informática en el que alguien empieza en el garaje de su casa y termina al poco tiempo siendo multimillonario. Es cierto que esto ha pasado alguna vez, pero no con tanta frecuencia como se cree, ni pensamos que sea bueno que una empresa pueda monopolizar un mercado, porque acabará imponiendo los precios de lo que vende. Sin embargo la tentación de conseguirlo, parece demasiado irresistible para las grandes compañías.
Amazon lo intenta por la vía de unir la tecnología 3G a su ereader, limitando la conexión a sus servidores, con lo cual, si se impone el Kindle, al final todos compraremos en Amazon. Igual política parece adoptar Barnes & Noble, añadiendo además la conectividad wifi para poder prestar los ebooks a los amigos, por tiempo limitado y ojear los ebooks en sus 800 tiendas físicas de EE.UU.
Por su parte Google, juega su baza con los medios que ha utilizado siempre, una capacidad de manejo de información del tráfico de internet y de almacenaje de datos impresionante. Si realmente consigue proporcionar de forma gratuita a través de su página web los miles y miles de libros escritos hace más de 70 años y por lo tanto sin tener que pagar derechos de autor, realmente las editoriales de fondo, y las librerías lo tendrán difícil, mientras los ingresos por publicidad del popular buscador de internet seguirán subiendo como la espuma.
Si a esto le sumamos, que la legislación americana, permite distribuir los libros descatalogados sin tener que pagar derechos de autor, y que Google parece que ha digitalizado estos y que también ha comprado a algunas editoriales los derechos de autor de varios miles de libros más, es fácil suponer que nuevamente puedan acaparar gran parte del tráfico de internet relacionado con la distribución gratuita de ebooks, que lógicamente generará ingresos por publicidad en las páginas web que se descarguen o lean los libros electrónicos en el caso de que saquen el proyecto adelante en estas condiciones.
No se han quedado aquí, porque en la feria de Fráncfort han anunciado el proyecto Google Edition, mediante el cual, esta compañía pretende convertirse en la mayor empresa editorial del mundo. Y nuevamente aplican desde mi punto de vista, una filosofía muy acertada desde la perspectiva comercial, pensando en el usuario final que podrá acceder a los libros desde la pantalla de un ordenador, de un móvil, de una televisión o un lector electrónico, ya que se leerá el ebook mediante conexión por internet a la página web de Google Edition. Para poder disfrutar de este servicio, habrá que pagar por supuesto, y el libro que leamos, sólo se podrá copiar en nuestro ordenador hasta un 20% de su contenido, pero nunca la totalidad del mismo.
Esto libera al usuario de los formatos cerrados y de tener que andar convirtiendo textos para poder leerlos con comodidad. Pero conlleva otros problemas, como la necesidad de tener una tarifa plana para la conexión a internet para no dejarse el sueldo del mes en los gastos de lectura, y por otra parte, que salvo que se acceda desde un lector electrónico, el resto de dispositivos, usa pantallas retroiluminadas que cansan la vista y una de dos, o son muy grandes para transportarlos como los ordenadores o tienen un formato de pantalla muy pequeño, como los móviles, desde un punto de vista técnico, no creo que puedan hacerle la competencia a los ereaders, que no cansan la vista, son transportables, y no necesitan conectarse a internet para poder funcionar, los podemos leer en el metro y en el tren sin problemas.
¿Como reaccionarán los autores, libreros, editores y distribuidores ante estas propuestas? Es previsible que las respuestas oscilen entre el terror y la paralización absolutas, por el temor a lo desconocido y el entusiasmo y dinamismo más optimista ante una nueva oportunidad de negocio.
Por lo pronto, los periódicos y revistas más importantes del mundo, como El País, la Stampa, O Globo, etc, han empezado a firmar acuerdos comerciales con Amazon, para empezar a distribuir vía 3G suscripciones a los lectores electrónicos Kindle.
Las editoriales, distribuidoras y empresas de software también han empezado a asociarse en distintos países, tratando de unir fuerzas para hacer frente a los gigantes americanos. Veremos si son capaces de resistir el empuje de Amazon, Barnes & Noble y el nuevo proyecto de Google Editions, o por el contrario, se verán obligadas a negociar para vender su fondo editorial, o distribuir sus libros a través de Google Editions. En este sentido, Google ya ha comunicado que en Europa, negociará país por país su proyecto, "divide y vencerás" según dice el refrán.
¿Hay esperanza entonces de que el mercado no sea monopolizado? Es una pregunta difícil de responder, lo veremos en los próximos años, no creo tanto que meses, habrá que ver cómo se desarrollan las iniciativas de las dos grandes editoriales americanas y de Google, porque todos tienen sus pros, pero también sus contras.
