Una jueza de Manhattan puede pedir un supervisor externo a APPLE

La jueza federal del distrito de Manhattan (Nueva York) EE.UU.  Denise Cote no se conforma con haber declarado que APPLE conspiró junto con algunas editoriales para subir los precios de los ebooks,  ha ido más allá y ahora está pensando en exigir a la compañía de la manzana, que contrate un supervisor externo, para que vigile su política.

Algo que la multinacional considera innecesario, y nosotros nos preguntamos hasta qué punto esto es operativo ya que es muy difícil que alguien muerda la mano que le da de comer; claro que a lo mejor en EE.UU. las cosas son distintas pero no parece que lo sean, después de los escándalos de las compañías de auditoría y de asesoría haciendo informes a medida.

La jueza ha manifestado que no quiere restringir el negocio de APPLE en otros campos como el de las películas, la música y los programas de televisión. También ha dado otra de arena, al afirmar que una disposición que permitiría a otros minoristas de ebooks, agregar hipervínculos a sus páginas web a través de aplicaciones de ebook, sin tener que pagar a Apple por las ventas de estos artículos era “innecesaria”.  Agregando que no quiere que el mandamiento judicial afectara a como opera APPLE con su negocio”.  Se espera que la semana próxima emita una resolución al respecto.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos y 33 estados y territorios recomendaron reducir la extensión de la medida de 10 a cinco años, con posibilidad de apelar hasta cinco extensiones de un año de ser necesario.

Por sugerencia de Cote, también recomendaron una renegociación escalonada de los contratos de Apple con las editoriales comenzando en dos años, con la esperanza de minimizar las posibilidades de una futura colusión.

Es increíble como la separación de poderes funciona en Estados Unidos, aquí para ver condenada a una multinacional no sé qué tendríamos que hacer. No digamos cuando a un juez se le ocurre imputar a un político por alguna de las múltiples fechorías que cometen cuando ocupan cargos de responsabilidad, al final vemos como en un paroxismo sin límites, se cambian los papeles y los fiscales se convierten en defensores y acusadores del juez.

Evidentemente hay otras contradicciones como la cárcel de Guantánamo, las actuaciones en política exterior e internamente de sus servicios secretos  pero en lo que se refiere a la actuación de la Justicia norteamericana, tenemos mucho en que fijarnos.