Lo que sí es bastante probable, es que veamos en los próximos meses como el precio de los ereaders bajará considerablemente, si las editoriales consideran que su negocio real, está en la venta de libros y que de ahí es de donde les vendrán los ingresos principales. Es muy posible, que tanto Amazon, como Barnes & Noble empiecen primero bajando los precios de los dispositivos, y luego incluso regalándolos destinando el precio de los mismos, a la compra de ebooks vía 3G, o bien a suscripciones de revistas o diarios, si se piensa bien, no es una suposición disparatada, es una manera de fidelizar a los usuarios, familiarizarlos con el uso de estos aparatos y monopolizar el mercado. Sin ir más lejos, las compañías de teléfono ya lo hacen, si contratas sus servicios, te regalan un terminal para que puedas llamar por teléfono a través de su red y algunas incluso te hacen firmar un contrato de permanencia de servicio con ellas.
Si por el contrario, ven la distribución de los dispositivos como una forma de negocio más a integrar en el nuevo espacio editorial, el precio de los ereaders no bajará tan deprisa, existiendo incluso el peligro de que lleguen a algún acuerdo confidencial para no hacerse la competencia a la baja, el tiempo lo dirá.
Siempre queda sitio para que las editoriales independientes, y los autores formen negocios especializados para luchar contra los grandes monopolios de distribución, internet significa libertad por lo menos por el momento. Y las pequeñas empresas siempre pueden luchar mediante la especialización contra la actividad generalista de las grandes empresas. Siempre pongo el ejemplo de una tienda que puso un conocido mío de gran talento, dedicada única y exclusivamente a juegos de mesa, yo le decía, "pero estás loco, la gente cuando va a El Corte Inglés, se compra la baraja o el parchís que necesita y no se molesta en perder el tiempo en buscar una tienda para comprar esas minucias" y él me contestaba: "Efectivamente, pero es que yo además del tablero del parchís, y la baraja de cartas, voy a tener juegos de mesa de todas las culturas del mundo, y también rompecabezas elaborados en todos los continentes, los grandes almacenes no pueden tener en sus locales una sección tan especializada como la mía, porque no les es rentable por el espacio que ocuparía y los costes laborales que generarían". Al año y medio de su apertura, la tienda había amortizado los gastos de instalación, tenía una facturación mensual desahogada y proveía a todos los hoteles cercanos de juegos de mesa para sus clientes, aparte de ser muy conocida en internet y en la ciudad donde operaba. Cuando alguien quería un juego distinto al de la oca, o del parchís, se dirigía a esa tienda a comprarlo, se hizo con un nicho de mercado especializado.
Eso mismo pueden hacer los autores en internet, agrupándose cooperativamente en pequeñas editoriales especializadas en una determinada línea filosófica, ideológica o de cualquier temática, creando un sitio en la red especializado al que todo el mundo acudirá cuando quiera información sobre un tema concreto.
Esta posibilidad está incluso abierta a iniciativas individuales ya que la técnica que brinda hoy la red lo hace posible, no hay más que ver las redes sociales, los blogs para saber de que hablo. Lo maravilloso de internet, es que elimina los intermediarios, hoy cualquier autor con talento, puede vender su obra directamente a los lectores, con unos conocimientos muy rudimentarios de informática, o con la ayuda de algún conocido o familiar que sepa algo de programación y diseño gráfico.
No hay que olvidarse tampoco, que no sólo hay dos fabricantes de ereaders, hay varios y en este caso las economías emergentes de Asia, tienen mucho que decir, ya que están inundando el mercado con dispositivos un tanto toscos en su diseño y rudimentarios por sus funcionalidades pero todo es cuestión de tiempo y de economías de escala que les permitan bajar los precios y aumentar sus prestaciones ergonomía.
Los ereaders en blanco y negro no tienen grandes diferencias en cuanto a su nitidez, y calidad de imagen, de fabricante a fabricante, tal vez se pueda aumentar el número de tonos de grises en el caso de que se quieran visionar comics, pero para una lectura de texto tradicional, suelen dar la talla con facilidad y sin grandes diferencias entre las marcas. Como además todos se pueden conectar a internet, vía puerto USB con un ordenador, siempre nos quedará la posibilidad de comprarnos lectores electrónicos que no estén "cautivos" de un servidor y una editorial.
Desde ZonaeReader, creemos que la mejor opción, para el desarrollo de los lectores electrónicos, sería que su sistema operativo, fuera de código abierto y de distribución gratuita tipo Linux, y su conectividad 3G, wifi o bluetooth fuera totalmente abierta a los operadores, servidores o personas que uno eligiera, y no a los que me imponga el fabricante del dispositivo, eso favorecería la competencia y por tanto al usuario-lector. Veremos que ocurre en los próximos meses.
Isidro López Neira